...Es fistro de hombre, borracho a no poder más, tambaleándose por la escalera, pa un lao pa otro, pa un lao pa otro y llega a su casa y le abre su mujer la puerta. Se queda mirándolo y empieza a gritarle: mamarracho, estas horas de llegar que son???, y borracho que no te tienes en pie, me vas a enterrar¡¡¡¡, me vas a enterrar¡¡¡¡
A lo que responde el pobre hombre: sí, pa cavar vengo yo ahora....
Salgo corriendo a la armeria a comprar cartuchos para la escopeta. Pero tranquilos, que les quitaré los plomos y los llenaré de sal gorda, que dicen que es efectiva si te da en el culete. A ver si así, por lo menos, os esforzais contando mejores chistes.:=).
Va uno por la calle que no llevaba la tajá como un piano, es que llevaba ya el piano a cuestas... Y ve cómo se aproxima un transeúnte... Entonces se acerca a éste y le pregunta:
- ¿Cuántos chichones tengo en la cabeza?
- Déjeme ver... mmmmmm... Tiene cinco...
- Ah, entonces me faltan todavía siete postes para llegar a mi casa
Había una vez una mujer con tan poco pecho que los sujetadores se le suicidaban dejando una nota en la que explicaban que estaban hartos de llevar una vida tan vacía.
Había una vez un hombre tan flaco, que el único trabajo que le ofrecían era limpiar mangueras por dentro.
Papá, papá, a este paso nunca voy a tener hermanitos, porque mamá se los come cuando los trae la cigueña.
Y doña antonia, que estaba muy maciza, se sube a la escalera para alcanzar la sal, mostrando sus prietos muslos a la par que un ligero de los que quitan el hipo y mas alláaaaaaa.
!Doña Antonia, que me la está usted poniendo gorda.
Que noooo , pablito, que te la estoy poniendo menudaaaa.