!La complicidad femenina existe, de eso no tengo la menor duda, la complicidad "feminista" no solo existe, además me aprieta el cuello!.
Ella tienen comportamientos distintos a los nuestros. Muchas veces no queremos entender que somos distintos, ¿es posible que la naturalez nos haya jugado tan mala pasada?. Son millones de años de evolución, millones de años en los que quedamos reflejados en comportamientos distintos. Ellas se arropan unas a otras. Se escuchan, se comprenden, nosotros en cambio hablamos, hablamos, con la única idea de ser los mejores, de ver quien dijo lo mejor y lo más cuerdo. Ellas están en ventaja hay que admitirlo.
Sí, somos los menos favorecidos pero no tenemos credibilidad, porque ni entre nosotros llegamos a ponernos de acuerdo.
¿Es que no vamos a parar todos esta barbarie?,
Yo de momento pienso votar y lo mantengo: No a la Constitución Europea, pues existe un apartado en la carta magna Europea a nuestro juicio incumple el principio de igualdad toda vez que en su Artículo II-83 en su segundo párrafo dice:
“El principio de igualdad no impide el mantenimiento o la adopción de medidas que supongan ventajas concretas a favor del sexo menos representado”.
Elvira, y demás. Para mi existen otras razones por la que votaría por el No, pero esta es la que más me afecta, pues con ella rompemos el principio de igualdad. Y sinceramente, quiero tener los mismos derechos, no queiero que se generen injusticias, ni para mujeres ni para hombres aludiendo que la discriminación positiva estaba escrita en la constitución europea. No se trata de Europa, en Europa ya estamos. Se trata de si el texto, tal como lo están planteando, nos gusta o no nos gusta, y si debieran o no cambiarlo. Se que pocos se lo habrán leido, pero seguro que encuentran más de un motivo para no estar de acuerdo con quienes lo escribieron.
Para mi, vuelvo a repetir el texto actual atenta contra mis principios de libertad e igualdad. Un saludo.
http://groups.msn.com/padresinhijos
avisad a las themistas que seguro que buscan alguna excusa para que esta presunta asesina en libertad sea indultada como la tani...
total ya saldrán diciendo que mató al hombre en defensa propia, que era una mujer harta de recibir malos tratos..
por de pronto sigue en libertad, pero no sólo esta presunta asesina, sino la que en enero degolló en Mallorca a un hombre alemán..
VERGONZOSO, está claro que la discriminación ha cambiado de acera total..
Deseo que la asesina(o presunta) del exalcalde de Formentera encuentre una abogada que la defienda, sin prejuicios morales, aunque de momento no le hace falta, pues sigue en libertad y sin fianza.
Pensiones, Impuestos: el divorciado millonario
La situación afectiva del divorciado, al ser separado de sus hijos, es ya bastante complicada, pero simultáneamente al derrumbamiento de su familia, debe hacer frente a problemas logísticos y económicos acuciantes.
Inmediatamente después del divorcio, la mayoría de los hombres nos enfrentamos a la carencia de vivienda, ya que el domicilio familiar acompaña a la custodia de los hijos, que en el 95% de los casos queda en manos de la mujer. Incluso en aquellas situaciones en que el hombre es co-titular de un préstamo hipotecario para financiar la vivienda, ¡se ve obligado a continuar pagando las cuotas del crédito! de una propiedad nominal que probablemente no volverá a disfrutar nunca. Ningún juez se deja impresionar por esta situación (el divorciado es culpable de algo y debe ser castigado), y el hombre separado además, debe colaborar con su exmujer al 50% de los gastos que los hijos tienen con la madre.
Nadie parece tener en cuenta que un hombre separado que no abandone a sus hijos, tiene prácticamente los mismos gastos que la madre, pues si a pesar de todo consigue acceder a una vivienda, debe amueblarla y acondicionarla para los niños independientemente del tiempo que pasen en ella; y estos artículos no valen menos para el padre no-custodio, las tiendas cobran exactamente lo mismo. Igual con el resto de los gastos: ajuar, ropa, zapatos; bienes que hay que comprar por duplicado, pues los hijos no vienen de casa de la madre con sus cosas, y aunque vinieran, necesitan un espacio propio con el padre para evitar la exclusión mental: los hijos no visitan al padre, van a su otra casa.
