En la separación quedan divididos (separados) los bienes de cada uno de los cónyuges con la liquidación del régimen económico del matrimonio y se establecen (si es necesario) las medidas que afectarán a los hijos comunes, desapareciendo la obligación de convivencia. No obstante, siguen casados.
En el divorcio se acuerda todo lo anterior y desaparece el vínculo conyugal.
La conveniencia de uno u otro depende del supuesto en concreto; aunque generalmente es mas conveniente el divorcio.
Depende. Hay personas, que se separan legalmente, para meter un escrito de reconciliación en el juzgado. Así, sigue siendo su cónyuge, con todos sus derechos y la pensión de viudedad.
La diferencia es que, divorciados, se rompe el vínculo matrimonial. Mientras que separados legalmente seguís siendo cónyuges, aunque se pierde el derecho a esta pensión y la legítima viudal por herencia.