Hola, aunque el último contrato que tenemos es de abril de 2022 vivimos en el mismo piso desde 2007.
Los propietarios se separaron por las malas hace unos 10 años y al final el piso fue adjudicado a la esposa.
Cuando obtuvo la titularidad nos contactó para resolver el contrato anterior en el que figuraba su exmarido y de paso subió considerablemente el alquiler en el nuevo contrato.
En el anexo del primer contrato (2007) figuraban dos electrodomésticos antiguos que se habían estropeado en el transcurso y como en su momento (crisis 20011) accedieron rebajar algo el alquiler los habíamos repuesto nosotros avisándolos debidamente.
En el anexo del mobiliario del nuevo contrato seguían figurando estos electrodomésticos antiquísimos e inexistentes y la propietaria se empeñó que así permanecieran durante las negociaciones amenazando con no firmar.
Como no teníamos alternativa ni tiempo para buscar otros pisos, accedimos.
Los electrodomésticos entregados por los arrendatarios en 2007 que se habían estropeado eran la lavadora y el frigorífico.
La lavadora se estropeó hace más de 10 años y el frigorífico hace unos 3 y medio.
Algo más de un año después desde la firma del nuevo contrato dejó de funcionar la lavadora provocando un cortocircuito que afectó también a la nevera, aunque con suerte pude solucionar la avería de esta por mi cuenta.
Contactamos con el servicio técnico oficial y determinaron, por el módico precio de 60€ abonados por nosotros, que tenía el eje desviado y que el tambor había dañado la resistencia, de allí los cortocircuitos.
La reparación ascendía a unos 600 euros por lo que no la recomendaban para un aparato de esa antigüedad.
Contacté con la propietaria trasladándole los hechos y cuando exprese mi interpretación del artículo referente a la conservación de las condiciones de habitabilidad de la vivienda ella respondió que me llamaría su asesor.
Recibí la llamada y el asesor coincidió que la reposición de los electrodomésticos había sido responsabilidad de los propietarios tanto en el pasado como en la actualidad.
Aun así, unos tres meses después no se ha vuelto a contactar con nosotros y no se ha repuesto al menos la lavadora que por supuesto sigue estropeada.
¿Hay algo que podríamos hacer para obligarla a reponerla si es que le corresponde a ella según parece?
Gracias.
Si le corresponde a la casera y no accede a hacerlo la única manera es interponer la oportuna demanda.
En este caso supongo que el coste total de los electrodomésticos no superará los 2000 euros por lo tanto puede inteponer la demanda usted misma sin necesidad ni de abogado ni de procurador.
Me gustaría añadir, por si quiere tomarlo en consideración:
Art. 21, 3 LAU:
"El arrendatario deberá poner en conocimiento del arrendador, en el plazo más breve posible, la necesidad de las reparaciones que contempla el apartado 1 de este artículo, a cuyos solos efectos deberá facilitar al arrendador la verificación directa, por sí mismo o por los técnicos que designe, del estado de la vivienda. En todo momento, y previa comunicación al arrendador, podrá realizar las que sean urgentes para evitar un daño inminente o una incomodidad grave, y exigir de inmediato su importe al arrendador"
Pueden, si ya han avisado y lo pueden demostrar, reponer la lavadora y reclamar su importe. No tener lavadora es una incomodidad grave. OJO: que en la factura les pongan bien claro que la anterior no tenía reparación por tener avería en el eje del tambor.
Entiendo que primero tengo que avisar de que se ha estropeado el electrodoméstico (en el caso de la lavadora ya lo he hecho), comprobar que no se puede o no sale a cuanta repararlo mediante el servicio técnico y exigir la sustitución.
Si la arrendadora se niega o pasa hay que comprar u nuevol electrodoméstico e interponer demanda por el importe.
¿Es así?
En líneas generales, si la reparación de un elerctrodoméstico usado cuesta más de la mitad del precio de la compra de uno nuevo, se suele considerar que es oportuna la sustitución.
Véase al respecto la sentencia de la Audencia Provincial de Murcia, Sección 5ª, 1/2001, de 9 de enero: La reparación excedía del concepto de pequeña reparación. La factura representaba casi la mitad del coste de una lavadora nueva.