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Viendo 21 - 25 de 25 comentarios
pues 3 meses cada uno en el piso, el que vaya saliendo del piso que se busque la vida, como ahora hacen exclusivamente los hombres, si hay que buscar puente que sea para todos, hombres y mujeres, ya verás tú el bajón de mujeres pidiendo la separación, porque ahora siempre la piden las mujeres, pero cuando tengan que tener responsabilidades y no las de ganar te garantizo que la mitad de los matrimonios no terminan en separación..
Lo confieso: cada familia que sufre, lo siento, la lamento y, de alguna forma, sufro con ella.
La guarda y custodia compartida es una hermosa alternativa a la disputa y parte de la base de conservar todo lo posible de la familia, de esas personas que un día se conocieron, se amaron, estremecieron un@ en los brazos del otr@ y como si fuera un sueño, fueron realizandóse en el nacimiento de unos hijos en quienes pusieron sus esperanzas e ilusiones. No hay piso, coche o salario que valga ni un una migaja de todo aquéllo.
Por eso la guarda y custodia compartida preserva las capacidades de los miembros de la familia y respeta las necesidades de todos ellos y, a partir de ahí, se distribuyen las funciones. Resulta absurdo que unos niños pequeños tengan que quedar al cuidado de terceras personas mientras uno de sus padres podrían estar con ellos. La distribución de los hijos se hace en función de las disponibilidades de cada cual, cogiendo un calendario y marcando los tiempos que cada cual puede estar con ellos y, desde ahí, se hace una distribución en función de la edad de los niños, intentando que cuando más pequeños sean estén el menor lapso posible sin ver a alguno de ellos. Con esto, discrepo con Iñaki que se trate de dividir al 50 % todo, sino que el concepto es compartir y decidir en conjunto.
Lo mismo ocurre con los bienes; un ejemplo y allamada de atención a las mujeres: cuando se le atribuye la vivienda ganancial a la mujer, todos comprendemos que el marido necesita una vivbienda, pero que ya compra sólo para él. Cuando los niños crecen, la mujer se encuentra con media vivivienda y el hombre con vivienda y media... eso es lo que se pretende corregir desde la experiencia, la reflexión y, por supuesto, el amor (hacia uno mismo, hacia el otro o hacia los hijos).
Me permito un comentario en cuanto al tono de los mensajes: da igual que se hable del Plan Ibarreche, de la guerra de Irak o de la separación matrimonial: los argumentos son idénticos y yo no veo que conduzcan más que a la radicalización de las posturas dispares.
Respeto las opiniones y los deseos de tod@s y respeto el dolor y sufrimiento que cada cual padece en una ruptura de la pareja: ¿quén no llega a ella cargado de heridas?...
La guarda y custodia compartida es una hermosa alternativa a la disputa y parte de la base de conservar todo lo posible de la familia, de esas personas que un día se conocieron, se amaron, estremecieron un@ en los brazos del otr@ y como si fuera un sueño, fueron realizandóse en el nacimiento de unos hijos en quienes pusieron sus esperanzas e ilusiones. No hay piso, coche o salario que valga ni un una migaja de todo aquéllo.
Por eso la guarda y custodia compartida preserva las capacidades de los miembros de la familia y respeta las necesidades de todos ellos y, a partir de ahí, se distribuyen las funciones. Resulta absurdo que unos niños pequeños tengan que quedar al cuidado de terceras personas mientras uno de sus padres podrían estar con ellos. La distribución de los hijos se hace en función de las disponibilidades de cada cual, cogiendo un calendario y marcando los tiempos que cada cual puede estar con ellos y, desde ahí, se hace una distribución en función de la edad de los niños, intentando que cuando más pequeños sean estén el menor lapso posible sin ver a alguno de ellos. Con esto, discrepo con Iñaki que se trate de dividir al 50 % todo, sino que el concepto es compartir y decidir en conjunto.
