Hola amigos. Esta semana voy a abrir este post de debate. Voy a intentar recopilar alguna información y luego daré mi opinión sobre esta cruenta batalla judicial.
¿Pero qué os parece este caso? ¿Creeis que la imagen politizada de la justicia que llega al ciudadano redunda en la confianza del Poder Judicial y la separación de poderes?
Espero vuestras opinones. Yo colgaré la mía después de informarme un poco de por qué se ha organizado todo este follón. Saludos.
Bien, este es mi reto y esta mi opinión de esta semana. Me encantaría conocer la vuestra sobre este asunto. Un saludo.
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El Tribunal Constitucional está más interesante que un partido de tenis. La pelota va y viene. ¿Quién terminará llevándose el gato al agua? Es el máximo garante de nuestra Constitución, el órgano en el que tendríamos que confiar todos los ciudadanos. Sirve de red frente a cualquier acto que intente desconocer nuestro marco constitucional. Pero ¿por qué está dando tanto que hablar en los últimos días?
Yo estoy encantada con estas guerras intestinas de este Tribunal. Si bien todos los ciudadanos desearíamos que la justicia fuera imparcial e independiente, se sabía que los partidos políticos tenían una influencia trascendental sobre el Tribunal Constitucional, de modo que cuando se trata de resolver cuestiones de primer orden político, parecía primar esto último sobre el valor ideal de alcanzar una justicia constitucional.
Pero esta realidad parece haber cambiado. Si bien los miembros del Constitucional no parecen ser políticamente independientes, lo que está claro es que se ha conseguido una mezcla explosiva que ha convertido a este tribunal en un ente impredecible, y si bien la independencia parecía un objetivo inalcanzable, ahora resulta que pesa sobre él la sombra del futuro incierto de lo que sucederá.
Todo empezó cuando los miembros toman vida propia y uno, que se presuponía que votaba a favor de los conservadores, empieza a hacerlo a favor de los progresistas en asuntos que interesaban al PP, como, por ejemplo, no tener que reformar la Constitución Española para adaptarla a la europea, el rechazo que los jueces del registro civil pudieran cuestionar la constitucionalidad del matrimonio homosexual y el voto en contra respecto al recurso de amparo que presentó el PP contra la Mesa del Congreso de tramitar el Estatuto de Cataluña como reforma estatutaria.
A partir de aquí se abrió la veda. Algunos de los miembros empezaron a votar en contra de su inclinación ideológica contra cualquier pronóstico. Cualquier predicción de los partidos políticos sobre lo que iba a ocurrir en el escrutinio de las votaciones se convirtió en una pura apuesta a las carreras de caballos. Los miembros del Tribunal Constitucional, no sé si independientes, ahora son impredecibles.
Así ocurrió también con el nombramiento de su Presidenta, María Emilia Casas. Es la primera vez que una mujer se hace con la presidencia del Tribunal Constitucional, pero incluso su ascenso fue contra todo pronóstico. Se esperaba que saliera presidente Vicente Conde, pero otro magistrado, Rodríguez – Zapata, presentó inesperadamente su candidatura y dio al traste con todo lo especulado, dado que dividió el voto en el sector conservador. El resultado es que de forma nuevamente impredecible alcanza la presidencia la Magistrada, contra todo pronóstico.
Los primeros tres años María Emilia Casas ha disfrutado de una cierta comodidad en el mandato, dado que curiosamente otro miembro que se suponía conservador votaba a favor de los progresistas. Pero siguiendo con la pauta marcada, un miembro que votaba a favor de estos últimos empieza a decantarse por los primeros, con lo que se le da otra vuelta a la tortilla, y valga la redundancia, todo esto sin posibilidad de mente humana que lo prediga.
Ahora el problema ha pasado al sector progresista. El nerviosismo por la expiración del mandato de la Presidente en junio del 2007 y debido a que estaba sobre la mesa de este órgano tomar decisiones cruciales en relación a las normas legislativas más importantes del gobierno socialista, hace que el Gobierno blinde a la Presidenta y al Vicepresidente a través de una enmienda en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que les permitiría cesar en sus cargos, no en junio, sino cuando se renovara todo el Tribunal Constitucional en diciembre del 2007.
