Pues no sé si me querellaré, finalmente. La verdad, tengo mucho trabajo y muy pocas ganas de perder mi poco tiempo con un desgraciadín como ese, que además creo que ha estado en tratamientos psiquiátricos y todo. Igual también perdería dinero, ¿no? Quiero decir, no sé loc costes que eso podría tener, ¿correrían de mi cuenta? ¿Serían muy elevados? Lo que veo más claro es que el difícil mundo literario está lleno de envidiosillos como este, aunque por suerte no todos la enfilan con una persona, como sucede en este caso y le sucede a él conmigo. No sé, a menos que me déis poderosas razones por las que debiera querellarme, creo que mejor me quedo como estoy y, como dice el gracioso tópico, le azoto con el látigo de mi indiferencia. De todos modos, muchas gracias por el consejo y por el tiempo dedicado. Abrazotes.
En efecto, se trata de un tema muy interesante y la opinión de Márquez, acertada. Es imprescindible que nuestra amiga la escritora se ponga en manos de un abogado y, a la vista de ese material, determinar el camino a seguir. En caso que la persecución de los hechos por delito no estuviese muy clara, entiendo que siempre te cabrá la posibilidad de presentar una reclamación en vía civil al amparo de la Ley 1/1982, de 5 de mayo, de protección del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Suerte !!
Dices que un señor se ha autoeditado un libro en el que te llama de todo. Bien, pues con esa conducta, presuntamente, estaría cometiendo injurias -la calumnia consiste en imputar un delito-.
Siempre que se da un supuesto enmarcado en un contexto similar se enfrentan dos derechos fundamentales: el derecho al honor y el derecho a la libertad de expresión. Es por ello que en algunos casos en los que las injurias parecen claras no se aprecia la antijuridicidad de las mismas. Sin embargo, por el contexto que aportas -aunque habría que leer esos fragmentos del libro y ver el talante del mismo, pues no son lo mismo unas memorias que una novela- parece viable el conseguir que un juez aprecie esas injurias. No obstante, ve consultando con un abogado. De todos modos necesitarás asistencia letrada, pues tienes que presentar una querella.
Asunto bien distinto es el de la carta que mencionas. En este caso, se podría haber incurrido en un delito de descubrimiento y revelación de secretos, en función del carácter privado de esa carta y de su modo de consecución.
Es más, en función de la tirada que maneje tu ofensor -si ese libro ha sido autoeditado para ganar dinero- a lo mejor hasta lo puedes pillar por un delito contra la propiedad intelectual, lo que cotidianamente conocemos por plagio. En este último supuesto, es condición sine qua non que lo haya hecho movido por el ánimo de lucro. Improbable por otra parte, según los datos que manejamos.
Tu caso me parece muy interesante desde un punto de vista jurídico. Espero que te querelles y que nos tengas al corriente de todo.
Hola. No sé si alguien puede orientarme. Un viejo "conocido" que me odia por antiguas rencillas que tuvieron que ver con un ridículo espantoso que él hizo en una asociación de escritores noveles que yo presidía acaba de autoeditarse un libro en el que publica una supuesta entrevista suya (creo que falsa) en la que me llama de todo, incluida puerca, arribista y aprovechada, y llega a decir que me he acostado con algunos señores para conseguir publicar. También publica una carta que yo le dirigí a un escritor muy conocido pidiéndole disculpas por el follón que este muchacho (el autor del libro) había ocasionado, mezclándole. Era una carta que, como presidenta de la entidad me vi obligada a enviar.
Mi pregunta es: ¿Merece la pena que haga algo o mejor reacciono con el silencio y la indiferencia? ¿Podría realmente hacer algo? Yo no autoricé a que se publicara esa carta mía, que ni siquiera le dirigía a él, ¿puedo hacer algo si la ha publicado sin mi permiso? Aclaro que yo vivo de lo que escribo y que tengo muchas cosas publicadas. Es decir que, de algún modo, si alguien cree a este impresentable, la que se daña es mi imagen.
Gracias de antemano por la respuesta.