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Caso ALBA (diario de León)

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Caso alba (diario de león)
10/03/2006 16:40
http://www.diariodeleon.es/se_sociedad/index.htm

Por favor, papá, con mamá, no»

La madre de Alba en una imagen tomada ayer


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| Reportaje | El drama de Álvaro Caldas |
El padre de Alba se enteró de que su hija estaba en coma tras salir del calabozo, donde pasó tres días tras haber sido acusado por su ex mujer de maltratar a la niña
Tomás García redacción


El mundo del vigués Álvaro Luis Caldas Almúster se derrumbó definitivamente el pasado lunes por la tarde, cuando en las puertas del juzgado oscense en el que había estado detenido los últimos tres días un abogado de oficio le comunicó que su pequeña Alba se debatía entre la vida y la muerte tras sufrir una brutal paliza a manos del compañero de su ex mujer.

El calvario de Álvaro Caldas comenzó el viernes por la tarde. El vigués, empleado en una papelera de la localidad de Alcolea de Finca, se desplazó desde el pueblo en el que vive, Ontiñena, a la localidad barcelonesa de Tarrasa para recoger a su hija. Desde que se separó, hace dos años, de la madre de Alba, acudía un viernes de cada tres a algún punto de encuentro para llevarse a la pequeña de fin de semana. En los últimos meses, las humillaciones eran constantes: «Ya vamos, salimos en diez minutos», prometía Ana María desde su casa de Montcada. Pero muchas noches Álvaro regresaba a casa solo.

Y hundido. Desde hace algún tiempo había comenzado a re-copilar pruebas para poder recla-mar algún día ante el juez la custodia de la niña. El viernes, tras esperar casi dos horas en el hotel Don Cándido de la localidad barcelonesa, echó gasoil, guardó el recibo como garantía de que había estado allí, y emprendió el camino de vuelta -200 kilómetros-a la pequeña aldea del Bajo Aragón en la que vive con su actual compañera, una portuguesa llamada Emilia. Durante el trayecto logró por fin contactar con su ex mujer, que justificó el plantón por el hecho de que la niña había sufrido un resfriado de última hora. Tras varias negativas, finalmente la pequeña se puso al teléfono: «Papá, ya no me duele el brazo», relató Alba con un hilillo de voz que a Álvaro no le gustó nada.

El sábado, entre las 10 y las 11 de la mañana, dos guardias civiles llamaron a la puerta de su casa y le informaron que estaba detenido acusado de un delito de malos tratos. Su ex mujer había acusado a Álvaro el 18 de diciembre, cuando los médicos del hospital Vall d¿Hebron de Barcelona informaron al juzgado de las lesiones que sufría la pequeña Alba. De aquel percance de su hija -fractura de húmero, clavícula y dos costillas- el vigués no había sabido nada hasta días después, cuando Ana María le llamó para contarle que la niña se había caído cuando sal-taba sobre la cama. En ningún caso, asegura Álvaro, le acusó de nada ni le informó de que le había denunciado.

La pequeña Alba pasó el año nuevo en Ontiñena. «Es gua-písima, con una ojos azules tremendos y un pelo rubio lindísimo -comenta Alicia, una vecina de Álvaro que mantiene estrechos vínculos con la familia-, pero ya vino hecha una pena, con el pelo casi al cero. No hubo forma de que contara nada que no fuera que se había caído de la cama».

Desde entonces, Álvaro se convenció de que tenía que pedir la custodia de la niña. Pese a que ya había cumplido los cinco años, Alba apenas pesaba once kilos y sufría desnutrición, según un pediatra al que la llevó su padre. Los tratamientos recomendados por el médico, además, dejaban de dar fruto tan pronto como la niña volvía al domicilio de su madre. «Cada vez venía más sucia, pero eso, como cono-cíamos a la madre, tampoco nos sorprendía», comenta la misma vecina. «Cada vez que se iba era un drama -comenta Ángel, amigo del vigués y concejal del municipio-. En enero la tuvimos que engañar con que la llevábamos a los caballitos de Fraga. 'Por favor, papá, con mamá, no'», decía. Las intenciones de Álvaro de recuperar a la pequeña estaban tan avanzadas que ya había solicitado plaza en el colegio del pueblo.

Tras lo ocurrido, el pequeño municipio oscense se está vol-cando con el vigués y su pe-queña. «Aquí los conocemos a los dos y sabemos lo que ha pasado. Él es un buen hombre, que no ha hecho nada e iremos a donde haga falta para defenderlo y que recupere a su hija», comenta Ángel.