Dos magistrados de este órgano exigen la dimisión de la Presidenta. El PP, por su parte, recurre la prórroga en estos mandatos. Hay muchas cuestiones políticas en juego y las decisiones de este órgano en ciertas materias son cruciales. Todo el mundo pugna por controlar al Tribunal Constitucional, otra cosa es que lo consigan, porque visto lo visto, no aventuraría yo resultados, por si al final la cosa sale justo al revés.
Y seguro que usted, si me ha leído, casi se ha hecho un lío con tanto vaivén, y si ustedes se han confundido, imagínense cómo estarán en el Gobierno, en la oposición y en los gobiernos autonómicos, que tantos intereses se juegan y que pretenden controlar lo incontrolable.
Lo cierto y verdad, si alcanzar algún día la independencia del Tribunal Constitucional parecía un imposible, debido a su alto índice de politización, tengo que ponerle un diez a sus miembros integrantes, porque tal vez no independientes, sí se han convertido en impredecibles y con ello, aunque no sea lo mismo, podrían alcanzarse resultados parecidos en beneficio de los ciudadanos.
Mi opinión es que la credibilidad en el TC está seriamente dañada desde la sentencia del caso RUMASA. Y ahora, en cuestiones con importancia política más de los mismo. No entiendo cómo no se pronunciado aún en el caso del estatuto de Cataluña o ya veremos cómo se resuleve ahora el asunto de la prórroga del mandato de la presidenta. Sinceramente nosotros tenemos que tener presente sus sentencias porque profesionalmente no interesan pero en cuestiones de calado político deja mucho que desear y se les ve el plumero. No sé cómo se podría solucionar, es evidente que el sistema de elección no es bueno pero habría que alejar la elección de los partidos políticos porque en demasiadas ocasiones las sentencia están mediatizadas. Un saludo y deja la olivetti que te puede hacer falta algún día.
Ahí va mi opinión y mi percepción del Constitucional y de la Justicia en general, simplemente como ciudadano que recibe o padece esa Justicia.
España es un país de Juanín o Juanón. Oscilamos de un extremo a otro sin encontrar nunca el bendito equilibrio. Si antes (pongamos en el franquismo) la Justicia era totalmente rígida, según los principios de la época, ahora hemos oscilado hasta el extremo contrario, y parece plastilina. Y tan malo es lo uno como lo otro.
La Justicia se ha contagiado de la nueva "moda" del relativismo moral y político imperante. Por eso, no existe un consenso generalizado en prácticamente nada, y es posible que cualquier cosa se preste a múltiples interpretaciones jurídicas, todas ellas contradictorias, pero todas ellas estupendamente fundamentadas desde el punto de vista jurídico.
Y no es extraño, porque la Justicia hoy se hace desde los aspectos técnicos, desde el Derecho, desde el idealismo, desde el márketing político, desde la mente (y la mente es capaz de manipular y de justificar perfectamente una cosa y su contraria).
La Justicia se debería hacer más desde los principios, los valores, la sabiduría, el equilibrio, la prudencia y la realidad social (una justicia idealista que no tenga en cuenta la realidad no es una buena justicia).
Pero la Justicia la hacen y aplican personas, así que todo el problema de la Justicia es sencillamente el siguiente: ¿tenemos jueces y juristas sabios, prudentes, equilibrados, con principios y valores, y que tengan en cuenta la realidad social? La respuesta es NO (tampoco tenemos políticos con esas condiciones).
Siempre he pensado que para determinadas profesiones o puestos de vital importancia en una sociedad (médicos, jueces, abogados, políticos, etc.) se debería exigir algo más que simplemente un buen curriculum técnico o muchos años de estudio o antigüedad; se debería exigir fundamentalmente un buen equilibrio psicológico y una conciencia de servicio a la sociedad.
