Historial terrorista
A comienzos de 1986, De Juana se convirtió en el responsable del comando Madrid, el cual se había entrenado en Argelia. En los tres años siguientes, hasta su detención en Madrid en 1987, participó en el asesinato de 25 personas. Entre otros, confesó su autoría en el atentado perpetrado con coche bomba el 14 de julio de 1986 en la plaza de la República Dominicana de Madrid contra un convoy de la Guardia Civil, en el que murieron doce agentes en prácticas de la Agrupación de Tráfico y 45 personas más resultaron heridas. La mayor parte de las víctimas del comando lo fueron en atentados con coche-bomba, lo cuales estaban habitualmente cargado con abundante metralla «para hacer más daño»[2]. Según el testimonio de Juan Manuel Soares Gamboa, miembro arrepentido de ETA que acabó entregándose y colaborando con la justicia, era De Juana quien, dentro del comando Madrid, seleccionaba las víctimas y decidía quién tenía que disparar contra ellas.
Los atentados en los que participó y las personas asesinadas por De Juana y sus compañeros terroristas son los siguientes, todos en Madrid[3]:
12 de junio de 1985. El comando Madrid ataca con metralletas el coche oficial en el que viajaban el coronel del Ejército Vicente Romero y a su chófer, Juan García Jiménez, soldado del Ejército. Ambos resultaron asesinados. Los terroristas dejaron una bomba-trampa en el vehículo con el que huyeron del escenario del crimen. En la explosión del vehículo resulta muerto el agente de la Policía Nacional y artificiero Esteban del Amo.
29 de julio de 1985. El vicealmirante de la Armada Fausto Escrigas Estrada muere asesinado tras el ametrallamiento de su vehículo.
9 de septiembre de 1985. Un coche-bomba explota al paso de un furgón de la Guardia Civil en la plaza de la República Argentina. Aunque ningún agente resulta muerto, el ciudadano estadounidense Eugene Kent Brown, que paseaba por la zona, resulta muerto debido a la onda expansiva.
25 de abril de 1986. Un coche-bomba cargado con 25 kilos de goma 2 y metralla hace explosión al paso de un Land Rover de la Guardia Civil en el que viajaban nueve guardias civiles con misiones de vigilancia en las embajadas del barrio de Salamanca en el cruce entre las calles de Jorge Juan y Príncipe de Vergara. Cinco agentes de la Guardia Civil resultan muertos: Juan Carlos González, Vicente Javier Domínguez, Juan José Catón Vázquez, Juan Mateos Pulido y Alberto Alonso Gómez.
17 de junio de 1986. Un coche oficial en el que viajaban el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, al teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez y al soldado Francisco Casillas Martín es atacado a tiros, resultando muertos los tres ocupantes del vehículo.
14 de julio de 1986. Una furgoneta bomba cargada de explosivos, conectados a su vez a cinco ollas a presión repletas de tuercas, tornillos y eslabones de cadena, estalla al paso de un autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana con 54 agentes en prácticas de la Agrupación de Tráfico de entre 25 y 19 años de edad. Doce agentes resultaron muertos: Jesús María Freixes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo B. Álamo, Miguel A. Cornejo Ros, José Calvo Gutiérrez, Andrés José Fernández Pertierra, Antonio Lancharro Reyes, José Joaquín García Ruiz, Jesús Gimeno Gimeno, Juan Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López. Como declaró uno de los terroristas en el juicio, Esteban Esteban Nieto, la intención era causar «el mayor número de bajas posible»[2].
También trató de asesinar en 1986 al Fiscal General del Estado, Luis Antonio Burón Barba y al presidente del Tribunal Supremo Antonio Hernández Gil.
El resto de víctimas no mortales de De Juana no se incluyen en esta lista.
