SUPUESTO DE HECHO Paseando el 10 de agosto de 2020 por el monte, la Sra. Ester Garrido fue atacada por un perro que, asustado, se abalanzó sobre ella causándole lesiones de diversa consideración. De las más graves no se recuperó hasta el 3 de enero de 2021. A partir de esta fecha ya pudo hacer vida con normalidad pese a acudir a cierta rehabilitación ya planificada. La Sra. Garrido siempre tuvo la convicción de que el perro en cuestión tenía dueño, pues lucía un collar y no tenía aspecto de abandonado. Sin embargo, ni ella ni la policía pudieron identificar al dueño. No obstante, y con ocasión de volver a pasear por los aledaños del accidente el 6 de abril de 2021, una vecina se le acercó y, tras una larga conversación, logró reconocer al propietario de ese perro en cuestión. El 15 de mayo de 2021, tras las preceptivas pesquisas, la Sra. Garrido confirmó que dicho perro pertenecía al Sr. Antonio Bueno. Durante los meses de junio a septiembre de 2021, la Sra. Garrido tuvo que ausentarse para cuidar a su padre enfermo, que se encontraba residiendo en Oslo. Volvió el 1 de octubre de 2021. Y volvió con fuerzas, pues se dispuso a reclamar al Sr. Antonio Bueno los daños y perjuicios padecidos con ocasión del ataque canino. Tras recopilar todas las facturas que tenía sobre su recuperación de las lesiones causadas por el perro, lo primero que hizo la Sra. Garrido es enviar una carta dirigida al Sr. Antonio Bueno, por la que le explicaba los hechos y pidiéndole que se aviniera a llegar a una solución extrajudicial del asunto. La carta fue enviada el 14 de abril de 2022. Dicha carta no recibió respuesta. Según parece, la carta fue enviada a una dirección errónea.