Arráncate y canta. Da palmas y báilale a la vida. Déjate llevar por el son que apaga fuegos. Entona el nuevo credo: “Se acabaron las lágrimas”.
El flamante estribillo contra la violencia de género es cosa de Huecco –ese híbrido todo corazón a medio camino entre Melendi, Chewbacca y el Conde de Montecristo–, que presentó su videoclip lleno de caras conocidas para dictar una orden de alejamiento al miedo y al dolor.
Tres minutos de música que son lo de menos. Artistas como Pilar Bardem, José Mota o Antonio Sanjuán, deportistas como Juan Carlos Navarro, escritoras como Carmen Posadas, periodistas como Pepa Bueno, Iñaki Gabilondo o Hilario Pino, políticos como Miguel Lorente, delegado contra la violencia de género, y un cameo singular: Aído ‘superstar’...
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ya es el primer miembro (con perdón) de un Gobierno español en participar en un videoclip desde que ‘Thriller’ abrió el telón.
“Nos duele a todas”, dice el cartel que sostiene una circunspecta Aído en un momento de aparición. “Se acabaron las lágrimas”, se lee en otro letrero que levanta, pulgar hacia arriba y ya sonriendo, cuando languidece el tema. Y por ahí la historia de una mujer de las que hay decenas de miles en España. Una bailarina maltratada que, como rige en los cuentos, acaba en final feliz y con la princesa intacta.
Los derechos de autor de la canción irán para la Fundación Mujeres. La ministra no pudo asistir al evento. Pero Huecco estaba lleno.
“Algún periódico preguntaba hoy que qué hace la ministra prestando su imagen a un vídeo”, señala Juan Ramón Lucas oficiando de maestro de ceremonias. “Quien no lo ha visto no puede entenderlo”.
Aquí lo tienen bien crujiente. Pues eso, que se acabaron las lágrimas.
un día de estos me entero para que sirve el ministerio de igualdad y las competencias de la sra ministra.
Si destinasen el dinero que cuesta mantener el ministerio, sus funcionarios, dietas, coches oficiales, etc., incluso el coste del flamante anuncio/video a los juzgados de violencia, nos iría mejor.
Conforme contigo, tiento, pero si hicieran eso, ¿que sería de esos pobres "chupocter@s" de tres al cuarto que todos sabemos?. Pobrecill@s ! ¿No os dan lástima?