Buenas tardes a todos.He aquí mi caso. Conocí a mi actual pareja hará unos dos años, llevando él ya un año separado con medidas provisionales. Se celebró juicio, con una juez que básicamente no se miró al prueba documental aportada con la contestación a la demanda y demás aportada en el día del juicio, ya que a pesar de estar probado documentalmente que ambos progenitores ganaron durante la última anualidad más o menos las mismas cantidades (probado mediante nóminas y declaraciones de la renta), sentenció que mi pareja tenía que pagar 400 euros por cada niña (son dos) más 250 euros a su exmujer durante un periodo de cinco años a fin de que ella se pudiera reincorporar al mundo laboral (al cual ya estaba reincorporada desde hacía tres años, tal y como se demostraba con las nóminas), pensión a su exmujer que la juzgadora contempló como pensión alimenticia a pesar de que la pensión de alimentos es solo posible mientras exista el vínculo familiar (el cual se rompe con el divorcio). Es decir, equivocándose en el término legal puesto que en tendría que ser o bien pensión compensatoria o bien (aquí en Catalunya) compensación económica por razón de trabajo según el código de familia de Cataluña. No cabe decir que la sentencia ha sido recurrida.
Bueno, la sentencia de divorcio recoge básicamente lo mismo que establecía la sentencia de medidas provisionales, a pesar de que las circunstancias para ambos habían cambiado bastante desde dicho momento. Una encontró trabajo, y el otro se vio afectado por la actual crisis.
Es una situación agotadora. Porque dejando a un lado del tema judicial, donde sí que es cierto que los hombres salen perjudicados en la mayoría de casos (soy abogada y estoy cansada últimamente de oír la misma historia una y otra vez) la situación personal no es mejor. Y es igual a la de muchos hombres divorciados con hijos menores: el juego con los menores por parte de la madre, diciéndoles que si no van a ballet es porque el padre no le da dinero, cambiando el régimen de visitas a su antojo a fin de que coincidan los aniversarios de las peques a ella (las denuncias son inútiles porque total, lo que dicen los jueces es que ha habido un malentendido), grabaciones de las conversaciones telefónicas, grabaciones con cámara para ver en que coche entrega a las niñas, no coger el teléfono para dejar que hablen, entregar a las niñas sin ni siquiera una simple muda de ropa interior, pidiendo dinero por actividades que no realiza, no pagando su parte de hipoteca, denuncias, etc. Y lo último, como un pariente suyo es policía, haciendo que investigue la matrícula del coche (de mi coche) con el que entrega y recoge a las niñas para saber su titularidad y seguro.
Tan solo pido un poco de cordura. Los niños quieren estar tanto con su padre como con su madre. Y así tiene que ser. Pero parece que los padres que quieren ser padres lo tienen difícil. Han dejado de ser padres para convertirse en un cajero automático.
Lo triste de todo es que esta historia es similar a la de muchas personas. Y esto no debería ser así, porque al final los adultos son adultos, pero los niños sufren las consecuencias del chantaje emocional y de la locura de muchos y muchas.
Entiendo que los padres (ambos) deberían hacer un esfuerzo por entenderse, pero probablemente si la guardia y custodia compartida fuese la primera opción, y lo subsidiario fuese la atribución a un solo progenitor, probablemente estas situaciones de abusos disminuirían drásticamente.