Muchos de vosotros tenéis la culpa de que los pillastres se aprovechen de vosotros, en todos los aspectos de esta vida, el tonto paga tu tontura.
Cuando vais a un Abogado lo primero que debéis fijaros es en la sinceridad de sus palabras, si os canta la canción que vosotros queréis oír mal empezamos, porque en cuestiones judiciales nada esta ganado ni nada esta perdido. Por ejemplo, si en un proceso el Abogado dice no te preocupes que esto esta ganado o que va a salir de la cárcel en unos días etc etc, DESCONFOAR DE ÉL.
Además de la sinceridad de sus palabras, debéis fijaros en que cuando lo llaméis por teléfono os atienda personalmente y os de explicaciones convincentes del asunto del que se trate. Tampoco es correcto que un día si y otro no estéis llamando al abogado.
Si le preguntáis sobre un asunto distinto debéis prestar atención a si amablemente os responde sobre el mismo sin percibir ninguna remuneración. (ojo! solo responder en el momento de la pregunta y no que tenga el abogado que consultar documentos para daros respuesta).
Si le entregáis una determinada suma de dinero, debe ser él quién os entregue justificante del pago y no que seáis vosotros los que tengáis que pedir el justificante.
En la consulta que se haga sobre un asunto, debe ser el abogado quien os diga cuales son los pasos que sigue el y el coste aproximado de cada paso.
El pedirle hoja de encargo, puede ser bueno o malo. Bueno porque sabréis lo que os va a cobrar, pero malo porque si es un pillo va hacer lo menos posible ya que tiene sus honorarios asegurados (a modo de funcionario). Tampoco en un proceso se pueden calcular los honorarios porque depende de muchas circunstancias y del trabajo que se realice. Un proceso que al principio es sencillo, se puede complicar con recurso, incidentes etc, etc y un proceso que en un principio es complicado puede resultar en un acuerdo amistoso sin mas trámites, así que para que ninguna de las partes se aproveche la una de la otra, lo interesante es hacer una hoja de encargo estableciendo una cantidad fija por toda la tramitación incluidos los recursos, que no sea desorbitada pero que tampoco sea ridícula, y otra proporcional al éxito del proceso. Si el abogado pone pegas. DESCONFIAR DE ÉL.
Tenéis que observar como es su forma de expresarse, si veis que es una persona charlatana que saca a colación la amistad o parentesco que tenga con un juez o jueces para el éxito de vuestra pretensión, o que dice que es un experto en la materia o que ha tenido tantos o cuantos juicios y que los ha ganado. DESCONFIAR DE ÉL. El buen abogado no hace nunca alarde de sus éxitos, en su caso, puede comentar que en tal o cual ocasión tuvo un pleito de semejantes características o parecido etc, pero solo como comentario de pasada y nunca para echarse flores.
Si un abogado dice tengo tantos o cuantos expedientes o tengo tantos clientes. DESCONFIAR DE ÉL. El buen abogado nunca dice los expedientes o clientes que tiene. De ser cierto que tiene muchos expedientes, malo porque al vuestro no les va a prestar atención y si tiene pocos también malo porque tendrá poca experiencia profesional.
El Abogado que nunca se pone al teléfono y que no os atiende o que nunca esta en el despacho, DESCONFIAR DE ÉL.
El Abogado que da largas sin que os de motivo justificado. DESCONFIAR DE ÉL.
El Abogado que les pedir cualquier documento del proceso y pone pegas. DESCONFIAR DE ÉL.
El Abogado que nunca os llama por teléfono para manteneros al corriente del asunto. DESCONFIAR DE ÉL.
El tiempo de ejercicio que lleve el abogado también cuenta, si lleva menos de 7 años malo, carece de experiencia profesional y solo debéis encargarle asuntos poco costoso.
Si le solicitáis que rebaje el asunto o que tal o cual abogado os lleva el pleito por tanta cantidad y os dice que rebaja la cantidad. DESCONFIAR DE ÉL.
Evidentemente, debéis reconocer su profesionalidad a través de éstos rasgos y debéis reconocer que un Abogado que llama al cliente por teléfono, le comunica como va su asunto, le mantiene al corriente de las negociaciones existentes con el Abogado de la parte contraria etc etc, eso hay que pagarlo y bien y si no pagáis el Abogado también es persona y se aburre del cliente y deja de trabajar en vuestro favor.
Bueno estos son a grandes rasgos la característica del buen profesional después ya dependerá de la intuición de cada uno a la hora de confiar en el mismo, pero sobre todo, buscar la sinceridad de sus palabras y no os guiéis porque os ponga todo muy bonito, ser objetivos.
Es evidente que si no se conoce o no se tiene referencias del compañero en cuestión, es imposible saber si es de fiar o no. Pero eso nos ocurre tanto a los abogados como a los clientes, pq los abogados pensamos algo parecido: "será de fiar", "pagará o habrá que perseguirle", "me estará diciendo la verdad...".
Está claro que hay de todo, tanto en unos como en otros. Anda que no tengo yo clientes que ante su situación, o bien sé que no me van a pagar, o que cada mucho tiempo me irán dando alguna pequeña cantidad, y claro está, otros que pagan puntalmente y buenas cantidades.
Por eso yo me fio de los papeles. Es decir, yo soy, y no espero a que el cliente me lo pida, el que digo "te preparo una hoja de encargo con las cantidades y todas las posibles alternativas o circunstancias bien detalladas y la firmamos ambos". Si te parece bien, bien, y si no, pues cada uno por su lado.
Pues de paso que no explique que distingue a un cliente de CONFIANZA, de un cliente DESLEAL, me refiero al cliente que solo piensa en que es el único cliente que tienes, que tienes que dedicarle las 24 horas del días y que cualquier cantidad que le solicites en concepto de provisión de fondos es excesiva.