Lamentable este caso, como todos los de maltrato a menores (físico, síquico, por negligencias, por abusos) y no olvidemos que save the children refleja que mas de dos tercios del maltrato a la infancia lo infringe la madre.
Y claro que debieran depurarse responsabilidades del maltrato administrativo que suponen fallos o negligencias y retrasos en expedientes administrativos y judiciales en que están implicados menores.
Denuncia a la Xunta por darle su custodia a su padre, que la violó durante 4 años
El progenitor asumió la tutela de la joven al salir de la cárcel, donde cumplió condena por abusar de un menor disminuido
Autor:
alberto mahía
Localidad:
a coruña / la voz
Fecha de publicación:
18/6/2011 - Enviar Imprimir Volver Valoración de la noticia 1 , 2 , 3 , 4 , 5 , (46 votos) Envíando datos... Espere, por favor. Gracias. # No es una película, ni una novela. Ocurrió de verdad. Es la vida de una chica que hoy tiene 19 años a la que su madre abandonó a las puertas del juzgado envuelta en una manta cuando solo tenía cinco meses. La recogieron y la llevaron a una casa de acogida, donde pasó su infancia. Nadie la visitaba. Cuando cumplió los 12 años se puso muy feliz, porque su padre apareció en la casa cuna reclamando su custodia. Se la dieron. Lo que no sabía ella era que ese hombre acababa de salir de la cárcel tras cumplir una larga condena por abusar de un niño disminuido. Desde ese día hasta los 16 años fue violada casi a diario por su padre. Al principio lo contaba y nadie la creía. Pero al final logró sentarlo en el banquillo y el individuo fue condenado a diez años de cárcel. Pero escapó nada más recibir la sentencia y nada se sabe de él.
Ahora, esta chica cree que la Consellería de Familia ha de responder por haberla dejado ir con su progenitor. De hecho, la semana pasada su abogado, Manuel Ferreiro, presentó una querella contra la Administración autonómica. Quiere que paguen «el gran dolor» que «me han hecho pasar con su error».
Así fue como transcurrió la vida de esta joven coruñesa, que no entiende cómo la Xunta pudo haberla puesto en manos «de un violador de menores, un individuo que además tenía entonces decenas de antecedentes penales, recién salido de la cárcel, sin trabajo y sin familia».
Dice que siempre estuvo sola, cambiando varias veces de casa de acogida, de amigos. «Mi única familia eran los demás niños. Y algunos educadores, que me daban el cariño que nunca nadie me había dado», recuerda. Cuando cumplió los 12 años y vio que su padre se presentó en el centro de menores queriéndosela llevar, la joven se puso muy contenta. «Al fin iba a tener un hogar, pensaba entonces». Pero muy pronto «comencé a ver cosas extrañas en su actitud que yo no comprendía». Los abusos se sucedían. Ni siquiera cesaron cuando su padre conoció a una mujer y se la llevó a vivir a casa. Ni cuando, fruto de esa relación, nació su hermanastro.
Cuando logró sentarlo en el banquillo de los acusados no encontró apoyos de sus seres más cercanos. Su madre dijo en el juicio que era una niña problemática, que tendía a inventarse cosas. Su padre, por supuesto, dijo lo mismo, negando haberle puesto un dedo encima. Tampoco halló demasiada ayuda en su madrina o su madrastra. Nadie la creía. Menos mal que la policía sí, que descubrió semen del padre en su ropa interior.
Desde la consellería se dice que todavía no les llegó la querella, que la estudiarán «con mucho detenimiento»; si bien recuerdan que el asunto de la custodia se remonta siete años atrás, a septiembre del 2004, «cuando en la consellería había otros responsables, distintos».