Los únicos gastos verdaderamente exclusivos de la madre, son los suministros (gas, electricidad) y los colegios, en el caso de la enseñanza privada no concertada. Pero para hacer frente a estos gastos, el padre-custodio (la mujer) disfruta de una serie de ventajas fiscales que hay que tener en cuenta:
Las desgravaciones en la declaración de Hacienda se las queda en bloque la madre. No es que sea mucho, pero el hombre se queda sin el dinero, y sin el reconocimiento de su esfuerzo. Para Hacienda y para los jueces, el único dinero que cuenta es el que controla la madre, el resto no existe, y no estoy hablando de calderilla sino de cantidades importantes . A nadie se le ha ocurrido pensar, que el hombre separado no vive solo. El hecho de que sus hijos no estén en casa todo el tiempo, no quiere decir que pueda vivir como un soltero, todo lo contrario, a la hora de hacer cualquier gasto, su condición de pater familiae no le abandona nunca.
Tampoco se explica la demencial tabla de retenciones de IRPF que se nos aplica a divorciados: ¡exactamente igual que a los solteros! Incluso la pensión alimenticia, no puede ser imputada como gasto aunque de hecho lo es, pues el gasto necesario para mantener a sus hijos (que tendría que hacer igual aunque no estuviera divorciado) el hombre lo hace antes de pagar la pensión. El hombre separado tiene que mantener dos veces a sus hijos.
Si en el primer apartado ya decía que el padre separado no tiene papel socialmente reconocido con sus hijos, es lógico que nadie haya previsto la financiación de este no-papel.
El ejercicio imposible de la Patria Potestad
Teóricamente, el ejercicio de la guarda y custodia por parte de la madre, no debería interferir la toma en común de decisiones respecto a cuestiones importantes de los hijos, es decir la Patria Potestad compartida. En la práctica, la Patria Potestad compartida es papel mojado si la custodia la tiene la madre.
sigue abajo.......
En la vida real, custodia y patria potestad van indisolublemente unidas, pues, desgraciadamente la mayoría de las mujeres separadas plantean este punto, no como una cuestión ética por el bien de los hijos, sino como un conflicto de poder.
Y bien mirado ¿qué motivación podría tener la madre para compartir las decisiones con su exmarido?, las separaciones fantásticas en las que «...aunque no podamos vivir juntos vamos a ponernos de acuerdo por el bien de nuestro hijos...» no existen ni siquiera en las películas.
Las decisiones entre dos personas que se han divorciado por la imposibilidad de llegar a un acuerdo, y en las que la mujer tiene todo el poder, simplemente se imponen . Esta es la dura realidad, tanto en las separaciones como en cualquier otra cuestión de la vida. Y la Ley actual permite la impunidad práctica de la mujer que decide excluir al hombre de la educación de los hijos.
Esta situación solo se corregiría con la Custodia Compartida, en la que se repartirían al 50% los gastos y el tiempo. Los hijos tendrían garantizada la presencia de los 2 padres, ninguno se podría imponer al otro, se haría innecesaria la fijación de pensiones y disminuiría la conflictividad judicial por transgresiones del régimen de visitas y el impago de dinero.
La Custodia Compartida
La Custodia compartida solucionaría muchos conflictos, pero tiene poderosos detractores instalados en la secta feminista que hoy controla ciertos juzgados de familia, y que conforma la ideología dominante (dominante, no mayoritaria) en los medios de comunicación. Se dice, que la custodia compartida crearía inestabilidad emocional en los hijos, sin tener en cuenta que el precio actual de esa «estabilidad» es dejar a los niños huérfanos de padre.
La custodia compartida es una rutina en muchos países europeos con más experiencia que España en la problemática del divorcio, y hasta el momento, no se tiene noticia de que provoque ninguna inestabilidad emocional. Mas bien al contrario, en donde a custodia compartida está mas implantada ha disminuido la conflictividad judicial en casos de divorcio.
A mi entender, la verdadera razón de la oposición a la custodia compartida hay que buscarla en que supondría una auténtica perdida neta de poder por parte de la mujer en las situaciones de divorcio. Sería imposible manipular a los niños para mantener el control sobre el exmarido, un hombre al que se expulsa de las decisiones familiares, pero del que se desean sustraer recursos económicos para colaborar en la crianza de los hijos. Simplemente se desea perpetuar la actual situación de explotación emocional y económica de los hombres separados, alimentada por los prejuicios y el rencor social.
