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cambio en el convenio regulador
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Cambio en el convenio regulador
Buenas noches. Mi caso es el siguiente: me divorcie hace 4 años. Tenemos una hija de 7. El caso es q cuando nos divorciamos firmamos un convenio regulador por el cual el régimen de visitas del padre sería el siguiente: fines de semana alternos (desde el viernes a la 5 de la tarde hasta el lunes q debe dejarla en el colegio) martes y jueves de 5 a 8 de la tarde, un mes de verano (o julio o agosto), semana santa un año cada progenitor. En Navidades la mitad de vacaciones cada uno, alterando para que la niña pase la nochebuena un año con un progenitor y al siguiente con el otro. Como nunca he puesto impedimento en q su padre vea a nuestra hija también la recogía de sus clases extraescolares los lunes y miércoles, para q así pasará un rato con ella. pero cuál es mi sorpresa q ahora me dice q me va a llegar una carta de su abogada porque quiere q las vacaciones de verano no sean sólo julio o agosto. sino q se incluyan los días desde q acaba el colegio en junio y los días de septiembre en los q aún no hay colegio, lo q vendría a ser un mes y medio aproximadamente. La verdad es q estoy cabreada, la niña no quiere ir con su padre. Ya le cuesta estar un mes como para estar mes y medio. Cada vez q se acerca el fin de semana q tiene q ir con el se pone a llorar, se q mi hija no está agusto con el, porque no le da la suficiente atención. Pero ella no se atreve a decírselo, porque la riñe y la castiga. No le deja decir q me hecha de menos y la obliga a decirme por teléfono q se lo está pasando muy bien aunque no sea así. Es como Franco, la niña tiene q hacer y decir lo q el quiere y sino la agobia con riñas. Es un maltrato sicológico q yo misma sufrí en los 7 años de matrimonio. No quiero q mi hija pase por eso. Pero no quiero quitar de q la vea y esté con ella. Pero me niego a q le den más días de vacaciones. No se lo merece. No merece la hija q tiene. ¿Que puedo hacer? Tengo q aceptar darle más días de vacaciones de verano?
Hola:
Sobre sus consideraciones no entro en demasía, Airorani, pues son de parte, lo que no quita para que sean muy reales y tampoco seré yo quien las ponga en duda.
Yendo a los aspectos prácticos legales comentarle que tras firmado un convenio es muy difícil cambiarlo, hay que argumentar muy bien y sólo sobre una base que consiste en un cambio de circunstancias sustancial. Es decir, se debe solicitar un cambio, mediante demanda de modificación de medidas, sólo cuando las circunstancias han cambiado sustancialmente.
En mi opinión, solicitar que, a efectos de vacaciones estivales, se computen no sólo julio y agosto sino los días de junio y septiembre en los que los hijos no van a clase es totalmente legítimo, no es rechazable judicialmente si no concurren factores especiales. Yo introduje en mi convenio esta cuestión y ni el juez ni el Ministerio Fiscal pudieron oponerse.
El problema de su ex es que no lo pidió antes, no quedó reflejada esta cuestión en convenio. Ahora, es muy improbable que su ex consiga su pretensión, pues entiendo que difícilmente podrá argumentar cambio sustancial alguno que sustente su deseo actual. Es decir, si su ex presenta una demanda en tal sentido, entiendo que se la van a desestimar.
Son los sempiternos problemas que se presentan por suscribir convenios-receta o no prever, y exigir que consten en convenio, estas cuestiones, y muchas otras. La justicia en España es rogada, no se da lo que no se pide. Y se puede pedir mucho más de lo que muchos y muchas se imaginan, en su momento, ni antes ni después. Ahora, si usted se opone, su ex poco o nada tendrá que rascar.
Otra cuestión es que, usted, o yo, seamos capaces, no es fácil, de abstraernos, de dejar a un lado nuestros rencores hacia nuestros respectivos ex, y pensar sólo en que es lo mejor para nuestros hijos, sin proyectar ninguno de nuestros problemas sobre ellos. Cuesta la de Dios es Cristo, lo sé, pero merece la pena intentarlo, en general. La ayuda de terceras partes sin relación ni interés alguno en nuestras cuitas personales resulta muy útil en estos casos, pues introducen un principio de objetividad que, mal que nos pese, por nuestros errores, o agrade, por nuestros aciertos, nos es muy difícil de obtener por nosotros mismos. Espero que halle en mis comentarios ese intento de ser objetivo.
Salvo mejor opinión.
Un cordial saludo
Sobre sus consideraciones no entro en demasía, Airorani, pues son de parte, lo que no quita para que sean muy reales y tampoco seré yo quien las ponga en duda.
Yendo a los aspectos prácticos legales comentarle que tras firmado un convenio es muy difícil cambiarlo, hay que argumentar muy bien y sólo sobre una base que consiste en un cambio de circunstancias sustancial. Es decir, se debe solicitar un cambio, mediante demanda de modificación de medidas, sólo cuando las circunstancias han cambiado sustancialmente.
En mi opinión, solicitar que, a efectos de vacaciones estivales, se computen no sólo julio y agosto sino los días de junio y septiembre en los que los hijos no van a clase es totalmente legítimo, no es rechazable judicialmente si no concurren factores especiales. Yo introduje en mi convenio esta cuestión y ni el juez ni el Ministerio Fiscal pudieron oponerse.
El problema de su ex es que no lo pidió antes, no quedó reflejada esta cuestión en convenio. Ahora, es muy improbable que su ex consiga su pretensión, pues entiendo que difícilmente podrá argumentar cambio sustancial alguno que sustente su deseo actual. Es decir, si su ex presenta una demanda en tal sentido, entiendo que se la van a desestimar.
Son los sempiternos problemas que se presentan por suscribir convenios-receta o no prever, y exigir que consten en convenio, estas cuestiones, y muchas otras. La justicia en España es rogada, no se da lo que no se pide. Y se puede pedir mucho más de lo que muchos y muchas se imaginan, en su momento, ni antes ni después. Ahora, si usted se opone, su ex poco o nada tendrá que rascar.
Otra cuestión es que, usted, o yo, seamos capaces, no es fácil, de abstraernos, de dejar a un lado nuestros rencores hacia nuestros respectivos ex, y pensar sólo en que es lo mejor para nuestros hijos, sin proyectar ninguno de nuestros problemas sobre ellos. Cuesta la de Dios es Cristo, lo sé, pero merece la pena intentarlo, en general. La ayuda de terceras partes sin relación ni interés alguno en nuestras cuitas personales resulta muy útil en estos casos, pues introducen un principio de objetividad que, mal que nos pese, por nuestros errores, o agrade, por nuestros aciertos, nos es muy difícil de obtener por nosotros mismos. Espero que halle en mis comentarios ese intento de ser objetivo.
Salvo mejor opinión.
Un cordial saludo
