Tengo un hijo de 5 años que vive conmigo, mi ex-marido cumple cada 15 días con el regimen de visitas como está acordado en las medidas provisionales, pero mi problema es que mi hijo no quiere irse con él, cada vez que viene a buscarle se pone malisimo, el niño desde despues del verano ha cambiado muchisimo, se ha empezado a mear en la cama, está más agresivo y más nervioso y yo no sé como actuar, dos veces no he estado en casa cuando ha venido a buscarle y otras dos he tenido que llamar a la Policia para que levante acta y vea en que condiciones se pone el niño cada vez que su padre viene a por él, que tendria que hacer??, según mi abogada si me niego a entregarle el niño podría reclamarme la custodía, pero como le dejor ir en esas condiciones??, por favor, necesito que alguien me conteste pronto porque es un suplicio para mí y sobre todo para el niño este regimén de visitas.
Deberías comprobar que el comportamiento del padre es correcto con el niño y, si las circunstancias lo permiten habla con el padre e intenta buscar su origen. Si antes no sucedía porque ahora sí. Tal vez les acontenció algún suceso que desencadeno la actual situación.
Pregunta al niño.
Buscar entre los tres una salida si la relación entre vosotros es normal.
Piensa ante todo que no son dos extraños y que nunca deberían empezar a serlo.
Suerte.
Tras un proceso de separación que como el tuyo no es de mutuo acuerdo, los niños son los primeros que sufren las consecuencias, es muy frecuente que lis niños se hagan pis en la cama. Os recomientdo que por su bien vosotros limeis las diferencias de cara a él y luego os recomiendo que al ser psoble todos recurráis a la ayuda de un psicólogo especializado en el tema. Y si no el niño y tú. Un saludo y ánimo.
Independientemente de los conflictos que condujeron a la separación, tu mensaje nos informa de un régimen de visitas que dada la edad de tu hijo, no permiten una relación sólida entre el niño y su padre. No es sano para ambos, esa periodicidad. Lo recomendable para el desarrollo normal de cualquier niño, salvo situaciones excepcionales, es un contacto de mayor permanencia. También da cuenta que has agravado el drama cuando preparas un terreno de agresividad, optando por llamar a la policía para que tome notas sobre el estado de trauma del niño. En la mente del chico, en la de su padre y en la tuya, esa medida genera angustia y por supuesto agrava la crísis. Esto lo digo no observando en tu narración que la conducta del padre amerite la intervención policial. En cambio, como acertádamente lo expone Fernando, no das cuenta de haber acudido al especialista en sicología infanitl o en terapia familiar. Este y no otro debe ser el primer paso en la conducta a seguir por el bien del niño y por añadidura, de la vuestra.