He estado revisando los mensajes de los dos últimos meses, y viendo su talante personal (principalmente), aparte de su nivel profesional,me atrevo a pedirles consejo.
Estoy divorciado hace tres años.Mi hija tenía 10 años y me pareció el momento adecuado.Mi relación con ella era maravillosa.Y aunque mi relación con mi exmujer era correcta y cordial,distaba mucho de ser una relación conyugal y yo no podía seguir mas así.
Ella no quería separarse.Pretendía una pension indefinida,aunque al final llegamos a un reñido mutuo acuerdo.Ella se quedó con el mejor piso (teníamos dos),con una pensión compensatoria de 84.000Pts durante tres años aunque trabajara y una alimenticia para mi hija del mismo importe.El régimen de visitas mínimo, dos fines de semana al mes,un par de tardes y un comentario en el acuerdo en el que se decía que mi relación con mi hija sería "amplia y fluida".
Muy pronto inicié una nueva relación con una persona conocida por los dos.Mi exmujer la culpó de la separación.
En un principio,cuando mi relación con mi hija era muy fuerte, mi exmujer la prohibía verme mas tiempo del mínimo estipulado.Y buena parte del fin de semana que estaba conmigo,se iba en explicarle a mi hija que yo la quería, que mi nueva relación no tenía nada que ver, que su madre se repondría pronto y que debía dormir en su cama (durante seis meses dormían juntas y mi hija me decía que ella era su mejor amiga y debía ayudarla y consolarla).
En presencia de mi hija, mi pareja ha sido amenazada por teléfono,insultada en la calle,yo he sido insultado por teléfono,colgado,dejado el teléfono descolgado para que "no molestara".Ha oído auténticas barbaridades de mi pareja y de mí.
Aproveché el tramite del divorcio para pedir al juez una ampliación del régimen de visitas,pero para entonces(un año después de la separación)la niña empezó a decir que"la cosa estaba bien así"y solo conseguí añadir dos tardes al mes.La juez se mostró contraria a una revisión psicológica.
Mi relación con mi exmujer es mala. Se limita a mandarme en algunas ocasiones SMS con recados.
Durante dos años y medio (hasta el pasado verano),la relación con mi hija se mantuvo,con altibajos,en niveles aceptables.Aceptaba razonablemente a mi pareja(vivíamos separados aun)y sobre todo a su hija,de parecida edad y a quien denominaba "medio hermana”. Asistió a eventos familiares de mi pareja y míos, vacaciones,salidas de fin de semana, etc.
El verano pasado anuncié a mi hija que empezaríamos pronto a vivir juntos.Sus resultados académicos habían bajado(dos suspensos)y tenía trabajos de recuperación en sus vacaciones de verano.La mitad que estaba conmigo,debía hacer deberes que su madre supervisaba (es profesora).Me dijo en un momento dado quesu madre incluso "la felicitaba".Por un mensaje de su madre supe que no era verdad,la regañé e hice que fuera a su casa para comprobarlo.Cuando llegó,le dijo a mi exmujer que era muy infeliz conmigo, que poníamos mala cara cuando nos hablaba de su madre y algunas otras cosas por el estilo.
Cuando me enteré la regañé de una manera muy fuerte (reconozco que la grité, se lo reproché, incluso la llame falsa y canalla).
El caso es que me dijo que se iba con su madre,y yo en mi enfado la dejé marchar.Desde entonces, solo ha dormido un par de noches en mi casa.
Y desde entonces nuestra relación se ha deteriorado de una manera muy rápida.He intentado llegar a acuerdos con mi hija para volver a retomar el régimen de visitas.Incluso le hice escribir en un papel el resultado de los mismos para que lo recordara.
En cinco ocasiones hemos llegado al acuerdo de que lo retomaría,pero días antes de empezar el fin de semana,me llama por teléfono reclamándome“el dinero de ingles”(actividad extraescolar a la que contribuyo),acusándome de estar en una secta (mi pareja es Budista),diciéndome que hasta que no participe en la compra de un ordenador no estará conmigo, exigiéndome que le busque algo en internet,de formas déspotas e inmediatas(en la ultima me“mandó a tomar por saco”literalmente cuando le dije que viniera a mi casa y lo buscábamos juntos),reprochándome que ya no le paso pensión compensatoria a su madre,etc.
Mi hija se está apartando de mi y yo no sé que hacer.
Mi abogada (buena profesional y buena persona) me dice que puedo todavía forzar a que se cumpla el régimen de visitas (le falta poco para cumplir 14 años) pero no me lo recomienda “por el efecto rebote”,“que es mi cruz”,que no la exija demasiado,que ceda en parte a sus pretensiones.
Su tutora del colegio no sabe qué decirme (sus suspensos ya son ocho en el último examen) y me dice que ceda un poco “y la malcríe, a otros padres les va muy bien con eso”.
Y yo no sé qué hacer y estoy perdiendo a mi hija.
¿Debería forzarla a estar conmigo de nuevo?
¿Pueden darme alguna sugerencia?
Pd.- Siento la extensión. Falta mucho por contar. Escribir y resumir esto me ha llevado más esfuerzo del que pueda parecer.
Por lo que cuentas tienes pocas opciones, bien fuerzas el cumplimiento de las visitas, cosas que por supuesto no te recomiendo, por que el amor y el cariño no puede ser forzado.
Lo que creo que deberías de hacer es hablar con la madre (aunque tengas que aguantar algún improperio) y pedirle que no ponga a la hija contra ti.