Otro problema es la sacrosanta independencia del Poder Judicial, que deriva al final en un ente totalmente heterogéneo e incontrolado. La Justicia NO debería ser independiente, debería estar supeditada a la Sociedad, y su labor debería estar controlada de alguna manera eficaz. Pero, ¿quién controla a un juez? ¿Otro juez? ¿Quien controla a un tribunal? ¿Otro tribunal? ¿Se le exigen resultados a un juez? ¿se castigan los errores de un juez desequilibrado, indolente o poco profesional? ¿Los jueces son elegidos y depuestos por los ciudadanos?
La Justicia tiene aún menos democracia real que la Política. Los jueces y fiscales deberían ser elegidos y cesados por los ciudadanos.
Al final, la Justicia que tenemos está en sintonía con la Política que tenemos, con la Sociedad que tenemos y con los ciudadanos que la formamos...
Estoy de acuerdo contigo. El sistema de elección de jueces y fiscales es una basura que hacen reir a más de siete, salvo cuando estás supeditado a la justicia, porque entonces el chirriar de dientes se escucha hasta en sebastopol. Me parece una vergüenza el poco contacto que el Ministerio Fiscal tiene con las víctimas, con la investigación de las causas y lo que me parece más vergüenza todavía es la mentalidad funcionarial (apruebo oposición, cobro puntal, que os den ...) que hay en España. Siempre me he cuestionado si el sistema de elección popular de estos cargos sería el mejor, pero visto lo visto, parece que sí. Porque si ya hemos admitido que el Constitucional es un órgano totalmente politizado, donde uno entra por venir "recomendado" por este o por aquel partido político (luego otro tema sería que la gente usara el voto en contra del partido que le llevó hasta allí, seguramente no por justicia, sino por broncas con gente de ese partido o guerras intestinas en el propio tribunal), pues entonces que sean los ciudadanos los que los voten, y aquí se acabó el mamoneo pero mañana.
No sé quién me dijo que en Estados Unidos había menos funcionarios que en España (si uno mira los kilómetros de diferencia es un dato abrumador), pero para mí el sistema estadounidense de trabajo es el mejor en muchos aspectos. Que la gente se pueda eternizar en un puesto de trabajo porque una vez aprobó un examen, aunque posteriormente se haya dedicado a sacarse brillo a las bola, y no haberse responsabilizado ni lo más mínimo del empleo que desempeña, no me parece acertado. Estoy de acuerdo contigo, habría que idear un sistema diferente, que garantizara mejor los derechos de los ciudadanos, y no idear bancos donde la gente se pueda eternizar, aunque sea leyendo el periódico y tocándose los cataplines, dándole igual Juanín, Juanón, ocho que ochenta. Saludos.
MACF, gracias por dejarme conservar la olivetti, llevas razón, quién sabe si me pudiera hacer falta; prometo no volverla a poner a la venta, ni la olivetti ni mi instrumental de encaje de bolillos, por si acaso. :D
Esto es lo que confirma que la theria de la division de poderes es solo eso una theoria. Montesq. Cuando la plantea la hace en un contexto determinado y una situaicon tengamos en cuenta que hay una francia que resurgue de las cenizas de modelos arcaicos y nefaso como es el propio Feudalismo social. citemo por lo tanto a Hegel o Heidemang para poder entender el asunto de nuestro mas alto tribunal, pero tambien tengamos en cuenta que nuestra querida España, este gran pais sangrante y lleno de esperanza es muy peculiar por lo que todo es posible..... un saludo
Bueno, no es que sea una teoría, es que evidentemente hay personas con intereses en juego que les encantaría convertirla en papel mojado. Pero es ahí donde se deberían de encontrar con el muro de la ciudadanía. Saludos.
Lo dijo el insigne Guerra (a la sazón vicepresidente del Gobierno) cuando los socialistas nagaron por el famoso "rodillo" en 1986: "Montesquieu ha muerto".