José Ignacio de Juana Chaos, más conocido como Iñaki de Juana Chaos (Legazpia, Guipúzcoa - 1955), es un militante de la organización terrorista ETA. Es responsable de 25 asesinatos, de los cuales ha declarado no arrepentirse [1], habiendo mostrado repetidamente su satisfacción por diversos asesinatos cometidos por ETA mientras estaba en prisión. Tras su detención a finales de los años ochenta, fue condenado a casi 3.000 años de prisión, de los que cumplió poco más de 18.
[editar] Antecedentes familiares
Bautizado como José Ignacio de Juana Chaos, su familia no era vasca ni cercana al nacionalismo vasco. Antes al contrario. Su padre, Daniel de Juana Rubio era médico, natural de Miranda de Ebro (Burgos). Daniel de Juana participó en la Guerra Civil como teniente asimilado en el ejército franquista, siendo condecorado con una medalla de campaña, dos cruces rojas y una cruz de guerra. Se afilió a la Falange en 1943. Su madre, Esperanza Chaos, nacida en los años veinte en Tetuán, capital del protectorado español de Marruecos, era hija de un militar, destinado allí en aquella época. El matrimonio se trasladó a Legazpia debido al trabajo de Daniel de Juana, médico de la empresa del empresario Patricio Echeverría Elorza (que obtuvo el título de conde de Echeverría de Legazpia durante el franquismo), una de las principales acerías de Guipúzcoa. La casona donde nacieron y vivieron los dos hijos del matrimonio, Altamira (que posteriormente se casaría con Jesús María Herrera, hijo del comandante del Ejército José María Herrera, asesinado por ETA en 1977) y José Ignacio, estaba junto a la casa cuartel de la Guardia Civil en el pueblo. Ignacio de Juana jugaba frecuentemente al fútbol con los hijos de los guardias civiles. Aún era un niño cuando se trasladó a San Sebastián con su familia, donde residió hasta 1983.
[editar] Juventud
Cursó estudios de Enfermería. Hizo el servicio militar en Alcalá de Henares, recibiendo una mención del ayuntamiento de Madrid el 27 de mayo de 1977 por su participación en la extinción de un incendio que se declaró en la ciudad entre los días 15 y 20 de abril de ese año. Formó parte de la segunda promoción de la Ertzaintza (creada en 1982) llegando a ser agente. Sin embargo, en 1983 huyó a Francia, tras descubrirse su pertenencia a ETA. Las pesquisas policiales sobre su vinculación con ETA la había originado la detención de un miembro de ETA con armas robadas en un cuartel de la Ertzaintza.
Manuel González, un Guardia Civil que resultó herido en un atentado con 12 muertos perpetrado por el etarra José Ignacio de Juana Chaos, aseguró hoy que es una "pesadilla" que el terrorista pueda estar abandonando en ocasiones el hospital escoltado por la Ertzaintza.
González, que se vio afectado por el atentado de la plaza de la madrileña República Dominicana, perpetrado en 1986, declaró a Servimedia que "para las víctimas lo fundamental es que los terroristas sean juzgados y cumplan sus penas íntegras", algo que no está sucediendo con este etarra.
Destacó que "el asesino en serie De Juana Chaos no ha cumplido su pena íntegra y el Gobierno le ha perdonado el año y medio que le quedaba", en referencia a la condena que se le impuso por lanzar amenazas a través del diario "Gara".
Esta víctima valoraba así las informaciones que apuntan a que este terrorista ha abandonado en varias ocasiones el Hospital Donosti escoltado por la Ertzaintza, salidas que hace acompañado por su novia o amigos y que, en alguna ocasión, han incluido compras en algún establecimiento de San Sebastián.
Este agente añadió que De Juana "ha hecho mucho daño: son 25 víctimas mortales y más de cien heridos, con muchas secuelas muchos de ellos, hay muchas familias destrozados".
Frente a esto, se lamentó de que "parece que el Gobierno no lo tiene en cuenta, son todo gestos para Batasuna, para De Juana Chaos y un verdadero calvario para las víctimas".