Si no hay testamento, la renuncia pura y simple de un heredero acrece a los coherederos del renunciante.
En caso de que si haya testamento, dependerá de cómo esté redactada la cláusula de sustitución (si la hay), pudiendo darse el caso de que, en lugar de acrecer a los coherederos, la renuncia pura y simple tenga el efecto de desviar la herencia a los herederos del renunciante.