´La custodia compartida evita la sensación de pérdida de los hijos´
Escritora. Laforet defiende que debería ser obligatorio que los progenitores compartan la educación de los pequeños tras un divorcio: "Es la opción que otorga más seguridad y permite una recuperación más rápida"
06:38
Silvia Laforet, ayer en el Club del diario. B. ramon
ROSA FERRIOL PALMA La escritora Silvia Laforet desgrana una retahíla de argumentos a favor de la custodia compartida de los hijos a lo largo de las 200 páginas de su libro Amores compartidos. Defiende que esta opción debería ser obligatoria ya que otorga más seguridad a los menores y permite una recuperación más rápida de la ruptura.
—¿Qué le llevó a escribir Amorores compartidos?
—Soy escritora y hace cinco años que me separé. Desde el primer momento tengo la custodia compartida de mis hijos. Hay poca información real sobre el tema. Había mucha teoría pero nadie había escrito cómo se vive el día a día.
—¿Qué consecuencias tiene un divorcio en los hijos?
—La peor es la sensación de abandono. Con la custodia monoparental, los pequeños tienen la sensación de pérdida porque solo ven a los padres cuatro veces al mes. Esta pérdida es muy dura. Hay que acabar con la guerra en la que se convierten los divorcios porque los adultos no somos conscientes del daño que estamos causando en el niño. Los hijos ven verdaderos odios entre sus padres y ello conlleva graves consecuencias.
—¿Los progenitores se olvidan del amor a sus hijos?
—Más que olvidarse, están tan cegados por el dolor que no lo saben asimilar. Por ejemplo, hay madres que llegan a decir que por amor a sus hijos no le dan la custodia compartida a su padre. Desde mi punto de vista, se equivocan en la forma de amar porque cuando quieres de verdad a un hijo no puedes ser posesivo. Aunque no quieras volver a ver a la que ha sido tu pareja, tienes que entender que los hijos sí necesitan la presencia del padre y de la madre por igual.
—Defiende que la custodia monoparental perpetúa actitudes "machistas".
—Constantemente reivindicamos la igualdad. Si queremos igualdad, una mujer no puede asumir sola la educación de los hijos. En este sentido, estas mujeres están perpetuando la actitud machista de que el padre vea a los niños cuatro días al mes para llevarlos al parque de atracciones mientras ellas hacen todo lo demás.
—Tras un divorcio, se reparten la casa, el dinero... ¿y los hijos?
—Los hijos no se reparten, se comparten. La custodia compartida es lo natural. Cuando un niño nace su guarda y custodia es del padre y de la madre. Aunque haya un divorcio, no existe una razón por la cual uno de los progenitores deba separarse del menor porque es un problema de pareja, no de padres con los hijos. Obviamente no vivirán juntos, pero hay que buscar lo más parecido y la custodia compartida es la mejor opción. Desde mi punto de vista, debería ser obligatoria, automática. Hay excepciones como, por ejemplo, en el caso de malos tratos que debe ser monoparental.
—¿Qué ventajas tiene?
—La principal ventaja es que los hijos no tienen la sensación de pérdida debido a la ruptura de sus padres. Tener en igualdad a su madre y a su padre, conlleva que los hijos tengan una mayor seguridad. Y esta seguridad permite que los hijos superen más rápidamente la ruptura si ven voluntad por parte de los progenitores. Hay que tener en cuenta que la estabilidad de una persona no depende de la casa donde vive ni de cosas materiales, la seguridad se alcanza al sentirse querido por parte de los padres. Otra ventaja es que con la custodia compartida se mantiene el contacto con la familia extensa, es decir, abuelos, primos....
—En un divorcio, son típicas las amenazas entre los adultos con los hijos como excusa. ¿Es clave la ayuda psicológica?
—Se viven situaciones terribles, de amenazas y denuncias por falsos malos tratos. Uno de mis consejos es que acudan al servicio de mediación familiar que tienen las comunidades porque ayuda a encontrar el camino más adecuado para salvaguardar el bienestar de los hijos en el proceso de divorcio.