A los hombres separados
El silencio
De todas las situaciones de injusticia y explotación que acabo de describir, la más insoportable, y posiblemente la más importante, es el silencio y la indiferencia de las Instituciones y de la sociedad en general ante este problema.
Sin esta complicidad pasiva, sería imposible mantener la situación actual, que atenta claramente contra los derechos humanos y contra la Constitución Española, que consagra la igualdad ante la ley, y la no discriminación por razones de sexo. Los defensores del actual status, suelen dar pocos argumentos (no los hay), se limitan a silenciar el debate sobre el divorcio, que es uno de los más importantes que tiene pendientes la sociedad española, y que brilla por su ausencia en todas las elecciones.
Las elecciones
No emito consignas programáticas, pues creo que con en esta carta abierta hay ideas suficientes para ilustrar cualquier programa electoral de cualquier partido político. Le apunto el problema del divorcio desde el punto de vista de un hombre. No es que las mujeres no tengan problemas en las separaciones, pero creo que su versión está ampliamente difundida y escuchada; hasta cuentan con una Institución propia como el Instituto de la Mujer que, desde mi punto de vista, forma parte del problema, no de la solución.
Cuestionar la legislación y los usos sociales del divorcio, es hoy por hoy, un tabú impuesto por la secta feminista. Pero hay muchos votos en juego. Insisto en mi idea inicial: en el divorcio somos numéricamente los mismos, hombres y mujeres. Un político que se atreviera a plantear el tema desde una nueva perspectiva podría encontrarse con apoyos inesperados.
Es muy difícil resumir en pocas palabras los sentimientos de exclusión e injusticia que he ido acumulando desde que comenzó esta experiencia alucinante del divorcio. Le ruego que dedique un poco de su tiempo a leerla. Tenga en cuenta que en unas elecciones en número de votos de hombres separados, es numéricamente igual al de mujeres separadas, aunque nosotros somos política y socialmente invisibles.
¿La Paternidad no existe?
La situación de la madre con respecto a los hijos está bastante clara. La madre no pierde su papel en un divorcio, sigue siendo madre y nadie discute la importancia que tiene para los hijos su presencia. Tanto es así que el 95% de las custodias en un divorcio se dan a la mujer. Incluso la mujer se «beneficia» de una cierto ambiente social que la considera una especie de víctima ontológica, y se la considera a priori «sufridora abandonada», aunque la realidad estadística nos dice que la mayoría de las rupturas están provocadas formalmente por ellas.
Otra cosa muy distinta, ocurre con el hombre. Cuando el matrimonio se rompe, el hombre no solo pierde la pareja, pierde de hecho la paternidad, pues socialmente no existe el papel de padre fuera del matrimonio. No se ve al padre como una figura autónoma independiente de la mujer. Un hombre solamente es padre mientras su matrimonio funciona.
Expectativas sociales esquizofrénicas.
Socialmente, no se sabe que hacer con un padre separado «no culpable», puesto que se supone que un «buen padre» no bebedor, no juerguista, no promiscuo, no puede ser sujeto de divorcio. Si la mujer quiere romper el matrimonio es porque «algo habrá hecho». Nos encontramos así con la primera discriminación sexista; mujer separada: «victima», hombre separado: «algo habrá hecho». Se rompe por tanto el principio constitucional de la presunción de inocencia: esta es para la mujer, para el hombre funciona la presunción de culpabilidad.
Este prejuicio, tiene consecuencias radicales en la relación del hombre con los hijos. Nadie se plantea que hay que proteger esta relación, que los hijos de hoy día tienen «hambre de padre»; simplemente nadie se plantea que haya que proteger una relación (padre-hijo) que se supone, el hombre ha abandonado voluntariamente para hacer su vida.
Es cierto que muchos padres se corresponden con el clásico perfil del abandonador, y cuando esto ocurre, los engranajes del sistema funcionan perfectamente, puesto que es este tipo de padre el que la sociedad conoce y con el que se siente cómoda, aunque hipócritamente le critique. El problema lo tenemos los hombres que en una divorcio, nos negamos a asumir el papel de malos, pues no existe ningún otro papel para nosotros, y además nuestra actitud acaba generando desasosiego entre jueces políticos y periodistas, ya que negándonos a asumir el único papel conocido (malo, abandonador, maltratador, psicópata, alcohólico...) en la práctica cuestionamos el papel de los demás: si no hay culpable no hay víctima, no hay héroe defensor de víctimas. Muchos oportunistas se quedarían a solas con su mediocridad intelectual.
