Leí en un reportaje en una revista jurídica, que era recomendable dirigir nuestra actividad profesional a un determinado tipo de clientes, es decir, de clase baja, media, o alta.
La explicación que daba la revista es que, si en un despacho se juntan un cliente tipo inversionista que busca un abogado serio, elegante, etc..., y un cliente tipo morito, etc..., con pocos recursos, se podría dar la situación que el cliente rico dijera "qué despacho más cutre, no vuelvo" o que el cliente pobre dijera "qué despacho más elegante, menuda clavada me van a pegar".
Yo tengo abiertas las puertas de mi despacho a todo el mundo, aunque hasta ahora sólo tengo un cliente, que es del tipo medio, pero quisiera saber vuestra opinión sobre qué se puede hacer al respecto del tipo de clientes que quiero tener en el futuro.
Demasiado pronto para elegir clientes.Cdo pasen algunos años y te hagas un nombre a lo mejor puedes elegir. Hasta entonces, tendrás q tener paciencia, mucha paciencia.
Conocí un letrado de una industriosa ciudad catalana que, a tales efectos, tenía prevenidas en su despacho profesional dos puertas distintas, que daban acceso a dos despachos independientes.....en uno recibía a los clientes "de pago" y en el otro, si era menester, a los menos "convenientes".....como puede pensarse, la decoración era ligeramente distinta, como lo que va del ikea al roche bobois..........más o menos. Le iba muy bien.
La verdad es que yo leo la revista desde que era estudiante de derecho, y me parece estupenda.
Ahora bien, hay un apartado en cada revista que se dedica a comentar acerca del funcionamiento del despacho, etc..., incluso de vestuario de los abogados, y me parece a mí que puede que esté más orientada a un despacho del tipo "macro", ya que, teneis razón muchos en lo que decís, es un poco pronto para que diga sí o no a un cliente por su aspecto.
No obstante, os recomiendo la revista, a mí me sirve de mucho.
Coincido con ac37 plenamente. Con los clientes pasa como con el tipo de suntos que quieres llevar: los esperas de una clase y luego te vienen de cualquier otra. Es el tiempo, la suerte y la experiencia la que decidirá. También influye el ámbito en el que te muevas y los giros que tal ámbito pueda dar. Conozco a un abogado, amigo de la niñez, que sus padres eran terratenientes y grandes propietarios: hoy día es el abogado de casi todos los terratenientes, promotores y constructores de mi zona. También conozco a otro abogado, de antes de yo abandonar mis estudios para hace poco retomar, que trabaja en un pequeño pueblo. Empezó con cuatro asuntos familiares y hoy lleva los asuntos de casi toda la comarca. Y por último, otro antiguo compañero mío, especialista en empresa, en laboral y social, abogado de sindicatos y también de malos empresarios, hoy día lleva solo divorcios y separaciones y los que mejor le pagan y no le ponen pegas no son precisamente los más pudientes. Así que de todo hay en la viña del señor.
Coincido plenamente con nuncasabestod y ac37, es la vida y su devenir la que te ira marcando el camino que seguirás.Y cuando se empieza todo cliente es bueno