sobre el año 2000 se me adjudico mediante subasta, por embargo, un terreno de aprox. 1100 m., que no estaba anotado en el registro de la propiedad, y que yo sí efectué todos los trámites legales y tambien registré; al cabo de unos siete años me reclamaron la titularidad del terreno los dueños legítimos, porque el terreno subastado no era propiedad del embargado, aunque este figuraba como titular, por error, en el catastro (siendo esto la única evidencia de que el terreno le pertenecia); la confusión viene dada porque el embargado y los dueños legítimos son parientes (tios y sobrino). Los dueños me demandaron (yo me imaginaba que demandarían a la Xunta que fue la que cometió el error) y mi abogado viendo que la documentación que aportaban no daba lugar a dudas de que ellos eran los propietarios, me aconsejó que llegara a un acuerdo para evitar indemnizaciones y las costas del juicio. Para continuar el protocolo yo tenía que demandar a la Xunta de Galicia y pedir una indemnización. Los peritos me valoraron el terreno en el año 2009 en 400.000 € aprox. La sentencia del Tribunal Superior fue favorable a la Xunta con el resultado de que no cabe indemnización alguna, ni siquiera los gastos de compra y legalización del terreno, mas los impuestos de los años en que el terreno figuraba de mi propiedad. En resumen a mi me vendieron que no tenían que vender y yo pague un dinero que no tenía que pagar y no se me devuelve nada. ¿Es esto la justicia que nos rodea?