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programa de Antena 3
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Programa de antena 3
Reproduzco a continuación el mensaje enviado al foro de una de las protagonistas del pasado programa de Antena 3,
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Hola a todos:
Somos Begoña y Jose, los protagonistas del sexto reportaje del programa de referencia.
Formamos parte de vuestro grupo, y de segundas esposas desde hace años, donde os hemos seguido y animado siempre, recomendándoos denunciar ante las instituciones nuestras realidades silenciadas, a las que grupos de presión, financiados con subvenciones públicas, dejan en el olvido.
En mi caso, Begoña, lo he hecho por mi hijo. Si no logramos cambiar este sistema jurídico, social, etc., al menos verá que su madre franqueó su barrera de vergüenza y se enfrentó a que sub-humanos como esos grupos de mujeres la humillen públicamente, para intentar cambiar su mundo. El nuestro, de mi marido y mío ya está destrozado. Pero el de mi hijo, no voy a permitir que sea como el nuestro sin dejarme la piel en el intento. Tan poco me importa mis cinco minutos de gloria que, como decisión premeditada, decidí no peinarme, maquillarme ni vestirme para la ocasión. Quería que lo que digo, y no lo que parezco fueran el único posible interés del espectador.
Mi hijo comenzó, con siete años, a recibir amenazas de muerte de parte de ese hombre de 22 que aparece, desafiante, en pantalla (hijo de mi marido) y su madre. Con esa edad, me decía: "no te preocupes, mami: yo soy fuerte y te defenderé". Como sabemos que todos vosotros vivís situaciones parecidas (transeúntes que pasan de largo cuando chillas pidiendo socorro mientras eres agredido por una mujer: tu ex-mujer), sobran más palabras.
Enviad vuestros casos a todas las cadenas de periódicos, TV, radio, oficinas del Defensor del Pueblo, centros asesores de la mujer (yo pienso escribir a todas y cada de las que han firmado este manifiesto). Denunciad a todos los centros asesores de la mujer y todas las consejerías, diputaciones, ayuntamientos de las que dependen, recusad a todos los jueces que no sean imparciales... Ayudémonos unos a otros. Hagámonos oír.
Por mi parte, Jose, recordaros que empezamos pensando que los acosos serían algo temporal, que irian desapareciendo con el tiempo; y eso ha dado más fuerza a nuestros agresores. Debemos denunciar los hechos en cuanto se produzcan. La verguenza y el silencio no ayudarán a mejorar la situación.
Debemos exigir las mismas posibilidades de protección y ayuda que disfrutan otras personas (las mujeres) y que nuestras compañeras no sean consideradas mujeres de segunda clase, como lo son ahora en que cuando son acosadas por nuestras ex no reciben las ayudas dirigidas a otras personas de su mismo sexo.
Lo que no ha salido en el reportaje es que después de cinco años El Ayuntamiento de Gijón todavía no ha atendido la recomendación del Defensor del Pueblo de gestionar centros de atención a víctimas de violencia doméstica para toda la población (además de las mujeres acosadas por sus hombres) y por ello ha sido calificado en su informe anual 2004 como "Administración entorpecedora".
Además, la juez Soledad Ortega, conocida en Asturias por su parcialidad y desvarios, ha sido recusada en numerosas ocasiones por nosotros. Su esposo, también juez de familia, será el siguiente en cuanto le asignen un asunto que nos afecte. No tengais miedo, ya lo hemos perdido todo.
Un afectuoso saludo.
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Hola a todos:
Somos Begoña y Jose, los protagonistas del sexto reportaje del programa de referencia.
Formamos parte de vuestro grupo, y de segundas esposas desde hace años, donde os hemos seguido y animado siempre, recomendándoos denunciar ante las instituciones nuestras realidades silenciadas, a las que grupos de presión, financiados con subvenciones públicas, dejan en el olvido.
En mi caso, Begoña, lo he hecho por mi hijo. Si no logramos cambiar este sistema jurídico, social, etc., al menos verá que su madre franqueó su barrera de vergüenza y se enfrentó a que sub-humanos como esos grupos de mujeres la humillen públicamente, para intentar cambiar su mundo. El nuestro, de mi marido y mío ya está destrozado. Pero el de mi hijo, no voy a permitir que sea como el nuestro sin dejarme la piel en el intento. Tan poco me importa mis cinco minutos de gloria que, como decisión premeditada, decidí no peinarme, maquillarme ni vestirme para la ocasión. Quería que lo que digo, y no lo que parezco fueran el único posible interés del espectador.
Mi hijo comenzó, con siete años, a recibir amenazas de muerte de parte de ese hombre de 22 que aparece, desafiante, en pantalla (hijo de mi marido) y su madre. Con esa edad, me decía: "no te preocupes, mami: yo soy fuerte y te defenderé". Como sabemos que todos vosotros vivís situaciones parecidas (transeúntes que pasan de largo cuando chillas pidiendo socorro mientras eres agredido por una mujer: tu ex-mujer), sobran más palabras.
Enviad vuestros casos a todas las cadenas de periódicos, TV, radio, oficinas del Defensor del Pueblo, centros asesores de la mujer (yo pienso escribir a todas y cada de las que han firmado este manifiesto). Denunciad a todos los centros asesores de la mujer y todas las consejerías, diputaciones, ayuntamientos de las que dependen, recusad a todos los jueces que no sean imparciales... Ayudémonos unos a otros. Hagámonos oír.
Por mi parte, Jose, recordaros que empezamos pensando que los acosos serían algo temporal, que irian desapareciendo con el tiempo; y eso ha dado más fuerza a nuestros agresores. Debemos denunciar los hechos en cuanto se produzcan. La verguenza y el silencio no ayudarán a mejorar la situación.
Debemos exigir las mismas posibilidades de protección y ayuda que disfrutan otras personas (las mujeres) y que nuestras compañeras no sean consideradas mujeres de segunda clase, como lo son ahora en que cuando son acosadas por nuestras ex no reciben las ayudas dirigidas a otras personas de su mismo sexo.
Lo que no ha salido en el reportaje es que después de cinco años El Ayuntamiento de Gijón todavía no ha atendido la recomendación del Defensor del Pueblo de gestionar centros de atención a víctimas de violencia doméstica para toda la población (además de las mujeres acosadas por sus hombres) y por ello ha sido calificado en su informe anual 2004 como "Administración entorpecedora".
Además, la juez Soledad Ortega, conocida en Asturias por su parcialidad y desvarios, ha sido recusada en numerosas ocasiones por nosotros. Su esposo, también juez de familia, será el siguiente en cuanto le asignen un asunto que nos afecte. No tengais miedo, ya lo hemos perdido todo.
Un afectuoso saludo.
