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Perfiles de maltratador y maltratada: ¿Estupidez supina?
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La verdad es que los maltratadores, (los que de verdad lo son), suelen tener un perfil muy parecido entre unos y otros.
Hoy en día se habla mucho de denunciar, que te ayudan, bla bla bla...., pero las cosas no son tan fáciles. Si no tienes marcas físicas, es tu palabra contra la de él, y hasta se han dado casos en los que encima los maltratadores cínicos decían que era al revés, que era ella la que le pegaba a él.
Encima te la juegas, porque si no le hacen nada a ellos, es cuando luego son capaces de hacerte algo por haberlo denunciado. Para comprender las cosas, a veces hay que vivirlas, y muchos no se andan por las ramas, son capaces de TODO.
Yo también he pasado mucho con mi pareja, pero no puedo permitír que su ex y su hija se salgan con la suya, que es quedarse con mi casa.
Hoy en día se habla mucho de denunciar, que te ayudan, bla bla bla...., pero las cosas no son tan fáciles. Si no tienes marcas físicas, es tu palabra contra la de él, y hasta se han dado casos en los que encima los maltratadores cínicos decían que era al revés, que era ella la que le pegaba a él.
Encima te la juegas, porque si no le hacen nada a ellos, es cuando luego son capaces de hacerte algo por haberlo denunciado. Para comprender las cosas, a veces hay que vivirlas, y muchos no se andan por las ramas, son capaces de TODO.
Yo también he pasado mucho con mi pareja, pero no puedo permitír que su ex y su hija se salgan con la suya, que es quedarse con mi casa.
El perfil de maltratador en este país es claro. Todo hombre que no sea gay o que no apoye la inconstitucional ley de violencia de género y otros muchos "favores legales" hacia la mujer, tiene perfil de maltratador.
En cuanto a las denuncias interpuestas por la mujer, la sensatez de este tipo le ha llevado a seguir reafirmando lo que prácticamente se hace en España, ante una denuncia de una mujer, hay que detener al hombre sin cuestionarle, ya puestos que cuando denuncie una mujer, ejecuten al hombre con una pena de muerte en menos de 24h y una vez ejecutado celebren el juicio para saber si ese hombre cometió tal delito.
Hasta donde van a llegar estos fantoches.
En cuanto a las denuncias interpuestas por la mujer, la sensatez de este tipo le ha llevado a seguir reafirmando lo que prácticamente se hace en España, ante una denuncia de una mujer, hay que detener al hombre sin cuestionarle, ya puestos que cuando denuncie una mujer, ejecuten al hombre con una pena de muerte en menos de 24h y una vez ejecutado celebren el juicio para saber si ese hombre cometió tal delito.
Hasta donde van a llegar estos fantoches.
Vamos a ver la VG es la preponderancia de poder de uno sobre el otro, normalmente del hombre sobre la mujer, y claro que hay denuncias falsas, e injusticias. Pero el Poder ¿Quien lo ha tenido y lo tiene aún? ¿las mujeres? ¿los hombres?, ¿cuantas mujeres han muerto y moriran? ¿cuantos hombres han muerto o moriran? o todo es un invento del Estado de Derecho igual que las incineradoras del nazismo fue otro invento de las generaciones posteriores
Si claro,como historicamente el hombre ha sido el que ha obstentado el poder y la mujer a sido menospreciada en muchos ambitos,ahora lo suyo es que seamos los hmbres de ahora los que pagemos los desmanes del pasado.
Yo tengo 36 años y he sido educado en la verdadera igualdad,entre 6 hermanos(3 mujeres y 3 hombres) y todos hemos currado lo mismo en casa,mi padre cuando no trabajaba lo mismo....y yo no tengo que pagar por ello.
Yo no tengo por que ir a la carcel por insultar a una mujer y si ella me insulta no pasa nada.
Yo no tengo si quiero ser bombero,por ejemplo,que hacer mejores marcas en pruebas fisicas que una mujer.
