Ataques nazis
Entre los ataques fingidos más comunes están los racistas. Debe tener su encanto lo de mostrarse al mundo como víctima del nazismo. Una joven francesa de 23 años declaró en julio que había sido víctima de un ataque racista. Según su versión, seis hombres de aspecto norteafricano le cortaron la ropa y dibujaron esvásticas en su cuerpo, acusándola de ser judía. La chica dijo también que veinte personas habían presenciado el ataque que se había producido, supuestamente, en un tren, y que nadie había hecho nada por defenderla.
Los policías comprobaron las imágenes grabadas por la cámara de vigilancia del tren y comprobaron que no se había producido ningún ataque. Poco después, la chica confesó que se había pintado ella misma las cruces con la ayuda de su novio, que también está detenido.
Sabiendo de antemano que la historia es mentira parece una estupidez y de hecho lo es, pero hasta que se constató la falsedad de la denuncia, Francia estaba consternada, y el presidente de la República habló públicamente de un asunto que, se decía, indicaba el aumento del racismo anti-semita en el país.
Por otro lado, Mary Andrea Mitchel, una profesora de instituto de 41 años de San Marino (Pasadena, EEUU), ha sido detenida en julio por enviarse a sí misma 39 cartas amenazantes. La profesora decía que las cartas se las enviaban sus alumnos. La policía puso a su disposición guardaespaldas y un servicio de vigilancia. El FBI y los investigadores del servicio de Correos también intervinieron en el asunto. Y, con tanta vigilancia, no es de extrañar que descubrieran que Mary se mandaba ella misma las cartas. A la profesora le han puesto una fianza de 480.000 dólares USA y podría llegar a ser condenada a 30 años de cárcel. En Estados Unidos no se andan con bromas con la gente que desperdicia el dinero de los contribuyentes.
En el caso de Kerri Dunn, una profesora de psicología de una Universidad de Los Ángeles, de 39 años, se desconoce si lo que quería era simplemente cobrar una indemnización o si, por el contrario, su intención era convertirse en otra falsa víctima del nazismo.
El coche de Kerri apareció el 9 de marzo con las ruedas pinchadas, las ventanillas rotas y lleno de pintadas con insultos ("puta, amante negro, cállate",...) y una cruz gamada. Kerri denunció también que habían desaparecido del interior del vehículo objetos valorados en 1.700 dólares USA.
Al día siguiente del supuesto ataque, se suspendieron las clases y durante varios días la comunidad judía organizó sentadas, forums y rallies en el campus.
La profesora afirmaba que el ataque se había producido tras una charla que había dado contra el racismo y mostró su intención de convertirse al judaísmo. El sindicato de estudiantes judíos planeaba nuevas actividades anti racistas cuando, una semana después del ataque vandálico, la policía encontró dos testigos que habían visto como Kerri rompía su propio coche.
La profesora ha sido considerada culpable en agosto de un intento de fraude a la aseguradora de su vehículo y de denuncia falsa.
A la profesora le han puesto una fianza de 480.000 dólares USA y podría llegar a ser condenada a 30 años de cárcel
30 añazos de cárcel jaja. Es 15 veces la condena Española.