El hombre separado se encuentra así ante una situación sin salida: para que el puzzle encaje y nadie tenga que pensar ni cuestionar nada, debe desentenderse de sus hijos (afectivamente, el tema económico es otra cosa). Si no lo hace empieza a estorbar, y no va a tener el apoyo de nadie; puede incluso que se le acuse de paranoico conflictivo. Pero si finalmente se adapta y tira la toalla en la relación con los hijos, se le reprocha y se le acusa de abandonador. En cualquier caso es «malo» ¿Qué hacer?.
Claro que los debates, en una linea que ya lleva casi 40 mensajes, se van desvirturando. Pero hay puntos en común que no se desvirtuan. Y es precisamente la otra cara de los malos tratos, la otra cara del dolor en los procesos judiciales, la otra cara de tantas y tantas injusticias.
Negar la evidente complicidad feminista en los juzgados es hacer demagogía, o ser aséptico, o simplemente jugar con las palabras. Son demasiados los casos, como el tuyo, que no son tratados de la misma manera y con la importancia debida.
Pero, sin duda, apoyo tu sugerencia, de participar en todo tipo de debates. A ello me sumo.
En fin, tienes toda mi comprensión, y no es una simple palabra.
Estoy de acuerdo con el forero Alberto, de que poco a poco se desvirtua el debate, no quise decir la "famosa" marca de patatas, porque podia tener un efecto negativo, era una simple anécdota, igual que hay conciertos musicales, debates en T.V, donde los invitados es una parte esencial, rifas... Cada colectivo tiene derecho a exponer sus opiniones, igual que ocurre en este foro.
Lo que si hay que estar en contra es de las mentiras, y de las manipulaciones. Por eso los colectivos feministas, para tener mas credibilidad, deberian ser los primeros en eliminar la distorsión ( o no difusión) de todos los datos, y asumir que gran parte de las denuncias son falsas, y si eso se demuestra en un proceso judicial, exponerlo a esas señoras .
Hace unos meses asisti a un debate por un organismo oficial, sobre malos tratos , donde se proyectaba como introducción la pelicula "Te doy mis ojos", el auditorio estaba compuesto en su mayor parte por señoras mayores de 40 años. La psicologa llevó bien el debate, pero después hable con ella, y quedó un poco sorprendida de que los hombres (por mi caso) tuvieran que padecer un tipo de maltrato, que con el transcurrir de los años, elimina tu personalidad y autoestima ,además de infidelidades, de la que me es dificil de recuperar sobre todo si se tiene mas de 60 años. He tenido la suerte de que mis hijos, mayores de edad, conocian la verdad y siempre me han apollado.
Me dió su e-mail para que se lo explicase con detalle, pues ya era caso Juzgado y con sentencia firme, no he tenido respuesta. Por eso creo que tenemos que participar en todo tipo de debates, para exponer también que existe otra cara con los malos tratos.
Una aclaración adicional para evitar malas interpretaciones. Cuando hablar del mas perjudicado o "perdedor" como lo llama invitado, he hecho referencia solamente a la parte material, ya que entiendo que a esta parte se refería él. No creo que quepa duda encuanto al "perdedor" en la parte emocional y afectiva: los hijos pierden a un padre y el padre pierde a unos hijos. La mujer tan solo se libera de aquel a quien no desea.
Intervengo de nuevo porque a pesar de no pretender desviar la atención del tema original, observo que esto ya ha sucedido.
Nuestro amigo “invitado” insiste en que le presentemos PRUEBAS de la percepción bastante generalizada de la existencia de influencias feministas en los juzgados. Lógicamente no tenemos (o por lo menos yo) videos ni conversaciones gravadas donde esto se ponga de manifiesto, pero al igual que no se puede probar que el cáncer de pulmón de un fumador sea provocado indubitablemente por el tabaco, se sabe que el tabaco aumenta considerablemente la probabilidad de ese tipo de cáncer. Tampoco se puede probar que la depresión en una persona sea debida a la época navideña, pero es conocido que esa época es propicia para las depresiones. Si estas percepciones de la realidad que nos envuelve, obtenidas a través de la observación de muchos casos similares, cuando se trasladan al terreno judicial son perseguibles de oficio porque suponen un atentado a la integridad moral de los funcionarios públicos que imparten justicia –personas, no máquinas, y por lo tanto expuestas a la influencia como cualquier otra persona o profesional- creo que prácticamente toda la humanidad debería estar procesada, pues el sentimiento o percepción de que las presiones mediáticas influyen en las decisiones judiciales ( sin desmerecimiento de los profesionales y sin aportar “pruebas”) está generalizado en nuestra sociedad.
