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¿Quién cuenta los hombres muertos?

4 Comentarios
 
¿quién cuenta los hombres muertos?
17/03/2005 07:22
Ayer murió en Palma de Mallorca un hombre a manos de su compañera tras asestarle 5 puñaladas. Ya van tres hombres muertos este año en Baleares. Este último caso aún no lo he visto en la prensa. La muerte de un hombre queda ente sus vecinos y amigos. ¿Donde está la liberta de expresión e información? Las asociaciones feminazista tienen castrada a la prensa.
17/03/2005 09:26
Ni creo que lo veas, solamente en una esquinita de relleno del diario provincial de Mallorca, el hombre muerto por violencia doméstica no tiene el tirón mediático ni la trascendencia que tiene la mujer muerta.
Ya son 7 los hombres muertos en España más dos bebés y no lo han difundido en ningún medio importante, ni lo han contabilizado en ningún sitio.
18/03/2005 03:31
El año pasado creo fueron mas de 46 hombres muertos a manos de sus compañeras.
260 hombres que se han quitado la vida como unica
solución a los abusos que impera en la injusticia.
Y unas 76 mujeres muertas por sus comañeros. Ese es el resultado de una malisima justicia que es
peor que la s.s. Esto va muy mal y por los intereses creados.
Saludos.


18/03/2005 08:03
Simplemente porque la muerte de un hombre a manos de su compañera no es algo políticamente incorrecto, lo contrario sí.
18/03/2005 10:37
Algunos casos problemáticos de parejas, incluso sin hijos:

Una pareja de hecho en la que cada uno de los miembros compra y paga con su dinero una vivienda y la escritura a su nombre respectivo. Después de unos años de convivencia la mujer se separa y pide judicialmente la mitad de la vivienda del hombre, y se la dan.

Otro caso en el que una pareja de hecho compra una casa y la escritura a medias, pero la paga el hombre en principio y hasta que la mujer reciba el dinero de una herencia para pagar su mitad. Una vez que la mujer recibió el dinero y la escritura anterior estaba ya constituida, se compró otra propiedad con dicho dinero y se separó de su pareja pidiendo judicialmente la mitad de la vivienda común. Y se la dieron.

Una pareja de novios sin haber convivido nunca y en vísperas de casarse. El hombre compra, paga el piso con su dinero y lo escritura a nombre de los dos con vistas al próximo matrimonio. Una vez hecho ésto la mujer se arrepiente y decide no casarse, pero pide judicialmente y de inmediato la mitad del piso. También se la dan.

Otra pareja de novios sin convivir. El hombre compra una casa y la paga con su dinero, también con vistas a un próximo matrimonio. Pero la escrituran a nombre de ella sola en lugar de hacerlo a nombre de los dos como habían previsto y por razones que no vienen al caso. A los pocos meses la mujer deja plantado al novio para irse con otro a vivir en la casa que había pagado el primero. Y éste, después de quedarse en la calle y no poder hacer nada judicialmente en cuanto a reclamar nada de lo que pagó, se suicida ahorcándose.

En todos estos casos había documentación fehaciente y suficiente como para acreditar sin dudas la veracidad de los hechos y por tanto contrariar probadamente la presunción de igualdad en las porciones de cargas y beneficios de los partícipes en la comunidad que recoge el art. 393.2 del Código Civil en su título III, pero las decisiones judiciales, en todos estos casos sentenciados por juezas además, fueron completamente contrarias a las prescripciones de este código, que en definitiva es la ley.

Y así van las cosas y pasa lo que pasa cuando los jueces (o juezas) se hacen una ley personal y a su medida o aplican lo que después han dado en llamar (e incluso quieren instituir) “discriminación positiva” en favor de la mujer, y que en la práctica no es más que la abolición de los derechos constitucionales del sexo opuesto.