Como mínimo sería un delito de lesiones u homicidio, dependiendo del daño que cause el disparo. Quien dispone de armas legalmente, sabe sin duda que no se debe apuntar contra nada a lo que no se quiera disparar, y mucho menos introducir el dedo en el guardamonte del disparador y hacer presión sobre el mismo por leve que esta sea. Así pues, independientemente de la sensibilidad del disparador, si el disparo alcanza a alguien nos encontramos, no ante una, sino ante dos acciones imprudentes o negligentes: Apuntar y disparar... y eso es mucha imprudencia o negligencia.
Por otra parte, salvo armas modificadas ilegalmente, los fabricantes, para evitar disparos accidentales, calibran la sensibilidad del disparador de forma que el disparo solamente se produce cuando el tirador ejerce una presión de tal intensidad que debe necesariamente ser voluntaria. Por consiguiente, tener un arma con un disparador muy blando es una imprudencia/negligencia más, y ya van tres.