Yo lo vengo diciendo desde hace tiempo, se está condenando a hombres con denuncias verdaderas COMO MALTRATADORES sin serlos, en una discusion aislada de pareja ¿ quien no ha insultado a la suya alguna vez? y meto también a las mujeres, pero claro la ley no las penaliza a ellas y si a ellos
«El abanico de delitos por maltrato es tal que ya no hace falta ni fingirlo»
09.11.10 - 01:04 -
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* campos obligatoriosEnviarEl profesional ha dirigido en la Escuela de Enfermería de Cádiz un ciclo de ponencias sobre el diagnóstico de daños psíquicos .Alberto Villarejo Coordinador de la Unidad de Valoración de Violencia de Género.Hasta qué punto una agresión, un accidente o una situación de maltrato puede originar un daño psicológico. ¿Se puede cuantificar el dolor del alma? ¿El miedo? ¿La depresión? La tarea de valorarlo y de determinar si ese daño supone un delito recae en unos profesionales que actúan en la sombra: los forenses, relacionados casi siempre con los muertos, pero que también trabajan a diario con los vivos. Ayer, una veintena de estos médicos vinculados con la criminalidad asistían en la Escuela de Enfermería de Cádiz a un ciclo de ponencias sobre valoración de daños psicológicos, organizado por la Consejería de Justicia e inaugurado por el delegado en Cádiz, Gabriel Almagro. Alberto Villarejo Ramos, coordinador de la Unidad de Valoración de Violencia de Género del Instituto de Medicina Legal (IML) de Cádiz ha sido el encargado de dirigirlo. En esta entrevista, explica las dificultades y obstáculos de esta labor, en la que inspeccionan las heridas de las víctimas que no se ven. -Valorar lesiones físicas debe ser más fácil. ¿Cuáles es el obstáculo principal de peritar qué daños sufre una persona en su mente?.
-Una contusión, una herida, una fractura, como dice, se ven de manera más objetiva, por ejemplo con una radiografía. El peritaje psíquico, en cambio, está expuesto a la subjetividad del forense, pero sobre todo, a la excesiva subjetividad de la persona que es explorada: desde la ingenua, sin ningún tipo de intencionalidad, a la del paciente que claramente quiere simular y finge. No es extraño ver gente que quiere sacar la máxima rentabilidad de su padecimiento, y que lo simula o lo exagera.
-¿Se encuentran ustedes con muchas víctimas que fingen? Por ejemplo, en cuestión de malos tratos.
-Como ha dicho durante el curso, el magistrado Manuel Grosso -presidente de la Sección 3ª de la Audiencia Provincial-, es tal el abanico de conductas delictivas de un hombre sobre una mujer, que prácticamente no hace falta fingir o que se denuncie en falso, porque cualquier cosa es delito. Por ejemplo: una mujer puede denunciar que su marido la ha insultado y no ser falso, porque en una relación de pareja con frecuentes peleas es muy pensable que haya un insulto o muchos insultos. El problema quizá sea de la ley. Por eso los jueces tienen que matizar hasta qué punto una conducta se puede considerar como violencia doméstica o no.
-Como perito, ¿queda en sus manos determinar si una víctima miente?
-A veces nos piden que valoremos lo que se llama «la credibilidad de los pacientes». Pero nuestro trabajo es diagnosticar los posibles trastornos mentales de la mujer denuncia, y si ese trastorno es consecuencia de la situación de violencia que está denunciando. Cuando se piden test de credibilidad se lo solemos mandar a los psicólogos que trabajan con nosotros (en el Instituto de Medicina Legal).
-Esos test son muy cuestionados porque hay profesionales que los tachan de ser poco científicos.
-Bueno, los estudios de este tipo están diseñados para niños que son objetos de abusos sexuales. Así que cuando se aplica a adultos, se piensa que el test pierde validez. La discusión está entre los psicólogos: los hay que no le dan fiabiildad. Y otros le dan mucha credibilidad, aunque aún así, asumen que tienen un margen demasiado abierto y no pueden decir «esta persona miente y ésta no».
-Aun así los jueces los reclaman para determinar si una mujer miente al denunciar a su marido.
-Tampoco hay unanimidad en eso. Hay jueces que tampoco creen en esos test, porque les suena a magia potagia y creen que no tienen fundamentos científicos. Otros, en cambio, sí los piden.
-¿Es posible superar un daño psicológico fruto de un maltrato?
-La mayoría de los casos que nos llegan son trastornos adaptativos, que reaccionan con ansiedad o depresión. Esto se puede mejorar, incluso curar. Tienen tratamiento.
-La Fiscalía de Cádiz denunció en su última memoria el retraso que sufre la Unidad de Valoración que usted coordina, por la sobrecarga de trabajo. ¿Impide este atasco la eficacia en el peritaje?
-Este año hemos conseguido reducir las listas de espera, primero porque el número de peritajes que solicitan los tribunales ha descendido y porque hemos reestructurado la forma de trabajar. Es cierto que las valoraciones psicológicas tienen una lista de espera de varios meses, pero las de los médicos forenses están controladas. ¿Otra Unidad? Yo diría que sí, siempre se agradece que nos alivien la carga de trabajo.
-No sé si les llegará al IML la niña de 10 años que ha dado a luz. ¿Cree que podría sufrir daños psíquicos?
-Problemas orgánicos, probablemente sí. Problemas psíquicos, depende del ambiente en el que se desenvuelva. La madre decía que en su entorno, en Rumanía, es muy normal que niñas de esos años se queden embarazadas. Esas niñas no tendrían problemas. Pero el escándalo formado en torno a ella sí que le podría crear una presión que le cause alguna anomalía. Habría que dejarla convivir con toda la naturalidad con su familia, porque posiblemente se desentienda de sus labores como madre y las asuma la abuela. A lo mejor así se consigue que no pierda la infancia. Pero si tratamos de hacer que la niña se comporte como madre, sí la perderá.