No tienen que ser, ni mucho menos, incompatibles... es más, a veces el ejercicio del asesoramiento legal, correctamente adecuado, puede disuadir a un cliente de iniciar acciones legales, o de llevarlas a segunda instancia, o de concluir un acuerdo pre-judicial entre las partes, vista la "prosperabilidad" de la pretensión....con lo que colaborarían a la descarga de nuestros saturados tribunales de justicia....
Otra cosa es que suele interesar a veces dilatar en el tiempo el cumplimiento de las obligaciones, o que no exista como en otros países una "cultura de la transacción", tal vez sea por nuestro carácter.
Qué se le va a hacer, nos gustan el conflicto, la bulla y el litigio, son más divertidos, y no nos gusta "perder" (al juicio se va como a un partido de fútbol, a ganar aunque sea de penalti injusto) ni al parchís...como decían nuestros vecinos, "Dieu et mon Droit".....
La fórmula del arbitraje ya es antigua en nuestro país, se trata de que cale en el tejido empresarial y social, y eso, suponiendo que pueda darse, lleva su tiempo y profundos cambios sociales....
No sin razón, hay más letrados en Madrid o Barcelona que en todo el Reino Unido.......
Ya lo decía el sabio refranero...."más vale un mal arreglo que un buen pleito" o...."pleitos tengas, y los ganes..."
De todos modos, muchos son los laudos que al final hay que ejecutar forzosamente vía judicial.....
Saludos.
Hasta que el laudo arbitral no goce de cierta naturaleza ejecutiva el arbitraje es un elemento "voluntarista" más. Siempre acabará derivando en el proceso para su real efectividad.
Personalmente creo que no encaja en nuestra cultura del conflicto, como, por ejemplo, el bobby inglés, policía "de barrio" y con "bastón". La policía de barrio nunca ha cuajado en nuestro sistema (por mucho que cada cierto tiempo se insista en ella) y sobre la porra, si a nuestros policías con arma no se les tiene consideración alguna si encima carecieran de ella estaríamos en el lejano oeste. Por lo menos
Yo creo que es cuestión cultural, como comentas. Y sobre todo de explicarle al abogado que puede estar perfectamente identificado en los procedimientos arbitrajes,bien como árbitro o bien como abogado de alguna de las partes..
Se habla mucho de las soluciones extrajudiciales. Pero la verdad es que tenemos muy poca informacion de los Colegios de Abogados. Yo llevo ejerciendo más de veinte años y me gustaria informarme sobre cómo puedo ser árbitro y si es rentable
Bueno, yo conozco varias cortes arbitrales privadas. La verdad es que todas se mueven mucho. Pero las públicas, salvo la Corte Española de Arbitraje no se ve que hagan nada...
El arbitraje es un fenómeno curioso. En mis viajes por Latinoamerica he visto que está muy arraigado en estos países. Sin embargo, en España hay muy poca cultura de estos temas
Yo creo que el arbitraje puede funcionar. los juzgados estan colapsados y se necesita aligerarlos de casos
Por lo que sé se puede compaginar ser árbitro de varias cortes arbitrales. No hay exclusividad. Lo que importa es que el arbitro no tenga nada que ver con las partes que le eligen. Todavía me acuerdo del caso de Kiss Fm y ONda cero, lo eligieron las partes
Para Perry Masón, debido a tus 20 años de ejercicio sabes, sobradamente, que no serás desigando nunca como arbitro ni aunque cien mil veces lo solicitas, salvo que tengas padrino. Conozco a más de uno que lo ha intentado (lo de ser arbitro), que ingenuidad, perdida de tiempo y cabreo innecesario (no hablo de mi por si hay algún mal pensado).
Mi primer asunto, a los dos meses de colegiarme, fue un arbitraje. El árbitro era designado por el Colegio de abogados (omito la localidad). Diré que tuve la suerte de que el asunto fuera favorable a mi cliente, al 100%. Aún así, quizás por la experiencia, soy totalmente contrario al sistema de arbitraje, cuando menos en la forma establecida.
El arbitro, a pesar de no existir una clausula de sumisión (ni expresa ni tácita), solamente tenía una preocupación: QUE MI CLIENTE FIRMARA LA SUMISIÓN Y EFECTUARA UNA PROVISION DE FONDOS A SU FAVOR (Joder, ni siquiera yo llegué a obtener provisión y finalmente tampoco me pago. Hoy, con el paso de los años no me sucedería, o si ¿quien sabe?). El compadreo existente entre el "arbitro" y el abogado de la compañía demandante desprendía cierto tufillo (la verdad es que era nausebundo), y lo digo habiendo transcurrido muchísimo tiempo y habiendo obtenido un Laudo favorable.