Y el poder,los cargos de responsabilidad,los jefes/as...tienen que ser los mejores,sean mujeres u hombres,nada de cubrir cuotas porcentuales por sexo.
La preponderancia,como tu la llamas,que puede hacer un hombre sobre una mujer es evidente que puede ser fisica,mediante el uso de la fuerza...pero la psicologica,la humillacion,la vejacion,la pueden hacer por igual.
¿Que pasa a los hombres les duele menos que les menosprecien?.
Y si,por desgracia mueren cada año muchas mujeres a manos de autenticos cavernicolas,pero tambien mueren hombres y si no mueren mas es por la diferencia de fuerza fisica.
La LVG es anticonstitucional,no nos trata a todos por igual.La igualdad no se construye fomentando la desigualdad,es como intentar tapar un agujero haciendo otro.
Yo tengo 36 años y he sido educado en la verdadera igualdad,entre 6 hermanos(3 mujeres y 3 hombres) y todos hemos currado lo mismo en casa,mi padre cuando no trabajaba lo mismo....y yo no tengo que pagar por ello.
Yo no tengo por que ir a la carcel por insultar a una mujer y si ella me insulta no pasa nada.
Yo no tengo si quiero ser bombero,por ejemplo,que hacer mejores marcas en pruebas fisicas que una mujer.
Y el poder,los cargos de responsabilidad,los jefes/as...tienen que ser los mejores,sean mujeres u hombres,nada de cubrir cuotas porcentuales por sexo.
La preponderancia,como tu la llamas,que puede hacer un hombre sobre una mujer es evidente que puede ser fisica,mediante el uso de la fuerza...pero la psicologica,la humillacion,la vejacion,la pueden hacer por igual.
¿Que pasa a los hombres les duele menos que les menosprecien?.
Y si,por desgracia mueren cada año muchas mujeres a manos de autenticos cavernicolas,pero tambien mueren hombres y si no mueren mas es por la diferencia de fuerza fisica.
La LVG es anticonstitucional,no nos trata a todos por igual.La igualdad no se construye fomentando la desigualdad,es como intentar tapar un agujero haciendo otro.
Perfil: "Conjunto de rasgos peculiares que caracterizan a alguien o algo".
Celt, lo siento, me perdí, no se si me contesta a mi o a otra persona. Pero siento disentir, la psiquiatría es la ciencia que estudia las enfermedades mentales y la psicología la que estudia los procesos mentales. Ambas son consideradas ciencias, con lo cual, los métodos que se utilizan lo son también.
En consecuencia, si, existe un perfil tanto del uno como del otro: la baja autoestima frente a la necesidad de control absoluto del otro, los métodos para lograr que la otra parte se sienta insegura y piense que no vale nada, celos patológicos, etc.. Claro que existen esos rasgos y esos patrones de comportamiento, al igual que existen en los esquizofrénicos, psicópatas, etc. Otra cosa es que las personas encargadas de evaluarlos lo hagan con imparcialidad y profesionalidad como ya indiqué.
Raquel, yo no hablé de sindrome alguno.
Artt, no me ha ofendido, más bien creo que me ha malinterpretado a juzgar por su reacción. Una cosa es lo que nos venden utilizando esos perfiles de manera partidista y mediática, y otra es lo que yo trato de exponer. Igual que existe el perfil de maltratador/a, existe el de víctima de los malos tratos y en ambos casos, no es una cuestión de género sino de personas.
Esa valoración, hecha por personas honradas y profesionales, puede ser una prueba más para acreditar el maltrato o la inocencia de una persona, y como ya indiqué, apoyada siempre en otras pruebas. El abogado debe evaluar cuando utilizarla y cuando no.
Celt, no soy feminista, no soporto el feminismo radical y si niego el SAP como sindrome de nueva creación porque sostengo que siempre ha existido la manipulación (ahora le llaman SAP), no han descubierto con ello la dinamita, sólo le han puesto un nombre diferente. Siempre ha habido personas manipuladoras y manipuladas, y siempre el manipulado es el más débil.
