Yo no he caído en ningún berenjenal provocado por una equivocación de un funcionario de un juzgado porque fui lo bastante preventiva de irme por el pasillo a buscar otra opinión.
La de un señor que vi por el pasillo con una expresión francamente simpática y agradable que invitaba a la comunición a pesar de llevar una toga negra, le pregunté si podía aclararme una duda, y me respondíó sí claro, soy juez (!!!!! jaja cada vez que me acuerdo de mi sorpresa), tengo un juicio en quince minutos, pregunta lo que quieras (es que tenía una cara tan simpática, alegre y amable, que hasta con toga dudabas de si era un juez). La verdad es que fue muy gracioso, el señor, calvo a pesar de ser joven, pero muy alegre, gastó su valioso tiempo en mí.
Un juez la mar de simpático. Con su consejo y asesoramiento pude evitarme un juicio. Realmente lamento que la gente no tenga experiencias así de gratas en los juzgdados.