Se abrirá el jueves en Donostia, a iniciativa del Gobierno Vasco, y atenderá también otros conflictos familiares
Para no tirarse los trastos a la cabeza. Este es el objetivo del servicio de mediación familiar que el Gobierno Vasco abrirá el jueves en San Sebastián (Larramendi, 1). La oficina atenderá gratuitamente diversos tipos de conflictos familiares. La mayor parte serán divorcios, a tenor de la experiencia adquirida en los centros ya existentes en Bilbao y Vitoria. San Sebastián se suma ahora a las otras dos capitales vascas en ofrecer esta mediación.
Los técnicos de la consejería de Servicios Sociales explican que a este servicio «se acude de forma voluntaria. Pongamos el caso de una pareja que se quiere divorciar. La forma de acceder a nosotros puede ser por iniciativa propia o bien por recomendación de su abogado, a través de la oficina de mediación del juzgado o por derivación de los servicios sociales».
Los técnicos señalan que a la pareja se le ofrece una primera charla informativa. «Si están de acuerdo con el procedimiento, se continúan las sesiones, entre 10 y 15. En ellas, asesorados por profesionales del ámbito del trabajo social, la psicología y del derecho, van tejiendo el acuerdo. El objetivo es que el proceso se resuelva. El documento tiene que ser llevado posteriormente ante el juez para que tenga validez legal».
El servicio pretende que estos procesos de separación concluyan en unos acuerdos «menos lesivos para las partes. Que sean menos gravosos y, especialmente, que les cueste menos sufrimiento a los implicados».
Acuerdos globales
La experiencia recabada en Bilbao indica que las parejas en proceso de separación que han acudido al servicio demandan su intervención para alcanzar acuerdos globales. Es decir, se plantea desde la atribución de la guardia y custodia de los hijos hasta las pensiones, pasando por el uso de la vivienda o cuestiones educativas.
La edad de las personas que solicitan mediación por ruptura de la pareja se sitúa entre los 26 y 40 años. La mayor parte fueron vascos. Los ciudadanos procedentes de Suramérica apenas supusieron el 13% de los atendidos, reduciéndose en el caso de los africanos al 1,6% y al 0,3% en los asiáticos.
Si bien las separaciones copan la mayor parte de las intervenciones, cada vez con más frecuencia acuden ciudadanos con otro tipo de conflictos familiares.
Destacan los problemas surgidos en la relación entre padres e hijos, cuando estos últimos se encuentran en situación de dependencia económica o necesitan compartir la vivienda con sus progenitores.
También se atendieron conflictos surgidos por la atención a familiares dependientes. El ciudadano que reclama mediación es el que está asumiendo el cuidado de la persona discapacitada y considera que esa dependencia se va a agravar en breve y ya no podrá hacerse cargo del cuidado. En estos casos, se pide la mediación para que se impliquen otros miembros de la familia.
Abuelos y nietos
Los problemas de pareja conllevan otro tipo de conflictos colaterales que también han requerido la ayuda del servicio de mediación. Se trata de la dificultad de que los nietos se relacionen con sus abuelos, en los casos en que la separación de los padres haya sido traumática.
La experiencia desarrollada en Vizcaya indica que las personas que acudieron al servicio se muestran satisfechas de la atención recibida. En la memoria relativa a 2009, editada por el Gobierno Vasco, se indica que el 87% de las personas que participaron en el proceso de mediación «se manifiestan altamente satisfechas, aunque en ocasiones refieren haber iniciado este proceso con desconfianza». Esta va desapareciendo en el momento en el que se conoce «la imparcialidad y empatía del equipo profesional y que la mediación ofrece un espacio que facilita la comunicación y la escucha, evitando tensiones que generen daños emocionales y un mayor conflicto, tras comprender que las personas participantes son las únicas responsables en la toma de acuerdos».
La apertura del centro guipuzcoano irá precedida de una jornada sobre mediación familiar que tendrá lugar el miércoles en el salón de actos de Kutxa (calle Arrasate, Donostia). La jornada será inaugurada por la consejera Gemma Zabaleta.