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Pension/Obligaciones padre/Ayudas madre soltera
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Pension/obligaciones padre/ayudas madre soltera
Hola!
Mi situacion es la siguiente,estoy embarazada de mi expareja pero el no quiere saber nada de la niña,dice q no va a querer verla ni cuidarla ni preocuparse de ella.Segun un amigo suyo abogado,aunque el renuncie a ver a la niña,y a sus derechos como padre tendria q pasar la manutencion.Es eso cierto?O si renuncia ya no tiene obligacion de pasar ninguna pension y tendria q denunciarle?
Por otro lado,el hecho de q el renuncie les priva a los abuelos paternos de poder ver a la niña??Porque ellos si q querrian verla,ademas creo q tb estan en su derecho...
Que pension tendria q pasar a la niña teniendo 700€ en nomina,aun ganando mas en negro q eso imagino no servira de nada.Y por otro lado q ayudas tendria yo como madre soltera...
En fin ese es mi dilema y el mar de dudas q tengo q no se por donde tirar!!
Muchas gracias de antemano.
Un saludo
Mi situacion es la siguiente,estoy embarazada de mi expareja pero el no quiere saber nada de la niña,dice q no va a querer verla ni cuidarla ni preocuparse de ella.Segun un amigo suyo abogado,aunque el renuncie a ver a la niña,y a sus derechos como padre tendria q pasar la manutencion.Es eso cierto?O si renuncia ya no tiene obligacion de pasar ninguna pension y tendria q denunciarle?
Por otro lado,el hecho de q el renuncie les priva a los abuelos paternos de poder ver a la niña??Porque ellos si q querrian verla,ademas creo q tb estan en su derecho...
Que pension tendria q pasar a la niña teniendo 700€ en nomina,aun ganando mas en negro q eso imagino no servira de nada.Y por otro lado q ayudas tendria yo como madre soltera...
En fin ese es mi dilema y el mar de dudas q tengo q no se por donde tirar!!
Muchas gracias de antemano.
Un saludo
Hola, Hartita:
Se puede renunciar a los derechos propios pero no a ciertas obligaciones. La obligación de prestar todo lo necesario para el menor, alimento, techo, educación, sanidad, etc, corresponde a ambos progenitores y es, a priori, irrenunciable. Digo a priori porque puede desaparecer dicha obligación en el caso de que otra persona ocupara el lugar, con todos los derechos y obligaciones inherentes, de uno de los progenitores. Por tanto, el padre, en este caso, deberá hacer frente a dichas obligaciones básicas sí o sí. Si el padre se negara a cumplir con estas obligaciones usted deberá iniciar procedimiento en la vía civil, asistida de abogado y procurador. Como dato adicional diré que hay algunas obligaciones-derechos que, en la práctica, si son renunciables, ejemplo, el régimen de estancia y comunicación. Nadie puede obligar a nadie a querer o a estar con, es más, aunque se impusiera esto por la fuerza creo que sería muy contraproducente para el menor.
Por lo que respecta al derecho de los abuelos a relacionarse con los nietos está recogido como tal en nuestra legislación. El padre podrá renunciar a sus derechos pero no a derechos ajenos, los derechos de los abuelos paternos subsistirán independientemente del posicionamiento del padre.
Sobre la cuantía de la pensión, no existe un método científico para determinarla, la experiencia viene a indicar que esta cuantía suele oscilar entre el 20 y el 30% de los ingresos netos del progenitor obligado al pago, en su caso, una cifra entre 140 y 210 euros puede ser muy factible. No obstante entran otras variables en juego, centradas, sobre todo, en las necesidades del menor, pero no obviando los gastos fijos y demás circunstancias económicas que puedan tener los progenitores.
En efecto, lo ganado en negro es probable que no pueda ser computado, aunque en muchísimos casos es fácil de demostrar, basta con exigir los extractos de movimientos bancarios, no es inusual que junto a la nómina, a renglón seguido, aparezca, cada mes, un ingreso paralelo a nombre de la misma empresa, es el gran “Pluf” de este país que más que beneficiar al trabajador, beneficia al empresario. Es una ilegalidad muy extendida, pero no interesa atacarla, no vaya a ser que junto al tema haya que poner en la mesa otros asociados.
En cuanto a las posibles ayudas de las que pueda ser acreedora dada su actual o inmediata situación, me permito recomendarle que acuda a los Servicios Sociales de su localidad, estos le podrán y deberán asesorar sobre las mismas.
