Está claro que el temido es de los que van tirando de tarjeta de minusválido ajena. Lo que coloquialmente se denomina "jeta".
En realidad, el que padece la desgracia de tener la movilidad reducida, aplaudiría un mayor control sobre los usos indebidos de esas tarjetas (salvo cuando quienes lo hacen son sus parientes, claro), pues en el fondo, los perjudicados son ellos.
Si no es para es para "perdonavidas ni frustrados", qué haces entrando?
No lo pillas, ya lo sé, no te preocupes: la P con la A, PA, la P con la E, PE...