en Argentina han liberado los precios de aluileres y el efecto ha sido que de un dia para otro han aumentado en oferta un 170% mas de viviendas
lo contrario se hace en España, jorobar al arrendador, permitiendo okupas, cada vez hay menos oferta de viviendas y por tantol subida de precios
en navidad van a invengar un nuevo sistema de ipc, que será mas bajo que el ipc que teniamos, es decir, lo contrario a lo que un buen empresario haria
Ninguno de los dos sistemas es impecable, por supuesto. Ambos llevan consigo una suerte de tensiones internas, de esas que a veces se intentan esconder detrás de palabras como “eficiencia” o “equilibrio”, pero que se sienten cuando las vives en carne propia. Lo que parece funcionar en un lugar puede desmoronarse en otro, porque las circunstancias, las personas, las historias son distintas.
Lo importante, o más bien lo inevitable, es buscar un punto medio, uno que no sacrifique ni al inquilino ni a quien ofrece la vivienda. Se necesita un marco que permita a ambos habitar el espacio sin temor, sin que uno termine siendo más vulnerable que el otro. Pero cada país debe reconocer su propio tejido social, sus grietas y sus necesidades, para construir algo que realmente se adapte a la realidad de su población.
Yo soy bastante liberal en lo económico, y creo que las medidas liberalizadoras son mejores.
Por supuesto, también soy consciente de que el que vive en una casa aspira a una cierta estabilidad: desde ese punto de vista, medidas como las prórrogas legales (a salvo el derecho de denegarlas por necesidad) son positivas.
Cargar excesivamente sobre una de las dos partes contractuales siempre será negativo para el contrato, y desde luego limitar la posibilidad de adecuar la renta al verdadero coste de la vida es hacer d epeor condición a una de las dos partes, en beneficio de la otra.
En realidad yo veo -opinión persoanl- que para que haya una oferta abundante de vivienda en alquiler, es necesario:
- Lo primero, dejar de criminalizar a la parte arrendadora. Y recuérdese que el 97 % de los arrenadores son pequeños propietarios. No es de recibo que desde el propio gobierno, que debería ser el gobierno de todos, se les trate tan mal.
- Lo segundo, que debería ser lo primero, que un desahucio dure tres meses, fíjese que no pido más: tres meses, con un proceso con todas las garantías de audiencia y contradicción. Esto es perfectamente posible si hay voluntad política, véase lo rápido -y expeditivos- que son los juzgados de VIOGEN.
- Libertad para pactar fianzas y garantías, y recordar que por el contrato de alquiler tu le das a un señor que no conoces de nada las llaves de una casa que te ha costado años y años de esfuerzo pagar.
-Política clara de vivienda pública protegida (ojo: comentario políticamente incorrecto e incluso puede que ilegal a la vista de la Ley de Memoria Histórica): recuérdese a José Luis Arrese, ministro de vivienda que construyó cuatro millones de vviiendas baratas. Debería tener una estatua en cada ciudad española, pero claro, como era falangista... Yo aún estoy esperando las 180.000 viviendas que prometío en campaña el presidente, pero creo que me moriré de viejo y no las veré.