Buenos días, mi duda es la siguiente. Tengo custodia compartida por meses, que nos otorgó el juez junto al uso de la casa nido (hipoteca entre mi ex pareja y yo) durante ese tiempo. El mes que estoy fuera tengo que pagar otro alquiler que no disfruto el mes que estoy en la casa nido, mi expareja sí tiene un piso en el que vive gratis desde hace 2 años en la zona en la que están escolarizados nuestros hijos y está también la casa nido. No puedo afrontar mi alquiler, los gastos de la casa nido (comunidad, luz, agua etc...) y mi ex no quiere vender la casa, o quiere hacerlo con condiciones imposibles. Llevo ya 4 meses de impago de hipoteca. Mi duda es si pueden embargarme la nómina o cuales serán los siguientes acontecimientos y cómo solventarlo (puedo pedir division cosa comun en casa nido?) Gracias
Los prestamos con garantia hipotecaria tienen una responsabilidad solidaria. Es decir, como los titulares sois tu ex y tu, el Banco no reclamará el pago al 50% a cada uno, sino que reclamará el 100% a cada uno de los dos.
Esto quiere decir que, si tu no estás haciendo frente a tu 50% de la deuda, lo estará satisfaciendo tu ex. Claro, tu dirás.... pues que viva la madre superiora!!!!,,,, No es tan facil como parece.
¿Que esta ocurriendo? pues que tu ex, está amortizando mas de lo que le corresponde, pero ella no está desprotegida. Puede pedir la devolución de este exceso, (ojo,.. mas sus correspondientes intereses...), y si tu no puedes devolverlo, puede solicitar la adjudicación de tu porcentaje de vivienda, en pago de la deuda.Y así....ya la tiene comprada.
Si realmente no puedes afrontar los gastos, acude a la via judicial solicitando una modificación de medidas.
Si sigue sin pagar la hipoteca, el banco, como suele hacer en estos casos, podría arremeter con todo su arsenal legal, abriendo un procedimiento que terminaría en el embargo de su nómina. Claro que esto no ocurre de un día para otro; es un proceso lento, meticuloso y lleno de obstáculos:
Embargo judicial: Para que le toquen el sueldo, primero tiene que haber una sentencia que lo respalde. No se engañe, el embargo es el golpe final del banco, cuando ya no le queda más remedio. En realidad, lo que más les gusta es subastar la vivienda, deshaciéndose de lo que consideran una carga.
Límites del embargo: La Ley de Enjuiciamiento Civil, esa que parece escrita para quienes nunca pisan la calle, establece límites. No pueden quedarse con todo su salario, solo una parte si sobrepasa el salario mínimo interprofesional, que en 2023 está en 1.080 euros. Si usted, por ejemplo, cobra 1.500 euros, pueden quedarse hasta con un 30% del exceso. Pero, claro, eso tampoco es consuelo.
¿Qué hacer para escapar de este embrollo?
Negociar con el banco
Si aún le queda paciencia y algo de fuerza, lo mejor es sentarse a hablar con el banco. Intente reestructurar la deuda, pactar un plan de pagos que le permita salvar el pellejo y, de paso, la casa.
División de la cosa común
Si la hipoteca la comparte con su expareja, y resulta que no quiere vender, hay un camino legal: la "división de la cosa común". Es un proceso que puede parecer limpio sobre el papel, pero en la práctica es tan enrevesado como cualquier asunto de copropiedad. Aun así, puede ser su mejor opción para alcanzar un acuerdo más equitativo.
Asesoría legal
Dada la complejidad del asunto, no estaría de más hablar con un asesor. No uno cualquiera, claro, sino uno que sepa moverse en el fango de los asuntos familiares o hipotecarios. Esa persona podrá señalarle la mejor estrategia, siempre que le quede alguna.
Alternativas de vivienda
Si, mientras tanto, el alquiler se convierte en una soga al cuello, puede considerar opciones como compartir piso o buscar algo más asequible. No es el mejor de los mundos, pero al menos le da un respiro mientras aclara el desastre hipotecario.
