Un anciano de 83 años con cultura mínima (leer y apenas escribir) contrata con una entidad bancaria un depósito a plazo de 50.000 € a un 3.25% de interés anual, casi nulas cargas fiscales y percepción de la renta mensualmente. El apoderado de la entidad le dice, siempre de palabra, que ese depósito es lo mejor que hay en el mercado y que se puede recuperar en el momento en que se necesite sin penalización alguna. Posteriormente, esta entidad bancaria remite este depósito a la compañía aseguradora de la misma entidad y lo convierte en un Depósito de Renta Vitalicia y le presentan el contrato al anciano para su firma, el cual firma y acepta.
Durante dos años se va cobrando la renta mensual sin mayor problema (unos 1.400 € anuales) pero llegan estas fechas en que las hipotecas están subiendo y con ello los intereses de los depósitos a plazo y, hoy en día hay muchos bancos que ofertan intereses mas altos que el 3.25, y nuestro hombre, ya con 85 años, se encamina a su entidad a solicitar un aumento de interés o bien que le reembolsen el depósito para invertirlo en el banco que mejor interés le ofrezca. Y llega la sorpresa: el interés no se lo suben ni en céntimo, y, según la entidad, el deposito está contratado hasta la muerte del anciano o en su defecto hasta el año 2035, por lo que de devolverlo nada de nada. Eso si, se lo devuelven pagando una penalización del 14% de dicho deposito (unos 7.000 €).
No he leído todavía las condiciones del contrato pero, aunque pusiera todo lo que dicen en esas celebres columnas de la parte de atrás que no se leen ni con lupa, opino que esto es un atraco a mano armada y están jugando con el poco dinero que ha conseguido reunir una persona trabajando muy duro toda su vida.
He oído que esta practica abusiva tiene un nombre y que hay jurisprudencia sobre este tipo de contratos (tanto bancarios como de multipropiedad, compras a través del teléfono, etc.).
A mi, por motivos de parentesco, me toca ir a pegarme con el director de la sucursal. Por favor, aconsejarme por donde le entro aunque me ponga encima de la mesa el contrato firmado por el anciano. Saludos.