Desde el pasado 23 de abril mi móvil está colapsado por las llamadas de los aspirantes a usuarios de una tal 'Carmen madurita' que ofrece sus excelencias en MundoAnuncio.com, España, Valencia. Se ha sobreescrito en su fotografía mi número de móvil. En repetidas ocasiones me he puesto en contacto con esta página de anuncios y estoy recibiendo (creo que hablo con una maquinita) notificaciones contraditorias: que han borrado el anuncio, o que no entran en sus contenidos, o que el teléfono está impreso en la foto y por eso no pueden borrar el anuncio... Una locura. Creo que esta anunciante, aburrida de estar pierna sobre pierna, se habrá buscado la vida con otro anuncio en donde aparezca, sin errores, su móvil, abandonando el que tanto quebradero de cabeza me está causando. Llevo días con el teléfono apagado (o eso, o servirle de telefonista a la citada señora) y permanezco incomunida cuando me voy a la calle. En fin, que quisiera consejo legal para ir contra estos sinvergüenzas de MundoAnuncio.com. En Movistar ya he intentado que me ayuden pero, claro, esto es como pedirle, no ya peras al olmo, peras al peral. Muchas gracias por atenderme.
Movistar le puede cambiar el numero sin costo. En Madrid incluso ha dado dos
números sin costo adicional a determinados clientes.
Otra opción es actuar sobre el terminal móvil, pues hay programas de selección de llamadas entrantes, admitiendo solamente las de una lista que se epecifique.
El desvio de llamadas es otra opción.Hable qon la marca de su móvil, o con una tienda de marcas de móviles.
Le agradezco su colaboración. En estos momentos y a la vista del último correo (16 de los corrientes) de esa página, en el que me aseguran haber borrado definitivamente el anuncio, he decicido paralizar las acciones legales que estaba apunto de emprender. Esperaré. En cuanto a Movistar, debo decirle algo que sin duda ya conoce: son menos de fiar que el resto de los tiburones meidánticos que nos rodean. Ya les expuse mi problema, pero el 1004 no está diseñado para solucionar nada. Las extrañas voces que nos llegan de ese número pertenecen a seres robotizados, a los cuales, por cierto, es arduo entender por su acento y la velocidad a la que hablan. No se enteran de nada. Hay que repetirles la historia constantemente. Pero lo más frustrante es cuando se nos van quitando de encima y, por supuesto, cuando la línea 'se corta'. Esto es a lo que hemos llegado en España. Me pregunto por qué no reaccionamos. Por qué, al menos los que utilizamos estos recursos como ocio, no organizamos un 'apagón'. A ver qué pasa. A ver qué pasan con ese Internet tan carísimo, ese teléfono fijo y móvil tan escandalosamente carísimo. Esa estafa constante y creciente.