Tu si que has dado en el clavo y con la palabra clave: previsión. Muchas veces, cuando continuamos con nuestro devenir cotidiano, no somos o no queremos ser conscientes de que nadie tiene la vida comprada, aunque nadie muera el día antes de su muerte. Inconscientemente rehuímos el tema, no somos muy dados a pensar en el día en que tengamos que entregar la cuchara a la próxima generación. .
De pronto te sientes mal y acabas en una UVI sin capacidad para hacer nada, o de repente te encuentras montado en una nube tocando una lira, espero que me dejen usar mi Fender Stratocaster allá arriba.
Hay que prevenir desde ya mismo, mañana será tan buen día para morir como para hacer tus apaños ante notario. A muchos les pilla el carrito del helao sin darse cuenta. Y luego los paganinis son tus propios hijos. Seamos justos y no metamos a todas las ex en el mismo saco, pero por lo que a mi caso respecta, y al de muchos por lo que sé, si mi ex agarra mis propiedades hoy, mis hijos iban a heredar, lo que heredó Clavijo. Y esto es lo que pretendo que no se haga realidad. Entiendo como una obligación inexcusable, es mi idea, que mis hijos tengan la vida un poco más fácil que la mía, y que no tengan que pasar por un endeudamiento hipotecario de 20 años para tener un techito propio, con todos los sacrificios y esclavitudes que ello supone, esto les dará oportunidades extras que muchos no tuvimos..
Si no actuamos ya contra ese tipo de ex manipuladora de todo y todos, incluidos sus propios hijos, que se constituyen en simples herramientas para alcanzar sus logros personales, aunque la justicia les otorgue unos privilegios per se sacados de no se que supuesto derecho natural con presunción de santidad incluida, estaremos dañando y vulnerando considerablemente los derechos de nuestros hijos.
No esperéis a mañana, hacedlo hoy. Esta es una guerra, como van a ser muchas guerras en este siglo, que no se desarrollan con armamento tradicional, sino con lápiz, papel y mucha artillería intelectual. Para adquirir nuevos derechos, mantener los que tenemos o recuperar los perdidos ( todo ser humano está condenado a repetir esta parte de la historia colectiva), nos tendremos que agarrar a esos derechos que tenemos efectivamente, los que nadie te puede quitar porque forman parte de nuestra esencia misma como personas, soy lo que soy y lo que sé y no lo que tengo. Creo ser buena persona, quien me conozca que me juzgue, intento ser justo más que legal. El día que muera espero no estirar la pata, sino decirle de todo corazón a muchos pendejos y pendejas, bajando todos mis dedos menos el dedo corazón, así, bien estiradito, acto postrero fiel reflejo de lo que soy y somos: libres. Conservemos esa libertad y hagamos uso de ella, ¿quién nos lo va a prohibir?.