Estás un rato con los niños. Ellos ven que su padre se preocupa y lucha por estar con ellos. Los niños se divierten usando el megáfono, tocando el silbato.
Los niños ven quien les está engañando y quien no.
Y luego te vas al Retiro o al Parque de atracciones.
Tus hijos te lo agradecerán.
Pregunta a quienes han llevado a sus hijos a estos actos si los niños se lo han echado en cara o se lo han agradecido.