Buenos días,
he solicitado en el Registro de la Propiedad la cancelación de la afección de mi hipoteca por haber terminado de pagar el préstamo de mi casa, con la presentación de la escritura de cancelación previamente gestionada ante notario y cuando he ido a pagar la minuta me he llevado la sorpresa de que el coste era el doble de lo que había estimado.
Viendo la minuta veo que me han eliminado otras 9 afecciones caducadas, al margen de la de la hipoteca, que según me han dicho en el registro era necesario hacerlo para poder quitar la carga de la hipoteca.
Las afecciones en cuestión corresponden a temas que no tienen que ver con la hipoteca, se trata de impuestos y cargas del promotor, ayuntamiento, etc... que para ahorrarse costes no ha acudido al registro.
Mi pregunta es: ¿No puedo liberar la carga de la hipoteca y dejar esas otras afecciones ya caducadas en el mismo estado en que estaban? ¿Puede el registro obligarme y cobrarme por eliminar esas afecciones de las que no soy responsable, han caducado y no he pedido su cancelación? ¿Merece la pena que recurra la minuta ante el colegio de registradores?
No es una cuestión de dinero, se trata más bien de evitar y acabar de una vez con las practicas abusivas y protegidas de un sector muy privilegiado que realiza desde mi punto de vista un trabajo de registro demasiado opaco con la complicidad de los notarios.
Mi pregunta era muy concreta, si quiero actualizar el registro con una cancelación hipotecaria me pueden obligar a pagar afecciones de las cuales no soy responsable al margen de la que estoy solicitando?
Además en la copia simple que me han dado me han creado una nueva afección a 5 años por el AJD (exento en este caso) y por lo que he visto en Internet este impuesto (AJD) no debe crear nuevas afecciones cuando no haya transmisión del bien como es el caso. es asi?
Pues a mi entender lo que tiene que hacer es lo que se pide en la instancia que acompaña a la escritura de cancelación -que se la habrán quedado- vaya al Registro, pídala y si no pidió las cancelaciones de esas notas marginales presente su protesta. No la hacen perder valor.
La solicitud en el registro la hizo el notario telematicamente a pesar de que indicamos expresamente que íbamos a ir nosotros.
No obstante llevamos la escritura al registro presencialmente y allí nos cogieron la escritura y nos dijeron q el importe se elevaba por las afecciones que tenia el bien aparte de la de la hipoteca. Le dijimos que las dejarán y nos dijo el registrador q para cancelar la hipoteca tenia q quitar el resto de afecciones, que el último q llega llega le toca regularizar lo que haya. Lo bueno es que han dejado una afección del ayto porque hace falta un documento para liberarlo y nos han añadido otra por el ajd de 0 euros. Me parece una tomadura de pelo. SI esto funciona así creo q nadie debería acudir al registro, es un atraco en toda regla.
El Registro de la Propiedad es una oficina con acción exclusiva en un determinado territorio, es decir: no puede haber competencia entre registradores ni pueden abrirse nuevas oficinas de registro de la propiedad en la misma demarcación. Esto crea unos funcionarios que se hacen millonarios a costa de todas las personas que quieren documentar una transacción privada, y que, al integrarse dentro de la cuota de amortización hipotecaria, pagan cada mes una fracción de lo que le costó el registro. El registrador es una persona que ha accedido a la profesión porque se ha empollado 350 temas acerca de una legislación decimonónica y carente de la menor relación con la vida actual, además de la relativa a su propia condición funcionarial rica: vacantes, cambio de destino y materias que solo importan a su organización de registradores. Como la ley obliga necesariamente inscribir en el registro para que un acto tenga publicidad frente a todos y otros efectos, compele a los ciudadanos a tener que financiar estos monopolios, como la vieja venta de oficios de la España de Cervantes. No ocurre como en Alemania, que el registro es un servicio público integrado en la organización municipal, en que hay fotos aéreas y hasta imágenes en 3-D de los pisos, y que es totalmente gratuito para el ciudadano; o como en el sistema anglosajón, que ni siquiera existe el registro de la propiedad y son compañías aseguradoras las que garantizan que la casa que se vende está libre de cargas. Igual que en Noruega, donde solo hay que publicar en el periódico que tal persona vendió a tal otra. Es decir: este sistema monopolístico mostrenco, atávico, costosísimo e ineficiente, que depende en gran medida del capricho y la falta de ayuda de unos funcionarios que ganan decenas de miles al mes, existe como tal en España; y no hay forma de modernizarlo, abaratarlo, racionalizarlo e integrarlo en la administración. La cancelación por caducidad la puede pedir con una instancia que tiene un coste gratuito, a la que hay que grapar un modelo 600 exento.