Vivimos en una finca cuya parte trasera linda con un tejado de uralita que cubre todo el pulmón de la manzana. Este tejado de uralita pertenece a una empresa y dentro tienen muchísimos gatos, a quienes ellos mismos alimentan. Algunos de estos gatos "viven" en el tejado de uralita donde defecan y orinan. No están castrados y se reproducen frecuentemente. El problema es que estos gatos defecan y orinan a escasos metros de nuestros balcones/ventanas y los olores son nauseabundos. No es posible tener las ventanas abiertas, que en verano se necesita para que la casa se ventile, porque es insoportable, tanto las heces como el orín de gato. Hemos hecho quejas al ayuntamiento, destinadas al departamento de Sanidad (ya que serían los únicos que podrían acceder a propiedad privada en caso de un problema de salubridad) pero parece que es un tema que no tiene solución. ¿Qué se puede hacer en estos casos? Los animales no tienen culpa de que sus dueños no limpien sus necesidades. Incluso quitando las heces, el orín es difícil de limpiar y el olor de quitar. Se puede hacer alguna demanda? Qué sucede si el Departamento de Sanidad no responde o dicen que no hay nada que hacer? ¿Se puede permitir esto? Las cantidades de cacas acumuladas a 3 metros de mi balcón es tal que es imposible abrir la puerta y salir. Además, esto tiene muchas consecuencias: bichos, moscas, y quizás enfermedades. Todo esto está dicho en la queja...Gracias.
Mas que problemas de gatos, yo veo problemas de uralita, orinada, defecada agua de lluvia. Esto origina una reacción química altamente cancerígena.
Póngalo en conocimiento de Sanidad.
Según tengo entendido, la uralita es cancerígena cuando se manipula, pero en estado "sólido", como un techo que ya está colocado, no representa problema para la salud. La rotura del techo de uralita sí que lo presenta y debería ser manipulado por personal autorizado.
Ya lo he puesto en conocimiento de sanidad, pero por todos los lados me dicen que "es probable que todo quede en el olvido" y me pregunto si es porque "todo" queda en el olvido o es que realmente no tengo nada que hacer.