En cuanto a la “protección del más desfavorecido” (que siempre se supone es la mujer) para justificar lo que muchos de nosotros consideramos un abuso, por no llamarlo expolio de nuestras propiedades, es incluso más fácil de probar y supongo que ustedes los profesionales acostumbrados a ver y tratar muchas sentencias de este tipo, ya habrán llegado a la misma conclusión. Solo como ejemplo, porque quizás invitado no lo admita como “prueba”, y en mi caso particular ciñéndome al último proceso de modificación de medidas (que no es una excepción respecto a los procesos anteriores) quedó demostrado que si a mi salario (únicos ingresos que percibo) le descuento la parte de pensión alimenticia para los hijos que por sentencia me impusieron y los gastos de vivienda provocados al “echarme” de la mía ya pagada, la cantidad resultante que me queda para vivir es UN TERCIO de la que dispone la madre y cada uno de mis hijos, obtenida al sumar a los ingresos por salario de la madre la cantidad que percibe en concepto de pensión alimenticia y dividirlo por tres( la madre y dos hijos). En estos cálculos no se incluye otros importes muy considerables que ella ingresaba en metálico y no quedó demostrado de donde procedían, ni por supuesto los beneficios exclusivos por parte Hacienda para la madre como regente de la custodia de los hijos, ni el 25% a más que supone el tiempo que los hijos están con el padre y por tanto alimentados por él. No creo que quepa la menor duda ante esta situación ( que sí es cuantificable matemáticamente y por lo tanto sirve de “prueba” objetiva) para determinar quien es el más perjudicado por la separación. Obviamente el nivel de vida que observo en mis hijos no se corresponde con sus ingresos (como he dicho, tres veces superiores al mío) pero sí el de la madre que se permite salidas, viajes, vestuario, cambios de coche, y en general un nivel de vida que no serían posibles con su ingresos declarados.
Sr. Invitado, hay ejemplos flagrantes y sangrantes de esa complicidad femenina. Yo he visto una sentencia, y habrá muchas que no he visto, en la que una jueza otorgaba una serie de derechos a una mujer, que formaba parte de una pareja de hecho, sólo porque suponía que se dedica a las faenas domésticas. ¿Por qué no suponía que fuese el hombre el que se encargaba de ellas, o que al menos se repartían el trabajo entre los dos? Máxime cuando todas las pruebas demostraban que se trataba de una pareja sin hijos, los dos trabajaban por cuenta ajena, y la mujer, además, lo hacía en el extranjero y a unos 2000 kilómetros de distancia de la casa donde se suponía que realizaba esas faenas diariamente.
Permitame que le diga que no es usted quien tiene que probar la inexistencia de los hechos en que se funda una acusacion o pretensión dirigida contra ud.... la carga de la prueba (carga se le llama) incumbe al que afirma, no al que niega, salvo admisión de parte.
Ud NO tiene que probar lo que no ha hecho, pero sí es conveniente que aporte pruebas (que se haya denegado esa testifical tendrá algun motivo, habrá sido por impertinente al caso y supongo que su letrado habrá formulado en su caso protesta para hacerla valer en segunda instancia como prueba denegada en la primera. Tal vez su abogado le pueda explicar esa inadmisión, con más datos.
Todo proceso es lucha, y los matrimoniales lo son aún más, la prueba es que siete años no han bastado para limar asperezas y buscar sobre todo el bienestar de los hijos consensuando las medidas adecuadas.
Ojalá pueda verles más a menudo, puedo comprender su angustia, la he visto en muchos (demasiados) casos.
Saludos.
No soy jurista. El ejemplo que le pongo no es técnico. Es un ejemplo humano.
La asociación a la que me refiero está tratando psicológicamente a mis hijos; no se de qué, supongo de la negligencia a la que su madre les tiene sometidos, pués conviven con ella día a día, yo no conmigo, pués apenas les puedo ver desde hace 7 años.