En referencia a ese “no querer verla, ni cuidarla, ni preocuparse de ella” suele ser más habitual en personas jóvenes que no tienen muy claro nada, producto de una todavía no alcanzada madurez más o menos plena, la máxima tan sólo se alcanza cuando entregamos la cuchara, y, quizás, de que se contemple a esa futura hija como algo abstracto, no materializado. Lo normal, hasta donde alcanza mi experiencia, es que esa actitud cambie tras hacerse realidad lo que antes era abstracto. Aunque no lo crea, se despierta en el hombre un paralelo, aunque específico y distinto, al instinto materno, en pocas palabras, lo normal es que “después de” se le empiece a caer la baba al padre por su hija. Las probabilidades juegan a su favor aunque haya lamentables, creo, excepciones.
Le deseo suerte, ánimo, una buena gestación y un mejor parto y que el advenimiento de esa hija constituya un ramillete de felicidad para todos.
Esperando haberle aclarado algunas de sus dudas.
Salvo mejor opinión.
Un cordial saludo
Se puede renunciar a los derechos propios pero no a ciertas obligaciones. La obligación de prestar todo lo necesario para el menor, alimento, techo, educación, sanidad, etc, corresponde a ambos progenitores y es, a priori, irrenunciable. Digo a priori porque puede desaparecer dicha obligación en el caso de que otra persona ocupara el lugar, con todos los derechos y obligaciones inherentes, de uno de los progenitores. Por tanto, el padre, en este caso, deberá hacer frente a dichas obligaciones básicas sí o sí. Si el padre se negara a cumplir con estas obligaciones usted deberá iniciar procedimiento en la vía civil, asistida de abogado y procurador. Como dato adicional diré que hay algunas obligaciones-derechos que, en la práctica, si son renunciables, ejemplo, el régimen de estancia y comunicación. Nadie puede obligar a nadie a querer o a estar con, es más, aunque se impusiera esto por la fuerza creo que sería muy contraproducente para el menor.
Por lo que respecta al derecho de los abuelos a relacionarse con los nietos está recogido como tal en nuestra legislación. El padre podrá renunciar a sus derechos pero no a derechos ajenos, los derechos de los abuelos paternos subsistirán independientemente del posicionamiento del padre.
Sobre la cuantía de la pensión, no existe un método científico para determinarla, la experiencia viene a indicar que esta cuantía suele oscilar entre el 20 y el 30% de los ingresos netos del progenitor obligado al pago, en su caso, una cifra entre 140 y 210 euros puede ser muy factible. No obstante entran otras variables en juego, centradas, sobre todo, en las necesidades del menor, pero no obviando los gastos fijos y demás circunstancias económicas que puedan tener los progenitores.
En efecto, lo ganado en negro es probable que no pueda ser computado, aunque en muchísimos casos es fácil de demostrar, basta con exigir los extractos de movimientos bancarios, no es inusual que junto a la nómina, a renglón seguido, aparezca, cada mes, un ingreso paralelo a nombre de la misma empresa, es el gran “Pluf” de este país que más que beneficiar al trabajador, beneficia al empresario. Es una ilegalidad muy extendida, pero no interesa atacarla, no vaya a ser que junto al tema haya que poner en la mesa otros asociados.
En cuanto a las posibles ayudas de las que pueda ser acreedora dada su actual o inmediata situación, me permito recomendarle que acuda a los Servicios Sociales de su localidad, estos le podrán y deberán asesorar sobre las mismas.
En referencia a ese “no querer verla, ni cuidarla, ni preocuparse de ella” suele ser más habitual en personas jóvenes que no tienen muy claro nada, producto de una todavía no alcanzada madurez más o menos plena, la máxima tan sólo se alcanza cuando entregamos la cuchara, y, quizás, de que se contemple a esa futura hija como algo abstracto, no materializado. Lo normal, hasta donde alcanza mi experiencia, es que esa actitud cambie tras hacerse realidad lo que antes era abstracto. Aunque no lo crea, se despierta en el hombre un paralelo, aunque específico y distinto, al instinto materno, en pocas palabras, lo normal es que “después de” se le empiece a caer la baba al padre por su hija. Las probabilidades juegan a su favor aunque haya lamentables, creo, excepciones.
Le deseo suerte, ánimo, una buena gestación y un mejor parto y que el advenimiento de esa hija constituya un ramillete de felicidad para todos.
Esperando haberle aclarado algunas de sus dudas.
Salvo mejor opinión.
Un cordial saludo