Me temo que el problema viene porque asociáis el perfil del maltrato con la mujer, pero es que existe perfil de maltrato para el hombre también, y hay tantos como mujeres, sólo que no se permite que prosperen sus denuncias porque las archivan.
Un saludo.
Celt, lo siento, me perdí, no se si me contesta a mi o a otra persona. Pero siento disentir, la psiquiatría es la ciencia que estudia las enfermedades mentales y la psicología la que estudia los procesos mentales. Ambas son consideradas ciencias, con lo cual, los métodos que se utilizan lo son también.
En consecuencia, si, existe un perfil tanto del uno como del otro: la baja autoestima frente a la necesidad de control absoluto del otro, los métodos para lograr que la otra parte se sienta insegura y piense que no vale nada, celos patológicos, etc.. Claro que existen esos rasgos y esos patrones de comportamiento, al igual que existen en los esquizofrénicos, psicópatas, etc. Otra cosa es que las personas encargadas de evaluarlos lo hagan con imparcialidad y profesionalidad como ya indiqué.
Raquel, yo no hablé de sindrome alguno.
Artt, no me ha ofendido, más bien creo que me ha malinterpretado a juzgar por su reacción. Una cosa es lo que nos venden utilizando esos perfiles de manera partidista y mediática, y otra es lo que yo trato de exponer. Igual que existe el perfil de maltratador/a, existe el de víctima de los malos tratos y en ambos casos, no es una cuestión de género sino de personas.
Esa valoración, hecha por personas honradas y profesionales, puede ser una prueba más para acreditar el maltrato o la inocencia de una persona, y como ya indiqué, apoyada siempre en otras pruebas. El abogado debe evaluar cuando utilizarla y cuando no.
Celt, no soy feminista, no soporto el feminismo radical y si niego el SAP como sindrome de nueva creación porque sostengo que siempre ha existido la manipulación (ahora le llaman SAP), no han descubierto con ello la dinamita, sólo le han puesto un nombre diferente. Siempre ha habido personas manipuladoras y manipuladas, y siempre el manipulado es el más débil.
Me temo que el problema viene porque asociáis el perfil del maltrato con la mujer, pero es que existe perfil de maltrato para el hombre también, y hay tantos como mujeres, sólo que no se permite que prosperen sus denuncias porque las archivan.
Un saludo.
El "NEOMACHISMO DEL SIGLO XXI"
Andalucista y ex defensor del pueblo desnuda al "Zapatero feminista"
Carmelo López-Arias
Diego de los Santos, que fue diputado y eurodiputado, explica hasta qué punto la Ley contra la Violencia de Género, que no reduce muertes, provoca injusticia, violencia y caos judicial.
A finales de 2004 se aprobó la primera ley remitida a las Cortes por el flamante Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y la presión ideológica creada en su favor era de tal magnitud, que recibió el apoyo unánime del Congreso de los Diputados, a pesar de que se señalaban importantes taras de inconstitucionalidad en materia de derechos fundamentales.
Hablamos de la Ley Integral contra la Violencia de Género, durante cuya vigencia el número de mujeres asesinadas ha ido creciendo año a año (salvo el descenso de 2009, que en 2010 se ha recuperado de sobra), al tiempo que los presos relacionados con la denominada violencia doméstica crecían también hasta un inconcebible 12,4% de la población reclusa española a finales de 2008. Y con miles de acusaciones falsas que alimentan la conciencia social de que la Ley está siendo utilizada en muchos casos como mero instrumento de una de las partes para un divorcio ventajista y para dañar al varón arrancándole a sus hijos.
Una denuncia con "pedigrí"
Éstas son algunas de las denuncias que formula Diego de los Santos, cirujano, ex adjunto al defensor del pueblo andaluz y uno de los fundadores del Partido Andalucista (del que fue diputado y eurodiputado). Su libro es fundamental para cambiar la opinión pública en torno a los estragos de la ideología de género: Las mujeres que no amaban a los hombres (Almuzara), transgresor título que evoca la trilogía de Stieg Larsson para denunciar lo que califica como auténtico "régimen feminista radical" en nuestro país.
