En una sentencia de 2008, se me condenaba a pagar 11.000€ por impago de una renta de un alquiler de local. El local se entregó sin ejecución al propietatario, pero éste inició ejecución solicitando el pago de la deuda. Mi abogado apeló la ejecución a la Audiencia Provincial, reclamando el pago de la fianza de 3200€. Como resultado la Audiencia dejó sin efecto la ejecución y la anuló.