En el testamento muy probablemente se señala quién es el sustituto del heredero que no quiera o no pueda heredar. Con frecuencia son los descendientes de quien renuncia, por lo que tendrá que comprobar lo procedente. Si el testador no dejó designados sustitutos, pueden ustedes repartirse la parte renunciada como quieran, pero han de dejar claras las cuentas entre ustedes, para evitar futuros problemas.