La citada Ley es una de las más queridas por Zapatero, asesorado por María Teresa Fernández de la Vega. Durante años de campaña mediática intensa dirigida por los ideólogos de género se estableció un discurso de buenos y malos que, según De los Santos, "ofrecía una visión sesgada de la realidad social y personal" que permitía a los grupos de presión radicales lograra modificaciones legales sin precedentes, que implican "la discriminación en la esfera de los derechos fundamentales".
De hecho, la ley genera violencia precisamente por eso, y tiene explicación psicológica y sociológica que su aplicación, aparte de que haya podido servir de protección eficaz en muchos casos concretos, en otros ha disparado la conflictividad en el seno de la pareja, además de llevar a la cárcel a miles de inocentes.
Criminalizar a la sociedad
Ha habido una criminalización de la sociedad entera sobre la base de incidentes muy minoritarios. De los Santos apunta un dato: de enero a noviembre de 2009 hubo en Sevilla 4283 denuncias por malos tratos, y un solo caso de imposición de pulsera electrónica de seguimiento, una grave medida que los jueces sólo aplican ante peligro físico evidente.
No hace falta decir, porque es evidente, que la proliferación de denuncias falsas que la ley hace rentables e impunes es la principal responsable de que las denuncias verdaderas no sean atendidas como merecería la tutela eficaz de una mujer maltratada o en riesgo de serlo.
Pero eso a los ideólogos de género les preocupa menos que plasmar en la ley lo que denomina el autor "neomachismo del siglo XXI", es decir, la preferencia de la mujer sobre el hombre en materia de derechos, en castigo por el supuesto comportamiento de sus antepasados.
Y es que, como en todo lo que toca, Zapatero enfrenta y devasta. Estas páginas desvelan, con buenos argumentos, datos y testimonios de expertos, la realidad terrible establecida bajo la férmula de un feminismo radical, que crecía hasta ahora sin apenas oposición pública.
Algo comienza a cambiar. La personalidad política de Diego de los Santos no le hace blanco fácil. Y sus alegaciones desbordan sentido común, muy alejado del fanatismo resentido propio de la ideología de género.
Andalucista y ex defensor del pueblo desnuda al "Zapatero feminista"
Carmelo López-Arias
Diego de los Santos, que fue diputado y eurodiputado, explica hasta qué punto la Ley contra la Violencia de Género, que no reduce muertes, provoca injusticia, violencia y caos judicial.
A finales de 2004 se aprobó la primera ley remitida a las Cortes por el flamante Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y la presión ideológica creada en su favor era de tal magnitud, que recibió el apoyo unánime del Congreso de los Diputados, a pesar de que se señalaban importantes taras de inconstitucionalidad en materia de derechos fundamentales.
Hablamos de la Ley Integral contra la Violencia de Género, durante cuya vigencia el número de mujeres asesinadas ha ido creciendo año a año (salvo el descenso de 2009, que en 2010 se ha recuperado de sobra), al tiempo que los presos relacionados con la denominada violencia doméstica crecían también hasta un inconcebible 12,4% de la población reclusa española a finales de 2008. Y con miles de acusaciones falsas que alimentan la conciencia social de que la Ley está siendo utilizada en muchos casos como mero instrumento de una de las partes para un divorcio ventajista y para dañar al varón arrancándole a sus hijos.
Una denuncia con "pedigrí"
Éstas son algunas de las denuncias que formula Diego de los Santos, cirujano, ex adjunto al defensor del pueblo andaluz y uno de los fundadores del Partido Andalucista (del que fue diputado y eurodiputado). Su libro es fundamental para cambiar la opinión pública en torno a los estragos de la ideología de género: Las mujeres que no amaban a los hombres (Almuzara), transgresor título que evoca la trilogía de Stieg Larsson para denunciar lo que califica como auténtico "régimen feminista radical" en nuestro país.
