Pues fácil no lo tengo porque argumentos de peso es la convicción de ambos y la seguridad de ella que él no volvera a maltratarla. Solo lo hace cuando bebe.
Noobstante creo que si no levantan la orden por lo menos cubro las espaldas porque en caso de que los pillen, no se le puede condenar a él por incumplimiento de la orden de alejamiento, si ella ha manifestado su intención de reanudar la convivencia. Si fuera así, ella sería cómplice y es rídiculo.
A ella no la van a imputar, eso es claro, pero según mi experiencia lo que sí ha de quedar acreditadísimo es que
a) el primer intento de acercamiento ha sido de la víctima y no al revés.
b) que la decisión de reanudar la convivencia ha sido consensuada por ambos.
c) que hasta que no se llega al acuerdo de reanudación de la convivencia todos los contactos han partido de la víctima y que el agresor solamente ha respondido, respetando así el contenido del alejamiento.