Pero debe ser difícil alegar la temeridad y mala fe del denunciante.
Es un caso de una persona que estaba trabajando en un lugar, y el empresario no le hacía el contrato.
Después dice que entró allí, que no lo conocía de nada, y además le dice que robo una carpeta.
Esta carpeta no era suya y la cogió porque tenia documentación suya.