Lo de la casa nido me parece una locura; además de por muchos otros inconvenientes, tener que mantener tres viviendas en vez de dos es insostenible para muchas economías y tu caso es un buen ejemplo.
El problema que tienes es que el derecho de uso está atribuido al menor, y aunque tienes EN TODO MOMENTO el derecho a la división de la cosa común (art. 400) en caso de venderse a un tercero la carga de la atribución de uso al menor ya está impuesta por lo que la propiedad es invendible a un precio justo, salvo entre vosotros. Mi recomendación sería ir por una de las siguientes vías:
-hablar con tu ex a ver si quiere quedarse ella la vivienda comprándote tu parte. Si tanto cree que vale, que la compre ella. En tu situación hasta reduciendo el precio saldrías ganando, pues que se lo quede ella.
-modificar el convenio y des-atribuir el derecho de uso de la vivienda al menor, idealmente por mutuo acuerdo. Se podría conseguir vía contenciosa pero no es tan fácil. Después de eso vender la vivienda, si la otra parte impone condiciones imposibles de vender, pues o que se la quede ella o a división judicial y que se subaste.
Lo de no pagar (si lo paga tu ex) te puede sacar del apuro momentáneamente pero a la larga no te soluciona nada, porque siendo una deuda de ambos y de carácter solidario todo lo que pague tu ex te lo puede reclamar (y con intereses) vía repetición.
Esto de la casa, nido, amigo, es como esos inventos que parecen geniales en teoría, pero que en la vida real son una auténtica locura. Mantener tres viviendas en vez de dos no hay bolsillo que lo aguante, y Ud. es un buen ejemplo de ello. A fin de cuentas, es una solución hecha para quedar bien en el papel, que sí, que los hijos no tengan que moverse, pero ¿a qué precio? Porque, en su caso, mantener el alquiler, los gastos de la casa, nido y todo lo demás le está asfixiando.
El gran obstáculo que tiene es que la casa no es solo suya, sino de los dos, y, aunque Ud. puede solicitar la división de la cosa común en cualquier momento (artículo 400 del Código Civil, que no se nos olvide), el problema está en el derecho de uso que tiene su hijo. Ese derecho es como un grillete invisible atado a la casa: aunque quisiera venderla, al estar ocupada bajo ese régimen, ningún comprador la querría al precio que realmente vale. ¿Quién compraría una casa sabiendo que no va a poder entrar en ella hasta que los hijos sean mayores y ya no necesiten ese techo?
Ahora bien, vamos a las posibles soluciones, que las hay, aunque ninguna sea sencilla. La primera, y la que a mí me parece más lógica, es hablar con su ex pareja. Si ella está convencida de que la casa tiene tanto valor, pues que la compre, que se quede con su parte. Ud. podría incluso ofrecerle un precio algo más bajo, porque, visto lo visto, con lo que se ahorraría en gastos y líos, saldría ganando.
La segunda opción sería modificar el convenio. Esto implicaría quitar ese derecho de uso de la casa, que está pensado para el menor. Ahora, claro, lo ideal sería que ambos estén de acuerdo, porque si no, el tema se pone más complicado. Eso sí, si se consigue, podrán vender la casa en condiciones más razonables. Y si la ex sigue con sus condiciones imposibles, pues no queda otra que ir a la justicia, que el juez haga lo suyo y que se subaste la casa. Eso es lo que hay.
En cuanto a lo de no pagar la hipoteca, eso le sacará del apuro por un tiempo si su ex asume los pagos, pero cuidado, que ese es un favor envenenado. La deuda es de ambos y, si ella paga, podrá reclamarle a Ud. lo que haya puesto, y con intereses. Así que, aunque parezca un respiro temporal, a la larga le va a volver como un boomerang, y entonces el problema será mayor.
Gracias por las respuestas; no tengo opción de pagarla, tengo muchísimos gastos y tengo que pagar un alquiler el mes que no estoy en esa casa. Las negociaciones son imposibles porque él está encantado con esta situación, intentaremos por la vía legal.