Buenos días,
Tenemos un piso alquilado y desde varios años (31), y vamos avisando a los propietarios a través de la agencia que lo gestiona que hay muchísima humedad en un muro que da al norte y los hongos crecen que es un contento. Nadie nos responde, dijeron en un principio que pasarían a verlo y no hasta la fecha, nada...eso sí, como han renovado contrato, han subido 100€ el alquiler y tan contentos, (si no, no te lo renuevo)...le comentamos de nuevo el tema y nuevamente dijeron que vendrían...nada.
Decir a todo esto que al entrar en el piso tuvimos que pintarlo entero, con dos manos y lo mismo con una terracota-balcón, que estaba infame. Las puertas también pues no había forma de adecentarlas, cambiamos manillas que estaban todas picadas por la humedad...bisagras...la cerradura de la entrada que a veces se atascaba y tuvimos que cambiarla... (de ello nos abonaron la cerradura, no el montaje). Si te gusta lo coges y si no, lo dejas. El piso se entregaba sin muebles. Esta es la situación.
Cuando entras en la casa huele a moho y humedad, muy desagradable. Ahora mi hija está con una infección de vías altas que no se le va y ya me estoy planteando si puede ser debido a estos hongos...Qué podemos hacer para exigir que se nos pinte el piso debidamente eliminando estos hongos insalubres?
Se supone que no es nuestra obligación reparar estos daños además habiendo hecho mejoras en el piso que tampoco nos pertenecía hacer pero al ser bastante económico por el barrio que es, accedimos a la situación y lo adecentamos nosotros pero desconocíamos que estas humedades eran persistentes (capilaridad de los muros del edificio)...Qué nos aconsejan hacer? ¿cómo proceder ante esta impulsividad?
El problema que usted expone es muy común, y puede tener dos orígenes:
Primero, podría ser que el inquilino no ventile correctamente la casa: al menos veinte minutos, a diario, incluso en invierno, y con ventilación cruzada, abriendo ventanas enfrentadas.
Y segundo, si tal como describe es por capilaridad, y en piso, no en casa baja, hay que descartar que sea del terreno (confirme si es planta baja o no); entonces lo usual es repasar que el material de agarre de la fachada no esté disgregado, que no haya grietas, y hacer una mineralización del muro. Esta tarea corresponde al casero.
¿Qué hacer? lo primero, y más barato, es denunciar a la Concejía de Vivienda del ayuntamiento correspondiente la inhabitabilidad e insalubridad de la vivienda: previa inspección, emitirán una orden de reparación a cargo del dueño. Si el ayuntamiento se inhibe o no obtenemos el resultado apetecido, lo segundo sería plantear un juicio contra el casero, exigiendo que restaure la vivienda, al amparo del art. 21 LAU:
"Artículo 21. Conservación de la vivienda.
1. El arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido, salvo cuando el deterioro de cuya reparación se trate sea imputable al arrendatario a tenor de lo dispuesto en los artículos 1.563 y 1.564 del Código Civil....".
Este juicio requiere abogado, procurador, y casi seguro un informe pericial.
Hay una tercera posibilidad: que en un edificio en régimen de propiedad horizontal esa obra sea competencia de la Comunidad de Propietarios, por ser el muro (cerramiento de fachada) elemento común.
Una última nota, ajena por completo al consejo jurídico: esos hongos pueden desaparecer si se lava la pared afectada con lejía. Una porción de lejía por tres o cuatro de agua. Con un paño o un estropajo, se aplica sobre la zona afectada. Que actúe como mínimo por 10 minutos. Enjuagar luego.