Su madre es libre de ir a la Asociación que desee. Pero, piense que no tengo ningún tipo de relación con esa persona, pero que ninguno (lamentablemente sería deseable que la tuviéramos en relación a las decisiones sobre los nanos). No entiendo porque está siendo tratada por una psicologa de esa asociación de malos tratos; supongo que será porque su pareja actual la maltratará, pero que no me lo endose a mi tambien, ¿no cree?.
¿Usted se refiere como Prueba a que se demuestre en un juzgado que la madre acude con denuncias falsas y con los recursos de una Asociación de Mujeres Maltratadas a un juicio de divorcio para luchar por la custodia de sus hijos, cuando no ha habido ningún maltrato, ni amenaza, ni nada por el estilo?. Hombre, si a prueba se refiere, tiene usted razón. Tendré que probar lo que no he hecho, claro está. Dígame como lo pruebo, y yo gustosamente le haré caso.
La cuestión es que en el juicio de divorcio (recuerde que es después de 7 años de estar separados), fueron aceptadas como testigos las dos psicólogas de la Asociación de Malos Tratos. Sin embargo, la juez no aceptó que aportara yo como prueba a personas vecinas de donde vivíamos que saben sobre la relación que mantengo con mis hijos y mi responsabilidad con ellos. Es solo un detalle, pero a mi me parece al menos extraño.
En fin invitado, gracias por la suerte, pero le digo que la asepsia es hoy en día uno de nuestras grandes lacras sociales.
hombre, prueba, lo que se dice prueba.....
Un tema.....esa falsedad de la denuncia redactada, ¿ha sido declarada por un tribunal de justicia o se trata de una apreciación personal suya?
Es un derecho de TODAS las partes de un pleito, y no supone de por sí complicidad alguna, la de proponer las pruebas de que intenten valerse y les sean admitidas....ud también podrá proponer la que le convenga en tiempo y forma, y desde luego que podrá pedir la pericial del médico forense (imparcial por su oficio).
El total del material probatorio será sometido a la apreciación conjunta de la prueba que hará el juez en la sentencia. Ya se sabe que el juez decide "iuxta allegata et probata partium, non secundum constientiam suam" se juzga según lo justamente alegado y probado por las partes, no según (unicamente) su conciencia.
Una precisión....el alejamiento a que se refiere la orden nada tiene que ver con la actual o futura situación de su domicilio, sí se pretende en relación al de su ex.
Además ud. está anticipando al parecer el resultado de un pleito.
Y no olvide que la denuncia que ella hace habrá de probarla (no es la primera mujer contra la que se abre diligencias por denuncia falsa, se lo puedo asegurar).
No sé, tal vez un jurista neutral pueda decidir si se ha probado cumplidamente esa "complicidad" que sugiere, como poco, prevaricación.
Suerte en el procedimiento.
Hace 7 años que me separé. Vivimos mi ex y yo a 450 km. Pués bien, tras la solicitud de divorcio, desde hace 7 meses, mi exmujer va a una asociación de mujeres maltratadas con mis dos hijos. Desde allí le han redactado una denuncia falsa de amenazas pidiendo una orden de alejamiento (¿de risa verdad viviendo a esa distancia?), y además ha traido a dos psicólogas (la de las madres y la de los hijos) a declarar en el jucio a su favor.
¿Es ello una prueba de complicidad feminista en los juzgados?
P.D.: Admito mi posición numantina, pero lo es en la lucha por la IGUALDAD, no lo olvides invitado.
No persigo que suscriban mis opiniones.
Tampoco convencerles.
Al menos yo admito que mi postura actual puede ser un poco "aséptica" y que tal vez en otras circunstancias no fuera así. En cambio, algunos de uds. parecen poco dispuestos a admitir duda alguna en sus posicionamientos numantinos.
Sigo esperando, mientras tanto, PRUEBAS (de entre las válidamente admitidas en derecho) sobre esa "complicidad feminista en los juzgados" que constituyan "exceptio veritatis".
No me valen las generalizaciones ni los prejuicios ni las conclusiones no demostradas.
Feliz fin de semana.
