Mis padres tenían una casa que, al morir, nos correspondía por herencia a mi hermana y a mí.
Recientemente ha fallecido mi hermana, por lo que la mitad de esa casa sigue perteneciéndome a mí, pero la otra mitad es ahora de sus dos hijos (menores de edad).
Los niños viven con su padre, que es el que tiene su custodia, pero también tienen un tutor legal.
Para los asuntos relativos a esa casa (como venderla y demás), ¿debo hablar con el padre de los niños o con su tutor legal?