Siempre estuve convencido, y cada vez más (he llegado a conocer de las andanzas del "arbitro" y su trayectoria) de que si mi cliente llega a firmar el documento asumiendo la sumisión y abono de provisión nos "cascan" con todo lo "gordo".
Obviamente, sin existir sumisión, y aunque incomprensiblemente se entro en el fondo del asunto, el "arbitro" no tuvo el valor de emitir un Laudo desfavorable.
No se si, como dice el amigo invitado, acabará teniendo calado el sistema de arbitrae en España. Yo, como profesional, recelo en la actualidad del sistema arbitral, como recelo del Tribunal del Jurado. Al fin y al cabo me siente más cómodo criticando a quien es profesional en la dificultosa tarea de Juzgar, porque, no nos engañemos, El Juez, a priori, es imparcial y tiene incompatibilidades, pero ¿Podemos decir lo miosmo de un arbitro que, además de serlo, puede seguir ejerciendo de abogado?
Una última pregunta ¿Quienes son las máximas interesadas en establecer un sistema arbitral? sin duda las garandes empresas. Como decía la Bombi ¿por qué será?.
Perdón Luis Javier, se me olvidó ofrecer una opinión a tu pregunta.
Creo, como ya habrás podido deducir, que no solamente creo que es incompatible de "lege ferenda", sino que moralmente también lo es. Ya sabes aquello de que la reina admás de serlo ha de parecerlo, y otro tan socorrido como el anterior... Zapatero a....
Muy buenos comentarios los del compañero. Yo creo que las grandes empresas tienen intereses en el sistema arbitral para evitar escándalos y que el asunto salga en la prensa...
De todas formas, para comercio exterior, muchas empresas españolas pactan arbitrajes para evitar meterse en los sistemas legales de paises desconocidos..
El arbitraje, como el jurado, necesita de un respaldo institucional. Y de momento, lo único que importa es la violencia de género masculino
Amigo jmp, no creo, por lo ya dicho, que vaya a calar, ni creo que deba hacerlo....tal vez sería mejor la figura del "letrado disuasor" frente a pretensiones manifiestamente infundadas o con escasísimas posibilidades de defensa; pero no creo que llegue a extenderse la figura, no con nuestro sistema judicial-procesal ni nuestra "cultura litigante"....como bien dices, al menos con los juzgados sabes más o menos qué terreno pisas....
Saludos.
Que el arbitraje y la mediación calen en nuestro país depende ahora del Poder Institucional. Creo que debemos de derribar tópicos que somos diferentes a Europa, donde ya hay desde hace años un Libro Verde sobre soluciones extrajudiciales que auspicia la Unión Europea
Un gran pacto entre el Ministerio de Justicia y el Consejo de la Abogacía podría ser el detonante para que el arbitraje se pudiera instalar en nuestro país.
Los juzgados están colapsados, los jueces estresados y las oficinas de reclamaciones no dan abasto
Es necesario un cambio cultural. Enseñar desde pequeño la ventaja de los métodos extrajudiciales y no acudir al juzgado por cualquier cosa.
Ese es el problema se acude al juzgado por cualquier cosa, cuando muchos de los temas podrían ir por otra via, bien mediación o arbitraje
Sabida es, por cierta, la frase de que más vale un mal arreglo que un mal pleito.
Yo siempre lo he preferido y, en la medida de lo posible lo pongo en práctica. Obviamente, ante pretensiones infundadas, no es que haya que desaconsejar, es que hay que negarse a iniciar el procedimiento correspondiente.
Ante un acuerdo nunca un cliente podrá achacar nada al abogado. Con un pleito si se gana es que llevaba razón, si no se gana ya sabemos...que si e labogado se vendió, que si no hizo todo lo que pudo,que si se duerme en los laureles etc.
En definitiva, yo creo que, por lógica y sentido común, el abogado que se precie de serlo se marcará como primer objetivo evitar el pleito. Conseguirlo es el verdadero éxito, mucho más que pleitear y vencer al 100%.
De todas formas, en el despacho en el que trabajo hay ya empresas que nos piden temas de arbitraje. Recuerdo una que vino con un artículo de un periódico económico
La verdad es que ante estas situaciones no te queda más remedio que informarte e intentar dar el servicio, antes que otra firma coja ese cliente