Lo mismo ocurre con los bienes; un ejemplo y allamada de atención a las mujeres: cuando se le atribuye la vivienda ganancial a la mujer, todos comprendemos que el marido necesita una vivbienda, pero que ya compra sólo para él. Cuando los niños crecen, la mujer se encuentra con media vivivienda y el hombre con vivienda y media... eso es lo que se pretende corregir desde la experiencia, la reflexión y, por supuesto, el amor (hacia uno mismo, hacia el otro o hacia los hijos).
Me permito un comentario en cuanto al tono de los mensajes: da igual que se hable del Plan Ibarreche, de la guerra de Irak o de la separación matrimonial: los argumentos son idénticos y yo no veo que conduzcan más que a la radicalización de las posturas dispares.
Respeto las opiniones y los deseos de tod@s y respeto el dolor y sufrimiento que cada cual padece en una ruptura de la pareja: ¿quén no llega a ella cargado de heridas?...
Me parece que la postura de Iñaki es muy radical, porque no creo que favorezca en nada a nadie, es como estar sin organización y sin vida propia, 3 meses en la misma casa y otro en otra.
Por otra parte los hijos se han de acostumbrar a un tipo de vida que no les cambie la que tenían hasta ahora, para que sea lo menos traumático, la casa cerca del colegio, si puede ser no cambiar de casa, donde han nacido y vivido y tienen sus cosas, y ver a sus padres como antes, o ¿es que en muchos casos al padre lo ven mucho?
Insisto en que no se puede generalizar, pero por ninguno de los lado, esto no es una guerra, las separaciones surgen porque dos personas ya no se quieren, ya no quieren convivir, ¿conservar? el que tenemos que conservar, el amor de nuestros hijos ya lo tenemos, así como ellos el nuestro, y el amor entre la pareja ya no existe, tenemos que mantener una familia unida a pesar de todo, no estoy de acuerdo. Cuesta mucho tomar una decisión así y no se puede cuestionar la ruptura de la familia en ningún caso, es la ruptura de la pareja.
Por otra parte, siempre hablaís, como es común en esta España nuestra, en la que tener cosas materiales hace que la gente se crea que es mejor, de tener viviendas de propiedad, eso es en algunos casos, no siempre, existen las viviendas de alquiler, para uno y para el otro. Tambien existen las viviendas a nombre de uno solo, que es el que se queda con ella, bueno hay tantas y tantas cosas diferentes, que podríamos hablar largo y tendido.
Ante todo creo que lo que hay que hacer es mejorar las situaciones de todos y luchar para ello.
Por otra parte los hijos se han de acostumbrar a un tipo de vida que no les cambie la que tenían hasta ahora, para que sea lo menos traumático, la casa cerca del colegio, si puede ser no cambiar de casa, donde han nacido y vivido y tienen sus cosas, y ver a sus padres como antes, o ¿es que en muchos casos al padre lo ven mucho?
Insisto en que no se puede generalizar, pero por ninguno de los lado, esto no es una guerra, las separaciones surgen porque dos personas ya no se quieren, ya no quieren convivir, ¿conservar? el que tenemos que conservar, el amor de nuestros hijos ya lo tenemos, así como ellos el nuestro, y el amor entre la pareja ya no existe, tenemos que mantener una familia unida a pesar de todo, no estoy de acuerdo. Cuesta mucho tomar una decisión así y no se puede cuestionar la ruptura de la familia en ningún caso, es la ruptura de la pareja.
Por otra parte, siempre hablaís, como es común en esta España nuestra, en la que tener cosas materiales hace que la gente se crea que es mejor, de tener viviendas de propiedad, eso es en algunos casos, no siempre, existen las viviendas de alquiler, para uno y para el otro. Tambien existen las viviendas a nombre de uno solo, que es el que se queda con ella, bueno hay tantas y tantas cosas diferentes, que podríamos hablar largo y tendido.
Ante todo creo que lo que hay que hacer es mejorar las situaciones de todos y luchar para ello.
solo responderle a un punto en el que dice "también existen las viviendas a nombre de unos solo, que es el que se queda con ella".. me imagino que no se referirá a una separación con hijos de por medio, porque aunque el dueño siga siendo el hombre si es un bien privativo quien la disfrutara y podra acceder a ella sera solo su mujer..
saludos
saludos