Vaya por delante la valoración del respeto en sus palabras y la brillante exposición. Pero, señor mío, la defensa de una posición justa no solo ha de alimentarse de palabras respetuosas y estéticas, sino coherentes y verdaderas. Y como mínimo ha entrado en alguna contradicción:
Dice por un lado respecto a Perdigón que "comprendo que no le guste alguna de las consecuencias de la regulación legal, pero es lo que hay y como ya dije, le supongo dentro del 50% de eternos descontentos con la justicia (los "perdedores" del pleito)".
Amigo Invitado usted no comprende a Perdigón, es una palabra que solo le sirve para adornarse. La regulación legal que hay o habrá, no significa por ello que sea la más adecuada, y las razones serían muchas a debatir. Por otro lado, ningún hombre debería ser perdedor ante la justicia, porque sería la sociedad entera la quién perdiese, por ser injusta con los derechos de los padres y de los niños.
Estoy de acuerdo con usted sobre que "Las leyes no pueden estar hechas al capricho o conveniencia de un particular, nos guste o no".
Pero, lamentablemente si están hechas al capricho de muchos particulares, puesto que las interpretan en la misma dirección: guardia y custodia para la madre y todo lo que ello comporta a nivel económico y social. En ese sentido la voz que levanta Perdigón no es su voz, también es la mía, y la de muchos hombres, todos, y muchos niños, todos, que no tienen el mismo derecho que las mujeres para compartir en igualdad de condiciones los temas familiares.
Cuando afirma que "Si ud. no entiende lo de la atribución del uso de la vivienda a la persona más necesitada de protección, generalmente con hijos menores de por medio, nadie podrá hacerselo entender", ya da por entendido que los mas necesitados son las madres, o ¿interpreto mal sus palabras?. Pues creo que ahí se equivoca en un tanto por ciento, diría yo que importante, en el que los más necesitados también pueden ser los padres.
También afirma que "no hay cultura de la separación" en este país. Cuestión que comparto totalmente, puesto que la cultura que hay es la de la Madre con todos los derechos, hijos incluidos, y el Padre, con los derechos mínimos de progenitor visitador. Si esa es la cultura que hay, no creo en ella y pienso luchar hasta la extenuación por cambiarla hacia una Cultura Igualitaria.
Afirma también que "en estos temas es muy difícil, siendo parte "afectada", guardar la serenidad y la racionalidad". Vuelve a tener razón, y además diré que demasiado equilibrados estamos muchos padres por el menosprecio con el que se nos trata, llegando incluso a vejarnos en muchos casos con: denuncias falsas, bloqueos de la relación con nuestros hijos, desestructuración personal y económica, y muchos otros síntomas de un "afectado", pero producto de la injusticia. Aún así, le diré que mantengo toda el equilibrio posible, por el bien de mis hijos, pero siempre lo dirigiré a la lucha por la libertad. Y se que hay muchos padres que siguen equilibrados, y a los que hay que valorar su fortaleza, puesto que es para derrumbarse.
Dice también respecto a Perdigón que "No le desprecia como hombre ni como nada (yo mismo soy hombre) simplemente no comparto su punto de vista, que desde luego, creo, adolece de parcialidad". Permítame incluirme, por el apoyo total de las palabras de Perdigón que sostengo, y decirle que como mínimo nos desprecia como padres, al jugar con las palabras y no ponerse en nuestro lugar. Un padre que le arrebatan la relación con sus hijos, ¿qué mas razones tiene que dar, si solo pide la igualdad?. Por cierto, usted si muestra una extrema parcialidad, casi reconocida por usted mismo, por cuenta no tiene ni idea del padecimiento que significa perder a unos hijos y ser expoliados en todos los sentidos. No hay peor parcialidad que la de la ignoracia.
Dice también usted que si estuviera en nuestra misma situación "intentaría ser dentro de lo posible "civilizado" y buscar no un enfrentamiento sino una adaptación". Por un lado, ya nos está llamando indirectamente "no civilizados", como mínimo (al decírselo a Perdigón me lo dice a mí). Sin con ello usted quiere decir que se adaptaría a la injusticia, le diré que yo mismo, aún respetándole como persona, no le respeto como padre. Porque un padre (o una madre) debe luchar hasta la extenuación por serlo en todos los sentidos. Nunca pensaré que soy menos padre que la madre lo es de mis hijos.
Finalmente, y en lo que si estoy plenamente de acuerdo es con su última frase, a la que no le pondré ni una coma, respecto a su disertación: "tal vez sólo sean bellas palabras que no pueda suscribir algún día".