El auto en el que se decreta la prision al recurrirlo puede hacerse en reforma y subsidiariamente en apelación o inicialmente solo en reforma .
En el supuesto de que el auto ratifique otro anterior del Juzgado de Guardia procedería también reforma y subsidiario o solo reforma
Gracias
Arts 507 y 766 de la Lecrim. puedes formular reforma, o reforma y subsidiario de apelación, o directamente apelación.
Cada maestrillo tiene su librillo y, en esta materia, creo que actuar con cautela e inteligenia es lo mejor.
Te dire que yo aconsejo no recurrir salvo que sea imprescindible, y me explico para que nadie se asuste.
Que te estimen una reforma es como si el Juez admitiera que se ha equivocado. Y dificílmente prospera sobre todo cuando se trata de reconocer que te has equivocado metiendo a alguien en prisión (y algunos magnificos jueces lo hacen y no les dueln prendas) . Siempre cabe que el fiscal apoye el recurso y forzosamente el Juez se vea obligado a poner en libertad (suponiendo que no exista acusación particular), pero es una quimera.
El recurso de Apelación es peligroso, pues sabida es la dificultad existente a la hora de corregir en esta materia salvo que la resolución resulte escandalosa. Y es peor el remedio que la enfermedad, porque el instructor verá reforzada su decisión por un Tribunal Superior. También, de primeras, lo desaconsejo.
Yo lo que hago, y lo recomiendo, es esperar un tiempo prudencial en función del delito y la pena, pero no mucho tiempo, solicitar la práctica de alguna diligencia de investigación, acompañar toda la documentación relativa a la situación familiar, personal, de trabajo, etc, etc, que pueda ser favorable ( si es que se puede) y solicitar de nuevo la libertad.
La incorporación de elementos nuevos, la práctica de nuevas diligencias, y el transcurso del tiempo, no coloca al instructor en una situación tan incomoda como si se recurre en reforma, ni supone el peligro de una apelación desestimada. Esto añadido a las pertinentes entrevisdatas con personales con el instructor y ministerio Fiscal para tantear la posibilidad y, especuialmente, el momento, es mucho más efectivo que recurrir por recurrir. Y todo ello admitiendo la inmensa dificultad que conlleva la tarea y obtener exito.
Y muy importante también es explicarselo bien al cliente, pedirle paciencia, saber escuchar sus lamentos, tranquilizarle y darle esperanzas, pero nunca falsas. Si nhay pocas hay que decirle la verdad. Todo con mucha mano izquierda.
Gele, espero que sean útiles los pequeños consejos prácticos que humildemente expongo.