La citada Ley es una de las más queridas por Zapatero, asesorado por María Teresa Fernández de la Vega. Durante años de campaña mediática intensa dirigida por los ideólogos de género se estableció un discurso de buenos y malos que, según De los Santos, "ofrecía una visión sesgada de la realidad social y personal" que permitía a los grupos de presión radicales lograra modificaciones legales sin precedentes, que implican "la discriminación en la esfera de los derechos fundamentales".
De hecho, la ley genera violencia precisamente por eso, y tiene explicación psicológica y sociológica que su aplicación, aparte de que haya podido servir de protección eficaz en muchos casos concretos, en otros ha disparado la conflictividad en el seno de la pareja, además de llevar a la cárcel a miles de inocentes.
Criminalizar a la sociedad
Ha habido una criminalización de la sociedad entera sobre la base de incidentes muy minoritarios. De los Santos apunta un dato: de enero a noviembre de 2009 hubo en Sevilla 4283 denuncias por malos tratos, y un solo caso de imposición de pulsera electrónica de seguimiento, una grave medida que los jueces sólo aplican ante peligro físico evidente.
No hace falta decir, porque es evidente, que la proliferación de denuncias falsas que la ley hace rentables e impunes es la principal responsable de que las denuncias verdaderas no sean atendidas como merecería la tutela eficaz de una mujer maltratada o en riesgo de serlo.
Pero eso a los ideólogos de género les preocupa menos que plasmar en la ley lo que denomina el autor "neomachismo del siglo XXI", es decir, la preferencia de la mujer sobre el hombre en materia de derechos, en castigo por el supuesto comportamiento de sus antepasados.
Y es que, como en todo lo que toca, Zapatero enfrenta y devasta. Estas páginas desvelan, con buenos argumentos, datos y testimonios de expertos, la realidad terrible establecida bajo la férmula de un feminismo radical, que crecía hasta ahora sin apenas oposición pública.
Algo comienza a cambiar. La personalidad política de Diego de los Santos no le hace blanco fácil. Y sus alegaciones desbordan sentido común, muy alejado del fanatismo resentido propio de la ideología de género.
Estoy de acuerdo en que la persona maltratadora, y entiendo por el contexto que se hace incapié en la persona maltratadora de alto riesgo, tiene un perfil que puede ser detectado por el abogado cuando habla con él o ella. Una persona que no sólo maltrata, sino que persigue a la víctima allá donde vaya con intención homicida tiene rasgos que delatan.
Chicas muy malas
Edurne Uriarte
Las mujeres violentas empiezan a ser tan abundantes como los chicos y todas las teorías sobre la supuesta menor violencia de las mujeres se caen como un castillo de naipes y, con el castillo, mis últimas dudas.
No lo tenía nada claro, pero se me acabaron las dudas. Me refiero a las chicas malas, pero malas de verdad, a las mujeres violentas y no a las transgresoras. Resulta que empiezan a ser tan abundantes como los chicos y todas las teorías sobre la supuesta menor violencia de las mujeres se caen como un castillo de naipes y, con el castillo, mis últimas dudas. Y es que me parecieron escalofriantes los datos ofrecidos a finales de noviembre por la fiscal de Sala Coordinadora de Menores, Consuelo Madrigal, sobre las agresiones de menores a sus padres o abuelos. Hasta hace pocos años, el 80% de los agresores eran chicos; ahora, más del 40% son chicas. Lo que me hace pensar que es cuestión de tiempo, de cambios culturales, de emancipación y de igualdad, sí, de igualdad, que las mujeres constituyan también más del 40% de los grupos terroristas, de las bandas organizadas o de los criminales. ¿Incluso de la violencia de género?
Durante años habíamos alimentado la idea de que esto no era así, de que las mujeres éramos mucho más pacíficas que los hombres. Y aunque yo me preguntaba si era una consecuencia, en este caso buena, de la propia desigualdad, lo cierto es que datos como los de la violencia de género me llevaban a pensar que podía existir una diferencia genética. Lo que muchas feministas han llamado diferencia de valores, dado lo políticamente incorrecto de los argumentos biológicos.
