Desde hace unos años a un vecino le entró la afición por la realización de zuecos de madera y no se le ocirrio mejor lugar para su realización que el trastero que está justo encima de mi casa, les puede asegurar que el ruido es insoportable e impide el descanso, así como la realizaci´´on de cualquier actividad que requiera el mínimo de concentración. Hace unos años se le llamó la atención por mediación del presidente, pero ultimamente vuelve a las andadas. Hoy mismo le llame la atención y la verdad es que este individuo se puso un poco chulo alegando que estaba en su derecho dado que el trastero es suyo, yo le he respondido que la ley de propiedad horizontal no dice lo mismo. Podrían tomarse medidas legales al respecto?
Buenas Juana:
El uso del trastero es para lo que su nombre indica, guardar trastos. Que se ponga nuevamente tu Presidente en contacto con él, mediante el envio de un burofax, para que cese esa actividad, mira yo también lo tengo reflejado en las Normas de Regimen Interno, que el uso del trastero es exclusivamente y únicamente para guardar trastos, NUNCA para talller.
En tu Ayuntamiento existe, supongo, una Ordenanza sobre contaminación Acústica, en ella te dice cuantos decibelios se permiten y que horas. No te enfrentes mas a este vecino, no merece la pena, ya tiene conocimiento de que no debe hacerlo y aún asi...
Limitate a llamar a la Policia para que hagan una medición de los ruidos. Para que te hagas una idea, en mi Ayuntamiento el limite de decibelios en el interior de una vivienda es de 30 durante el dia y 28 por la noche . Para aproximarnos al valor de un determinado número de decibelios, mira por ejemplo la voz hablada, que emite alrededor de 50 decibelios, una trituradora o un extractor de humos, que alcanzan 70 decibelios y una moto sin silenciador, puede producir 110 decibelios. No tienes porque soportar mas esta situación. Un saludo y suerte.
Muchas gracias , me ha sido de mucha ayuda y me ha dado ánimos para seguir luchando por algo tan simple como poder estar agusto en mi casa, derecho cuya defensa, parece hoy en día, un delito o una intromisión en la vida de los demás.