Por último, y quizás la última solución es que rompas con tú actual pareja, para intentar que todo vuelva a la normalidad y así puedas recuperar a tú hija. Pero claro, eso lo tienes tú que valorar.
Suerte, que creo que te hará falta.
tu hija sufre del "sindrome de alineacion parental" una de las mayores formas de maltrato infantil y que sucede cuando una de las partes, la que tiene la guardia y custodia pone en contra del otro progenitor a su hijo y ejerce una inculcación malisiosa sobre el mismo.
En Europa hay sentencias contra madres por el p.a.s( parental alienation sindrome) y está muy considerado, en España aún falta concienciación al respecto
Paco, no me sorprende en absoluto lo que cuentas. Los hijos de padres separados pasan, aunque parezca que no es así, por el mismo o peor trauna que sus progenitores ante la crisis matrimonial.
Cuando son muy pequeños es muy habitual que entren en "un conflicto de lealtades", máxime si los padres se pelean y la separación no es civilizada. Los hijos a esas edades sienten que ellos son los culpables de la separación de sus padres y sufren por ello. No obstante, a medida que van creciendo y son conscientes y han asimilado por completo la situación (14-18 años), no en pocas ocasiones, se aprovechan descaradamente de ella. Se vuelven egoistas y manipuladores. Nadie les puede regañar, no admiten voz de mando alguna y juegan con la propia disputa o desavenencias de sus padres.
Lo anterior, Paco, es lo que entiendo que está pasando con tu hija, ni más, ni menos.
Paco, no te preocupes en exceso, vive tu vida con tu actual pareja e intenta mantener contacto con tu hija, bien directo (no dejes de llamarla), bien indirecto (a través de su centro escolar, tutores). Si tu hija te pone excusas o no acude a las visitas, no fuerces la situación sería a mi juicio un grave error (además sería absurdo dado que tiene ya 14 años), déjalo correr pero sigue llamando e interesándote por ella (no dejes de hacerlo). Ante todo eres padre y por tanto debes mantenerte firme en tus posiciones y no ceder a sus presiones. Tu hija debe ser consciente que tiene un padre que además, le guste o no, es firme en sus posicionamientos o pautas educativas. Si tu cedes, vuestra hija os manipulará a su antojo, será dueña absoluta de la situación, sobre todo, si por desgracia, no existe una comunicación fluida con tu ex-mujer y además tampoco existe posibilidad de mantenimiento futuro de la misma dado que es obvio, por lo que cuentas, que tu ex-mujer, a pesar de los años pasados, no ha aceptado ni asimilado la separación y mucho menos el que tú tengas ahora una vida independiente a ella (a tu ex-mujer, además, le costará salir de esa situación).
Todo ese ambiente se está trasladando a tu hija y ésta lo está captando y lo utilizará para lo que quiera o desee. Quizás Paco ni la madre sea la que pone a tu hija en tu contra como tú piensas, es la situación creada y mantenida, así como la edad tan conflictiva de tu hija (14 años) la que ponen el resto. Los problemas de educación los tendrás tanto tú como su madre y eso es una cuestión de difícil arreglo, aunque las cosas, a mi juicio, no se pueden poner fáciles a una niña de catorce años.
En fin, espero que mis palabras te sirvan de algo, no obstante, es tan solo mi opinión.
Considero el posicionamiento de "Alegato" muy acertado y lo comparto en su totalidad.
No puedes tirar la toalla, tu hija se lo merece.
No puedes convertirte en un "mal recuerdo" debes de ser siempre "su prensente y su mañana".
Si no quiere oirte, recurre al sistema tradiconal de comunicación enviale cartas, postales, fotos, comparte con palabras vuestros recuerdos, hazle participe de vuestro futuro.
La niña, queramos o no ha pasado de tener una familia, a tener dos. Ella no ha elegido esta situación se ha visto abocada a ella. Mantente firme pero sé comprensivo.
Suerte.
tengo una amiga casada con un chico en tu misma situación, además la edad de la niña es similar, 13 años. El problema en el caso que te digo es que la madre es una loca peligrosa, que utiliza a su hija porque no ha asumido una separación que se llevó a cabo hace ya casi 12 años. Lo peor de todo esto es el cacao mental de la niña y lo que la hacen sufrir. Sus resultados escolares son malísimos hace ya muchos años y no hay nada que el padre pueda hacer, ya que ni siquiera en el colegio tienen la obligación de mandarle una copia del boletín de notas. Lo único que puedo decirte es que tengas paciencia, que los niños crecen, y que quizá algún día recuperes a tu hija, por que lo que yo le digo siempre a mis amigos: los niños son niños, pero no son idiotas. Tienen capacidad de raciocinio, y con el tiempo la manipulación de la otra parte se puede volver contra ella. Yo no creo que esté bien ceder a todos sus chantajes, porque el amor que te dé estaría siempre en cuarentena y además la estarías educando mal. No quisiera estar en tu piel. Yo tengo el otro extremo. Me casé con un divorciado cuyo hijo tenía 10 años, ahora tiene 24. Hemos pasado por vicisitudes varias, pero siempre partiendo del hecho de que su madre es una persona normal, y aunque se han dado diferencias, no se ha llegado a malmeter al niño, etc, ni por una parte ni por la otra. Sí que es cierto que estos niños intentan aprovecharse de la situación al máximo, el problema es cuando lo consiguen. Mi hijastro, afortunadamente, ya ha pasado por todas esas épocas horribles y la relación con su padre y con su madre es muy buena. Suerte.