Pues ni diferencias genéticas ni de valores. Si las chicas son capaces de agredir de esta manera dentro del ámbito familiar, allí donde la violencia se ejerce contra los más débiles, nada hace pensar que no vayan a hacerlo en el resto de su vida social. Cuando tengan el mismo poder con el que cuentan ahora los hombres y cuando los valores del triunfo social de unos y de otras se asemejen. Y es que la igualdad viene con todo, también con su lado oscuro. Como el de esas chicas con aspecto de pandilleras que entraron en un vagón de metro semivacío en el que un jovencito con aire discreto y educado leía justamente enfrente de mi asiento. Con un tono chulesco y provocador, las chicas le soltaron varios piropos que más bien parecieron bofetadas. Vi miedo en la mirada de ese chico, el mismo que sentí yo.
P.D: Otros dos datos igualmente desoladores acerca de las agresiones realizadas por los menores: se ha doblado su número en los dos últimos años y la principal víctima de los ataques sigue siendo la madre, también ahora que las hijas agreden casi tanto como los hijos.
http://www.hoymujer.com/comunidad/opinion/Chicas,malas,104378,12,2009.html
Edurne Uriarte
Las mujeres violentas empiezan a ser tan abundantes como los chicos y todas las teorías sobre la supuesta menor violencia de las mujeres se caen como un castillo de naipes y, con el castillo, mis últimas dudas.
No lo tenía nada claro, pero se me acabaron las dudas. Me refiero a las chicas malas, pero malas de verdad, a las mujeres violentas y no a las transgresoras. Resulta que empiezan a ser tan abundantes como los chicos y todas las teorías sobre la supuesta menor violencia de las mujeres se caen como un castillo de naipes y, con el castillo, mis últimas dudas. Y es que me parecieron escalofriantes los datos ofrecidos a finales de noviembre por la fiscal de Sala Coordinadora de Menores, Consuelo Madrigal, sobre las agresiones de menores a sus padres o abuelos. Hasta hace pocos años, el 80% de los agresores eran chicos; ahora, más del 40% son chicas. Lo que me hace pensar que es cuestión de tiempo, de cambios culturales, de emancipación y de igualdad, sí, de igualdad, que las mujeres constituyan también más del 40% de los grupos terroristas, de las bandas organizadas o de los criminales. ¿Incluso de la violencia de género?
Durante años habíamos alimentado la idea de que esto no era así, de que las mujeres éramos mucho más pacíficas que los hombres. Y aunque yo me preguntaba si era una consecuencia, en este caso buena, de la propia desigualdad, lo cierto es que datos como los de la violencia de género me llevaban a pensar que podía existir una diferencia genética. Lo que muchas feministas han llamado diferencia de valores, dado lo políticamente incorrecto de los argumentos biológicos.
Pues ni diferencias genéticas ni de valores. Si las chicas son capaces de agredir de esta manera dentro del ámbito familiar, allí donde la violencia se ejerce contra los más débiles, nada hace pensar que no vayan a hacerlo en el resto de su vida social. Cuando tengan el mismo poder con el que cuentan ahora los hombres y cuando los valores del triunfo social de unos y de otras se asemejen. Y es que la igualdad viene con todo, también con su lado oscuro. Como el de esas chicas con aspecto de pandilleras que entraron en un vagón de metro semivacío en el que un jovencito con aire discreto y educado leía justamente enfrente de mi asiento. Con un tono chulesco y provocador, las chicas le soltaron varios piropos que más bien parecieron bofetadas. Vi miedo en la mirada de ese chico, el mismo que sentí yo.
P.D: Otros dos datos igualmente desoladores acerca de las agresiones realizadas por los menores: se ha doblado su número en los dos últimos años y la principal víctima de los ataques sigue siendo la madre, también ahora que las hijas agreden casi tanto como los hijos.
http://www.hoymujer.com/comunidad/opinion/Chicas,malas,104378,12,2009.html