Si la Constitución ya definió un gobierno judicial politizado, con la reforma llevada a cabo por el PSOE la politización fue total. Además ésta se fue extendiendo como un virus por todas las salas del Supremo y los TSJ que más tarde se fueron constituyendo, llegando incluso a las Audiencias Provinciales.
Del TC pues qué decir. Si su composición es íntegramente designada por políticos: gobierno, Cortes y CGPJ (ya politizado). Ahora para más inri de vez en cuando tiene sus peloteras con el TS, por si faltara alguna guinda al pastel.
Maica, mejor sería que habrieras un hilo nuevo sobre el funcionariado, que tiene tela también. Vamos camino de los 3 millones de funcionarios (dato de un periódico de hoy precisamente) con un índice de productividad cada vez más bajo. Lo cierto es que cada vez hay grupos de ellos que trabajan como negros pero que no pueden cubrir lo que la ya mayoría de ellos no hacen y llevan mucho tiempo sin hacer. Debería acabarse de una vez por todas el puesto fijo para toda la vida sea uno un lince o un vago inepto. El país, ni éste ni ninguno, puede permitirse una sangría semejante. Todo ese coste debe recaudarse necesariamente de lo que genera el sector privado, el único que realmente genera riqueza tal y como se entiende. Mientras que en el sector privado se siguen haciendo jornadas de 10-12 horas diarias (o más), pues la vida está cada vez más dura y competitiva (habría que preguntar a los miles de autónomos cuántas horas trabajan), los privilegiados funcionarios se quejan porque hacen 37,5 y aspiran a las 35.
Eso es una guerra que está perdida de antemano.
Corren rumores que lo mejor es aprobar una oposición, porque así se cobra un sueldo fijo sin problemas y se trabaja poco. Eso es lo que nos han dicho a más de uno muchas de nuestras familias, cuando les dices que vas a montar o que has montado una empresa o que quieres ser autónomo. No te digo nada cuando eres mujer y toda la familia se te echa encima diciendo que si eres empresario ¿cuándo tendrás familia y cuándo tendrás hijos?
Si empezamos a reconocer que aprobar una oposición es estudiar una serie de años para luego tirarse a la gandinga, ya empezamos mal.
A todo esto, alguien tiene que pagar el pato, y suelen ser las personas que trabajan en las empresas privadas por tres duros, explotados y cobrando por fascículos.
A estos últimos les aconsejan que la solución no es mejorar las condiciones laborales, noooo, es aprobar una oposición para no volver a dar un palo al agua en su vida. Es como una pescadilla que se muerde la cola ...
Yo hace siglos que no sé ni lo que son los puentes, ni los festivos, ni las vacaciones ... Espero sacar algo en claro, cuando veo que por mucho que uno se esfuerce, luego se topa con el muro imbatible del funcionario.
Comentario de un funcionario del Juzgado este verano: Voy a recoger unos autos para hacerme fotocopias. Me mira y me dice: Nooooooo, vuele en septiembre .... que mi compañero no está. Y le digo yo: La ausencia de tu compañero es causa de suspensión de un procedimiento CON REO EN PRISIÓN!!! Y me dice: por qué no te vas de vacaciones como todos y vuelves en septiembre. Comentario mío: porque no vivo tan bien como otros ... Penoso.
Yo fui funcionario y prefiero no comentar ampliamente lo que ví porque siempre pagan justos por pecadores. Mientras unos curraban como negros (la minoría) otros paseaban papeles y hacían el zángano todo el día, y algunos ni venían al trabajo autorizados por los jefes. Pero en general allí no se trabaja ni el 5% de lo que uno hace en el mundo privado. Es más, si la cosa pública tuviera la productividad de éste habría superavit pero real, no de boquilla o maquillado como ahora.
Luego algunos se quejan de que cobran poco, como si merecieran más.
En fin, me abstengo.
A ver cuanto tarda en aparecer la lapa zarapastrosa. 5, 4, 3 .... YA.