Si sólo fuese su destrucción la que está a la vista, no me importaría, al fin y al cabo, de lo que se siembra se cosecha y ellos se lo habrían buscado.
Lo que me preocupa, y creo que a tí también, es que esos cambios suelen producirse a través de un tremendo baño de sangre y pierden la vida muchísimos inocentes.
Sin embargo, de alguna manera somos responsables del estado de injusticia en que vivimos porque no queremos implicarnos en la defensa del débil ni en combatir los atropellos de los fuertes... digamos que somos muy cómodos y cobardes. Hasta que nos llega el turno y entonces todo son llantos y crujir de dientes.