Diversos estudios han analizado la presencia de rasgos de personalidad como el narcisismo y la psicopatía en diferentes profesiones, destacando especialmente a los abogados y políticos.
Abogados:
Investigaciones señalan que los abogados exhiben niveles más elevados de narcisismo, maquiavelismo y psicopatía en comparación con otras profesiones. Un estudio de la Western University indica que los abogados penalistas puntúan significativamente más alto en maquiavelismo que los especializados en derecho tributario. Además, se sugiere que la formación en derecho podría disminuir el rasgo narcisista presente en estudiantes de primer año.
Políticos con formación en derecho:
La política, especialmente en posiciones de liderazgo, puede atraer a individuos con rasgos narcisistas y psicopáticos. La combinación de una formación en derecho y la ambición política podría potenciar estas características, ya que ambos campos requieren habilidades de persuasión, negociación y, en ocasiones, una actitud implacable para alcanzar objetivos. Algunos expertos señalan que ciertos líderes políticos muestran comportamientos autoritarios, manipuladores y narcisistas, lo que puede estar relacionado con la "tríada oscura" de la personalidad.
Comparación con otras profesiones:
El psicólogo británico Kevin Dutton ha identificado las profesiones con mayor proporción de individuos con rasgos psicopáticos:
1. Directores generales de empresas (CEO)
2. Abogados
3. Personalidades de televisión o radio
4. Vendedores
5. Cirujanos
6. Periodistas
7. Policías
8. Clérigos
9. Cocineros
10. Funcionarios públicos
Este listado sugiere que los abogados ocupan una posición destacada en cuanto a la prevalencia de rasgos psicopáticos, superados solo por los directores generales.
Relación entre abogados y políticos:
La transición de la abogacía a la política es común, y algunos estudios sugieren que los rasgos de la "tríada oscura" pueden ser beneficiosos en ambos campos. La capacidad de manipulación, la falta de empatía y el egocentrismo pueden facilitar el ascenso al poder y la toma de decisiones difíciles sin remordimientos. Sin embargo, es esencial destacar que no todos los abogados o políticos presentan estos rasgos, y la presencia de los mismos no implica necesariamente comportamientos antiéticos o ilegales.
1. La “Triada Oscura” en la personalidad de los abogados: